Alejandro Guillermo Roemmers - Vivir se escribe en presente

Здесь есть возможность читать онлайн «Alejandro Guillermo Roemmers - Vivir se escribe en presente» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Vivir se escribe en presente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Vivir se escribe en presente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Somos energías conscientes, que se expresan en un espacio-tiempo, cuyas circunstancias cambiantes nunca se repiten y cuyas acciones, por lo tanto, siempre tendrán un efecto diferente según la conjunción del momento y lugar donde se realicen.
En Vivir se escribe en presente, Ron, Fernando, Alexia y Michael enfrentan el dilema de estas circunstancias, protagonizando una historia cruda y profunda, en la que el amor, la amistad, las relaciones entre padres e hijos, la vocación y el destino se entrecruzan y generan un entramado de situaciones que nos hacen reflexionar sobre cada una de las pequeñas o grandes decisiones que tomamos a cada instante.
Alejandro G. Roemmers nos propone una historia atrapante e inteligente, que desnuda la incomunicación, las rigideces, los tabúes, las represiones y la forma egocéntrica y carente de empatía a la que nos conduce la vida urbana, autómata e inconsciente.
Una novela adictiva, un viaje de autoconocimiento y reflexión sobre la forma en que vivimos, ya que, aunque nos pasen inadvertidas, las palabras que decimos o callamos, los enojos y portazos, las decisiones que tomamos o eludimos, una despedida, un abrazo son las semillas que albergan nuestra suerte, porque el futuro lo estamos escribiendo hoy, en presente.

Vivir se escribe en presente — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Vivir se escribe en presente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Recordó también la promesa que le había hecho Tute al despedirse: “En esta fecha, dentro de un año exac­tamente, te llamo y volvemos a hablar”. No lo ha­bía hecho.

Era la media mañana de uno de esos días de Buenos Aires en que el tiempo no se decide a ser caluroso o frío. ¿Qué planes tenía para hoy? Ninguno. ¿Revisaría la carpeta de notas que había tomado durante su permanencia en México? ¿Pondría un poco de orden en las fotos, los recortes, toda esa documentación ahora inútil, descartada? ¿Llamaría a un amigo o a una amiga para proponerles una película o una cena? Sen­tía una inusitada modorra. Miró de nuevo la tarjeta de Londres y pensó que era tiempo de sacarla del anaquel y tirarla a la basura. Capítulo terminado.

Su mano se detuvo en la segunda repisa, donde estaban sus pocos libros y tomó un volumen grande de tapas duras, una colección de cuentos de hadas que le había regalado su madre. ¿Qué recuerdos tenía de ella? Pocos, nada, algunas imágenes que ya no sabía si eran verdaderos recuerdos o memorias de fotos vistas en la casa paterna. Una mujer bella, de cabellos oscuros, en vestido de fiesta; la cara sonriente un poco regordeta, con grandes pendientes en forma de mariposa; otra en traje de baño, en la playa, junto a su padre, alto y buen mozo. ¿Pero cómo era su voz, el roce de sus manos? No podía recordarlo. A los cuatro años la memoria es caprichosa: guarda el sabor de un pastel de chocolate, pero no la voz de la madre que seguramente le habría leído cuentos como esos. Fernando recordaba las imágenes del libro, pero las había visto muchas veces desde entonces. Al colocarlo de nuevo sobre la repisa, su memoria recobró de pronto la imagen de su madre sonriendo débilmente en la cama del hospital.

El timbre lo sobresaltó. Fue hasta el intercomunicador y apretó el botón; una voz alegre lo saludó: “¿Estabas durmiendo? Mira que eres vago. Son casi las once. Subo igual”. Le llevó unos segundos reconocer la voz de Alexia. ¿Se habían dado cita? ¿Lo habría olvidado? Al abrir la puerta, su amiga, toda sonriente, le puso en las manos una botella de champán y lo besó en las dos mejillas:

–Felicitaciones, querido. No quería que se te pasara el aniversario sin un brindis.

–¿Qué aniversario? ¿Qué haces en Buenos Aires?

