Como podemos derivar de esta conversación, lo que busca Wayne –quien asume el rol de superhéroe– es afirmar una visión de la justicia desde la óptica de la venganza o de la retribución. En tal sentido, entiende la justicia como algo que le compete al afectado y al victimario, y desdibuja de esta relación a la sociedad y al Estado. Por un lado, se trata de una visión más ajustada al sistema de valores estadounidense, donde, por ejemplo, la concepción del derecho penal es más cercana a esta visión víctima-victimario (Ferrajoli, 2001); por otro lado, se aparta de los desarrollos del Estado de derecho. Se trata de satisfacer la necesidad de venganza bajo la imagen de la justicia contra aquellos que atemorizan a los débiles, esto es, atemorizar a los que atemorizan.
Esto se reafirma en la siguiente conversación. Frente a un conflicto con la tierra, por el cual se ven afectados ciertos valores aceptados comúnmente por la sociedad, como es la propiedad, se vuelve a adoptar una postura de la justicia como un ejercicio de venganza. No obstante, se trata de una configuración de la justicia un tanto distinta a la venganza personal.
Wayne: ¿Quién es él?
Ducard: Él era un campesino. Entonces intentó apoderarse de la tierra de su vecino y se convirtió en un asesino. Ahora es un prisionero.
Wayne: ¿Qué le va a ocurrir?
Ducard: Justicia. El crimen no puede ser tolerado. Los criminales prosperan por la indulgencia del entendimiento de la sociedad. (Nolan y Goyer, 2005, § 53) (traducción propia)
Se trata de un ejercicio de la justicia en el cual no existe ningún tipo de proporcionalidad o análisis de culpabilidad del responsable. En lugar de eso, se recurre únicamente a la aplicación de una pena exorbitante como forma de prevenir la ocurrencia de nuevos delitos. Así es adoptada una concepción de prevención general del derecho.
Esta es una manera de interpretación del fenómeno criminal como consecuencia de un sistema social indulgente con quien comete un acto criminal, desprovisto de cualquier análisis de la persona que cometió tal conducta y de sus razones para hacerlo. Entonces, es un ejercicio de la justicia que no tiene la pretensión de reparar la situación o devolverla a su estado previo.
Ducard: Hay personas sin decencia […] que deben ser combatidos sin titubear, sin lástima. Tu rabia te da un gran poder. Pero si lo dejas, te destruirá, como casi lo hizo conmigo.
Wayne: ¿Qué la detuvo?
Ducard: La venganza.
Wayne: Eso no me ayuda.
Ducard: ¿Por qué, Bruce? ¿Por qué no podrías vengar a tus padres? (Nolan y Goyer, 2005, § 35) (traducción propia)
En este momento, Ducard busca convencer a Wayne de que existen personas que por su condición de criminales merecen ser combatidas sin titubear, sin lástima alguna. Esta afirmación tiene grandes similitudes con la concepción de amigo-enemigo, desarrollada por Schmitt (2009) y aterrizada al campo de los medios de comunicación por Zaffaroni (2011) y Pozuelo (2013), quienes sostienen que los medios presentan a los criminales como sujetos que se encuentran fuera de su comunidad o conjunto de valores morales y que, por ello, no merecen el mismo trato que reciben las personas comunes y corrientes.
En estas películas no es claro un rechazo contundente al discurso de Ducard. Por el contario, como puede ocurrir en el caso del Joker, es reafirmada la condición del otro del villano: con él no se puede dialogar o buscar un castigo proporcional. Por lo tanto, la única solución que queda sobre la mesa es la eliminación del mismo. Esta visión contrasta con el siguiente diálogo.
Wayne: Mis padres merecen justicia.
Rachel: No estás hablando acerca de justicia. Estas hablando de venganza.
Wayne: A veces son lo mismo.
Rachel: No. Nunca son lo mismo. La justicia es armonía. Venganza significa hacerte sentir mejor. Por eso tenemos un sistema [judicial] imparcial.
