TJ Klune - Ravensong. La canción del cuervo

Здесь есть возможность читать онлайн «TJ Klune - Ravensong. La canción del cuervo» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ravensong. La canción del cuervo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ravensong. La canción del cuervo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

LA MANADA TE ESTÁ LLAMANDO, ¿IGNORARÁS SU CANCIÓN?
Endurecido por la traición de una manada que lo dejó atrás, Gordo Livingstone juró nunca volver a involucrarse en los asuntos de los lobos… o eso decía, hasta que la manada regresó y con ella Mark Bennett. Juntos como manada vencieron ante una bestia.
Y ahora, un año después, Gordo ha vuelto a ser el brujo de los Bennett, mien¬tras pelea constantemente por ignorar a Mark y a la maldita canción que aúlla entre ellos dos.
Pero el tiempo se está acabando.
Algo se acerca.
Y algunos lazos están hechos para romperse.
Sin embargo, cuando la muerte golpea a las puertas de Green Creek, Joe parte detrás de un monstruo, cegado por la furia y la venganza. Y Ox deberá demostrar su verdadero valor para proteger a quienes ama. Cuando vuelvan a encontrarse, ¿serán capaces de resistir a la canción que aúlla con fuerza entre los dos?

Ravensong. La canción del cuervo — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ravensong. La canción del cuervo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y Mark, él…

No. No él. No ahora.

El pasado era el pasado, era el pasado.

Empezaron a discutir, mostrándose los dientes y gruñendo. Ida y vuelta, cada uno hiriendo al otro hasta que sangrara delante de nosotros. Yo entendía a Ox: el miedo a perder a quienes amas, a una responsabilidad que nunca pediste. A que te digan algo que nunca quisiste escuchar.

Entendía a Joe. No quería hacerlo, pero lo entendía.

“Creemos que fue tu padre, Gordo”, declaró Osmond. “Creemos que Robert Livingstone encontró un nuevo camino hacia la magia y rompió las guardas que contenían a Richard Collins”.

Sí. Creo que entendía a Joe mejor que a nadie.

–No puedes dividir a la manada –dijo Ox y, Jesús, estaba suplicando–. No ahora. Joe, eres el maldito Alfa , te necesitan aquí. Todos ellos. Juntos . En verdad crees que los demás van a acceder a...

–Lo saben hace días –lo interrumpió Joe, y luego se encogió en una mueca de dolor–. Mierda.

Cerré los ojos.

Ravensong La canción del cuervo - изображение 12

Ocurrió esto:

–Es una mierda, Gordo.

–Lo es.

–Y vas a seguirle el juego.

–Alguien debe asegurarse de que no se mate a sí mismo.

–Y ese alguien eres tú. Porque eres de la manada.

–Eso parece.

–¿Por elección?

–Eso creo.

Pero, por supuesto, nunca era así de fácil. Nunca lo era.

Y:

–Quieres decir matar. ¿Te parece bien?

–Nada de todo esto está bien, Ox. Pero Joe tiene razón. No podemos dejar que esto le vuelva a suceder a nadie más. Richard quería a Thomas, pero ¿cuánto más tardará hasta que vaya tras otra manada para convertirse en un Alfa? ¿Cuánto más antes de que reúna a otros seguidores, más grandes que los que logró reunir en el pasado? Estamos perdiéndole el rastro. Tenemos que terminar con esto mientras podamos, por todos. Esto es venganza, simple y pura, pero viene del lugar correcto.

–Realmente lo crees.

–Tal vez. Joe lo cree y eso es suficiente para mí.

Me pregunté si me había creído mis propias mentiras.

Y finalmente:

–Debes hablar con él. Antes de que se vayan.

–¿Con Joe?

–Con Mark.

–Ox…

–¿Qué si no regresas nunca más? ¿Realmente quieres que piense que no te importa? Porque eso es pura mierda, amigo. Me conoces, pero a veces creo que te olvidas de que te conozco igual de bien. Incluso un poco más.

Maldito sea.

Ravensong La canción del cuervo - изображение 13

Ella estaba de pie en la cocina de la casa de los Bennett, mirando por la ventana. Tenía los puños sobre la encimera. Sus hombros estaban tensos y la envolvía la pena como una mortaja. Aunque yo no había querido saber nada con los lobos por años, no me había olvidado del respeto que imponía. Era realeza, lo quisiera ella o no.

–Gordo –dijo Elizabeth sin volverse. Me pregunté si estaría oyendo a los lobos cantar canciones que hacía mucho que yo no podía oír–. ¿Cómo está?

–Enfadado.

–Es lógico.

–¿Lo es?

