La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es la obediencia masónica más numerosa. Se define como “una institución iniciática, filosófica, educativa, benéfica y filantrópica. Reconoce la existencia del Gran Arquitecto del Universo y todas sus enseñanzas, actos y ceremonias se dirigen a captar la Esencia, el Principio y la Causa de todas las cosas.” Manifiesta en su Declaración de Principios que “Son sus principios la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Se propone: la investigación de la verdad, la perfección del individuo y el progreso de la humanidad”.
La Iglesia católica es contraria a la masonería. El papa Clemente XII prohibió pertenecer a ella, bajo pena de excomunión. Esta directiva fue renovada en 1751 por el papa Benedicto XIV y sigue vigente hasta hoy, como lo precisó en un documento el cardenal Ratzinger antes de ser Papa, a pesar de que no esté expresamente establecido en el Derecho Canónico. Corbière precisa: “Convengamos que la masonería era anticlerical y antiabsolutista, partidaria de la revolución y del librepensamiento, pero nunca fue anticatólica ni antirreligiosa, respetaba todas las confesiones religiosas o filosóficas y también a los ateos, materialistas, agnósticos o panteístas, porque partía de la idea de la tolerancia y la libertad de pensamiento, de creencias, base del credo liberal democrático-burgués.”61 Frau Abrines disiente en parte con esto al señalar que la masonería es opuesta al ateísmo porque, al negar la existencia de Dios o de todo Ser Supremo –denominado por la Masonería Gran Arquitecto del Universo– niega todos los principios de la Orden. Incluso llega a sostener que la creencia en la inmortalidad del alma ha sido considerada siempre como uno de los dogmas fundamentales de la masonería.62 Pero algunos masones tampoco están de acuerdo con estas afirmaciones. Lo que sí parece tener algún consenso es que, para ser masón, hay que creer en algo superior al hombre.
En cuestiones relativas a la educación la masonería y la Iglesia católica se han enfrentado muchas veces, particularmente en la época de la llamada generación del 80, a fines del siglo XIX.
1En la misma época que Probst, Saúl Taborda sostenía un concepto semejante: se puede estar a favor o en contra de Sarmiento, pero lo que no se puede hacer es negarlo.
2Probst, Juan: La instrucción primaria entre nosotros durante la época hispana. Conferencia pronunciada en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras el 10 de agosto de 1944, bajo los auspicios del Colegio de Graduados de dicha Facultad. Imprenta de la Universidad. Buenos Aires, 1944, p. 3. En esta conferencia Probst cuestiona algunos conceptos formulados por el P. Guillermo Furlong en una conferencia que pronunciara en la Academia Nacional de la Historia.
3Idem, p. 4.
4Idem, p. 5.
5En el año 2007, el conocido director de cine polaco, Andrzej Wajda filmó la película Katyn, en memoria de su propio padre, el capitán Jakub Wajda, asesinado en este hecho histórico. Todavía hoy el pueblo polaco pide justicia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
6Le Goff, Jacques: ¿Realmente es necesario cortar la historia en rebanadas? Trad. de Yenny Enríquez. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2016, pp. 11-12.
7Alberini, Coriolano: Problemas de la historia de las ideas filosóficas en la Argentina. Instituto de estudios sociales y del pensamiento argentino. Departamento de Filosofía, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, 1966. Hay una edición posterior, de la Secretaría de Cultura de la Nación y Editorial Fraterna, Buenos Aires, 1994.
8Barh, Fernando: El Deán Gregorio Funes y las ideas ilustradas en el Río de la Plata. En: Dorando J. Michelini, Jutta H. Wester (Eds.): La Filosofía ante los desafíos contemporáneos. Homenaje a Julio De Zan con motivo de sus 65 años. Río Cuarto, Universidad Católica de Santa Fe, Fundación ICALA, 2006, p. 285.
9Levene, Ricardo: Las Indias no eran colonias. Espasa-Calpe Argentina, Colección Austral, Buenos Aires, 1951, p. 161.
10Idem, p. 162.
11Idem, pp. 162-163.
12Caturelli, Alberto: Historia de la filosofía en la Argentina. 1600-2000. Ciudad Argentina, Buenos Aires, 2001, pp. 600/601.