Wayne: Tu sistema no funciona. (Nolan y Goyer, 2005, § 43) (traducción propia)
En este apartado podemos ver a Bruce discutiendo con Rachel, una amiga de la infancia, con respecto al asesinato del responsable de la muerte de los padres de Bruce, debido a que este iba a testificar en contra de uno de los líderes de los criminales en Gotham City. Es evidente cómo Batman comienza a dudar de la posibilidad de que el derecho dé soluciones a sus problemas. Contrario sensu, como el derecho no es capaz de ofrecerle una solución a su conflicto, sugiere que debe tomar soluciones por fuera de este. En este punto son irrelevantes las formas que adopte la justicia, porque ella se reduce a venganza. Con posterioridad veremos cómo se reafirma esta tesis.
Alfred: Te estás perdiendo dentro del monstruo que representas.
Wayne: Estoy utilizando a este monstruo para ayudar a las personas, como mi padre lo hizo.
Alfred: Para Thomas Wayne, ayudar a otros no significaba probar nada a nadie, incluyéndolo a él mismo.
[…]
Alfred: Nosotros nos preocupamos por Rachel, pero lo que estás haciendo va más allá. Esto no puede ser personal, o solo eres un vigilante. (Nolan y Goyer, 2005, § 236) (traducción propia)
En este punto vemos una alusión clara a la idea de que el fin, que sería conseguir la justicia o salvar a Rachel, justifica los medios necesarios con tal de alcanzar el fin buscado. Por lo tanto, la justicia es importante por el objetivo que persigue. Como señalaría Ferrajoli (2001), a diferencia de las tradiciones occidentales del derecho, parte del fin de la justicia es aplicar un procedimiento que dé garantías o confianza a quienes se encuentran involucrados en su ejercicio.
Gordon (jefe de policía): Nunca te agradecí.
Wayne: Nunca vas a tener que hacerlo. (Nolan y Goyer, 2005, § 318) (traducción propia)
Esta escena, una de las últimas de la película, desarrolla el deber que tiene Batman de garantizar la seguridad de Gotham City. Podemos ver al jefe de investigaciones de la policía agradeciéndole a Batman por haber salvado la ciudad de forma altruista, lo que amerita que Batman replique que este no hizo nada por lo que tuvieran que agradecerle. Es decir, la labor de Wayne se consolida como su deber y no simplemente como un deseo suyo.
En este punto, cualquier tipo de retribución que reciba Batman fruto de su trabajo simplemente reafirma su lugar como el vengador: aquel que administra justicia por fuera de los parámetros del derecho estadounidense y cuyo ejercicio paralegal permite que la ciudad descanse en paz.
En la segunda película, The Dark Knight, Batman debe enfrentarse al Joker y se consolida, durante gran parte de la película, como el héroe o el elemento que permite realizar una ruptura en la aceptación de la delincuencia. Un elemento central del Joker, y la razón por la cual representa una amenaza real para Batman, es que no busca conseguir un fin en específico con la violencia que ejerce; solo busca causar caos.
Así, el nuevo antagonista de esta película es la anarquía máxima, que atenta contra el sistema de roles bajo los cuales funciona la sociedad. En tal sentido, representa una amenaza mayor que unas personas encaminadas a obtener réditos de su comportamiento. Resulta más peligrosa la violencia cuando ella no encaja en el sistema de valores occidental; cuando no protege la figura del trabajo.
Engel: Alcalde, usted fue elegido para limpiar la ciudad. ¿Cuándo planea iniciar?
Alcalde: Bueno, Mike, creo que ya empecé.
Engel: ¿Como el autollamado Batman? Hemos escuchado que está haciendo cosas bien. Los criminales están huyendo asustados. (Nolan y Nolan, 2008, § 22) (traducción propia)
Por un lado, se trata de una reafirmación del papel de Batman en la lucha contra el crimen. Así, el objetivo debe ser limpiar la ciudad de la delincuencia. En primer lugar, otra vez, se hace referencia a los delincuentes como esos otros de los que toca deshacerse. Después, se reconoce que dicha labor requiere un tratamiento distinto del jurídico: si bien este cuenta con las garantías para un ciudadano, puede que los delincuentes no las merezcan porque son ese otro del que toca deshacerse.
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