–Supongo que sí –señaló en voz baja–. Pero tú y yo somos mayores. Quizás no más sabios, pero mayores. Todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos visto, esto es… algo más. Ox es un niño. Lo hemos protegido todo lo posible. Nosotros…

–Ustedes lo involucraron en esto –dije sin poder contenerme. Las palabras salieron disparadas cual granada y explotaron en sus pies–. Si se hubieran mantenido alejados, si no lo hubieran metido en esto, él podría seguir…

–Lamento lo que te hicimos –dijo, y me invadió la emoción–. Lo que tu padre hizo. Él era… No fue justo. O correcto. Ningún niño debería pasar por lo que tú pasaste.

–Y, sin embargo, no hicieron nada para detenerlo –le reproché–. Tú, Thomas y Abel. Mi madre. Ninguno de ustedes. Solo les importaba lo que yo podría ser para ustedes, no lo que implicaría para mí. Lo que mi padre me hizo no significaba nada para ustedes. Y cuando se marcharon…

–Quebraste los lazos con la manada.

–La decisión más sencilla que he tomado en la vida.

–Puedo oír cuando mientes, Gordo. Tu magia no puede ocultar el latido de tu corazón. No siempre. No cuando más importa.

–Malditos lobos –y continué–: Tenía doce años cuando me convirtieron en el brujo de la manada Bennett. Mi madre había muerto. Mi padre se había ido. Pero, a pesar de eso, Abel me tendió la mano, y la única razón por la que dije que sí fue porque no conocía otra cosa. Porque no quería quedarme solo. Tenía miedo y…

–No lo hiciste por Abel.

–¿De qué demonios estás hablando? –exclamé, entrecerrando los ojos.

Por fin se volvió y me miró. Aún tenía el chal sobre los hombros. En algún momento se había atado el cabello rubio en una coleta y algunos mechones le caían alrededor de la cara. Sus ojos eran azules, naranjas, azules de nuevo, y brillaban sin fuerza. Cualquiera que la mirase pensaría que en ese momento Elizabeth Bennett era débil y frágil, pero yo sabía que no. Estaba con la espalda contra la pared, el lugar más peligroso para un depredador.

–No fue por Abel.

Ah. Entonces ese era el juego que quería jugar.

–Era mi deber.

–Tu padre…

–Mi padre perdió el control cuando le quitaron su lazo. Mi padre se alió con…

–Todos teníamos un rol que cumplir –dijo Elizabeth–. Cada uno de nosotros. Cometimos errores. Éramos jóvenes y tontos, y estábamos llenos de una furia enorme y terrible por todo lo que nos habían quitado. Abel hizo lo que pensó que era lo correcto en su momento. Al igual que Thomas. Ahora, yo estoy haciendo lo mismo.

–Y, sin embargo, no te has enfrentado a tus hijos. No has hecho nada para impedirles cometer los mismos errores que cometimos nosotros. Te echaste panza arriba como un perro en esa habitación.

–¿Y tú no? –preguntó, sin morder el anzuelo.

Mierda.

–¿Por qué?

–¿Por qué qué, Gordo? Tendrás que ser más específico.

–¿Por qué les permites que vayan?

–Porque nosotros fuimos jóvenes e imprudentes alguna vez, y llenos de una rabia enorme y terrible. Y ahora ha pasado a ellos –suspiró–. Tú lo has vivido antes. Ya has pasado por esto. Pasó una vez. Y está pasando de nuevo. Confío en que tú evitarás que cometan los mismos errores que nosotros.

–No soy manada.

–No –confirmó, y no debería haberme dolido como me dolió–. Pero esa es una decisión tuya. Estamos aquí por las decisiones que tomamos. Quizás tengas razón. Quizás, si no hubiéramos venido aquí, Ox sería...

–¿Humano?

Un destello le atravesó la mirada de nuevo.

–¿Thomas…

Resoplé.

–No me contó una mierda. Pero no es difícil darse cuenta. ¿Qué ocurre con él?

–No lo sé –admitió–. Ni sé si Thomas lo sabía tampoco. No exactamente. Pero Ox es… especial. Distinto. Aún no se ha dado cuenta. Y quizás le lleve mucho tiempo hacerlo. No sé si es magia o algo más. No es como nosotros. No es como tú. Pero no es humano. No del todo. Es más que eso, creo. Que todos nosotros.

–Tienes que protegerlo. He fortalecido las guardas todo lo posible, pero tienes que…

–Es manada, Gordo. No hay nada que no haría por la manada. Me imagino que no te has olvidado de eso.

–Lo hice por Abel. Y luego por Thomas.

–Mentira –dijo, ladeando la cabeza–. Pero casi te lo crees.

–Tengo que… –murmuré, dando un paso atrás.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ravensong. La canción del cuervo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ravensong. La canción del cuervo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Ravensong. La canción del cuervo»

Обсуждение, отзывы о книге «Ravensong. La canción del cuervo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x