13Caturelli, Alberto: El Nuevo Mundo. El Descubrimiento, la Conquista y la Evangelización de América y la Cultura Occidental. Universidad Autónoma del Estado de Puebla y EDAMEX, México, 1991, p. 84.
14Rojas, Ricardo: Eurindia. Ensayo de estética sobre las culturas americanas. Losada, Buenos Aires, 1951, p. 48.
15Caturelli, Alberto: Historia de la filosofía en Córdoba. 1610-1983. I. Siglos XVII-XVIII. Con el auspicio del CONICET, Córdoba, 1992, p. 50.
16Sierra, Vicente D.: El sentido misional de la conquista de América. Orientación Española, Buenos Aires, 1942, p. 24.
17Schmidl, Ulrico: Viaje al Río de la Plata. Emecé, Buenos Aires, 1997, p. 39.
18Idem, p. 43.
19Idem, pp. 43-44.
20Sierra, Vicente D.: ob. cit., p. 74.
21AA. VV.: Memorias de los Virreyes del Río de la Plata. Bajel, Buenos Aires, 1945, p. 164.
22Sierra, Vicente D.: Historia de la Argentina. Introducción. Conquista y Población (1492-1600). Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1975, p. 81.
23Sierra, Vicente D.: El sentido misional de la conquista de América, p. 32.
24Cfr. Juderías, Julián: La leyenda negra. Editora Nacional, Madrid, 1954.
25El padre Roque González fue santificado por el papa Juan Pablo II en 1988.
26Hanke, Lewis: La lucha española por la justicia en la conquista de América. Trad. de Luis Rodríguez Aranda. Aguilar, Madrid, 1959, p. 25 [Memorial sin fecha enviado al rey por Bernardino de Minaya y hallado en el Archivo General de Simancas, Sección de Estado, leg. 892, fol. 197 y ss] El maltrato que sufrieron los indios del Perú a manos de los españoles es inexcusable, pero nunca pudo ser peor del que sufrían bajo el régimen de los Incas.
27Sierra, Vicente: Historia de la Argentina. Introducción, Conquista y Población (1492-1600), p. 209.
28Randle, Patricio H.: Los orígenes de la ciudad hispanomericana y su trasplante en la Argentina. En AA. VV.: La ciudad. Su esencia, su historia, sus patologías. Fades ediciones, Buenos Aires, 1984, p. 159.
29Schmidl, Ulrico: ob. cit., p. 56.
30García, Juan Agustín: La ciudad indiana. Buenos Aires desde 1600 hasta mediados del siglo XVIII. Alpe, Buenos Aires, 1953, p. 112.
31Idem, p. 110.
32Garretón, Adolfo: Las Primeras Escuelas Municipales en el Actual Territorio Argentino. Sin editor, Buenos Aires, 1952, p. 12.
33Cfr. Sierra, Vicente: Así se hizo América. (La expansión de la Hispanidad en el siglo XVI). Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1955, p. 134.
34Gandía, Enrique de: Las ideas políticas en la época hispana. Roque Depalma editor, Buenos Aires, 1960, p. 31.
35Cfr. Hanke, Lewis, ob. cit., p. 168.
36Gandía, Enrique de: ob. cit., p. 53.
37Sierra, Vicente: Historia de la Argentina. Introducción, Conquista y Población (1492-1600), p. 84.
38Cfr. Gandía, Enrique de: ob. cit., pp. 38-39.
39Sierra, Vicente: El sentido misional de la conquista de América, p. 369.
40Recién con el plan de reformas de 1807, dispuesto por Fernando VII, las universidades comenzaron a realizar alguna renovación.
41Cfr. Lynch, John: América latina, entre colonia y nación. Trad. de Enrique Torner. Crítica, Barcelona, 2001, p. 183.
42Idem, p. 175.
43Idem, pp. 171-172.
44Chiaramonte, José Carlos: La ilustración en el Río de la Plata. Cultura eclesiástica y cultura laica durante el Virreinato. Sudamericana, Buenos Aires, 2007, p. 93.
45Idem, p. 21. Chiaramonte se refiere a la Introducción que hizo Probst a los Documentos para la historia argentina, t. XVIII, Cultura, la enseñanza durante la época colonial (1771-1810), del Instituto de investigaciones históricas de la Facultad de Filosofía y Letras, Peuser, Buenos Aires, 1924.
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