–Querido –dijo Alexia, quitándose la chaqueta y colgándola de un perchero cerca de la puerta–. No te habrás olvidado de que hace justo un año te dieron ese diploma que tienes colgado allí como un certificado de bautismo. ¿O es que cuando uno se recibe de periodista pierde la memoria de todo tiempo pasado? Bueno, para eso estoy yo. Para recordarte tus triunfos ahora que estoy de vuelta en la Reina del Plata. Después te contaré mis aventuras ecuatorianas. ¡Una verdadera odisea! –Alexia hizo el gesto histriónico de pasarse la mano por la frente como una actriz de tragedia–. Pero ahora, a celebrar lo tuyo. Porque tú fuiste el mejor promedio de nuestra promoción, ¿te acuerdas? ¡Mira! El chico es tan modesto que se sonroja. Hoy decido yo. Almorzamos juntos aquí y nos tomamos la botella de champán entera. Ponla a enfriar. Eso lo sabes hacer, ¿no? ¿Y qué tienes que te pueda cocinar?

El refrigerador estaba casi vacío, y la despensa también, salvo por un par de cebollas, unos fideos secos y una cabeza de ajo.

–Fíjate, te hago una lista y te vas al súper. Yo entretanto pongo la mesa.

Y Alexia lo empujó hacia la puerta. No había alcanzado el ascensor cuando lo llamó:

–¿Tienes tu celular? Por si me acuerdo de algo más que necesite.

Fernando se palpó el bolsillo. Lo tenía.

Capítulo 2 Exactamente un año antes a principios de un noviembre que - фото 9

Capítulo

2

Exactamente un año antes, a principios de un noviem­bre que amenazaba con ser más caluroso y húmedo que el anterior, Fernando se estaba vistiendo ante el espejo del dormitorio. Mientras se abrochaba la camisa, miraba de reojo a Tute, que lo observaba con esos ojos verdosos que sus pestañas espesas no conseguían ocultar, dándole siempre ese aspecto lánguido y seductor que a Fernando le parecía irresistible, quizás porque la cara dulce e infantil se contradecía con el cuerpo inquieto y musculoso. “¿Te fijaste que los animales más fuertes casi siempre tienen miradas dulces?”, le había dicho a Tute una tarde cuando se paseaban frente a la jaula de los bisontes en el zoológico. Tute se había sonrojado.

–¿Qué te parece esta camisa? ¿Suficientemente formal?

–Sí, te queda bien –respondió Tute, poniéndose de pie–. Deja que te arregle el cuello.

Al sentir el roce de sus dedos en la nuca, Fernando tuvo un leve estremecimiento. Estaba por darse vuelta y besarlo, cuando Tute lo apartó y le dijo:

–No, espera. Tengo que decirte algo.

–Te ves muy serio. Mejor me siento.

Fernando se acomodó en el borde de la cama y Tute hizo lo mismo.

–Fernando –Tute empezó con un ligero temblor en la voz–, sabes que yo te quiero mucho.

–Sí.

–Y yo sé que tú me quieres.

–Sí.

–Pero tú tienes veinticuatro años, acabaste tus estudios, vas a tener una carrera de periodista.

–Sí, con suerte. Eso quiero.

–Bueno, pero ¿yo qué? Tenía apenas diecinueve años cuando llegué de Tucumán sin saber qué iba a hacer, con muchas ganas de construirme una vida aquí, en la gran ciudad.

-Sí, y nos conocimos unos días después. Yo te vi en ese bar y me enamoré a primera vista. Mejor dicho, a primera oída, porque fue tu tonadita la que me encantó. Eso fue hace cuatro años y todavía me encanta.

–Lo sé, y te agradezco todo lo que hiciste por mí, cuán­to me enseñaste, cómo me cuidaste. Pero, Fer­nando, ahora...

–¿Ahora qué?

–Yo te sigo queriendo mucho, pero siento que necesito hacer mi vida, ver algo de mundo...

–Tute, cuando consiga un trabajo estable de periodista es probable que tenga que viajar. Podríamos viajar juntos.

–No me entiendes. Esto es difícil decirlo. Pero necesito estar un tiempo solo. Tú ya has viajado, has recorrido Europa, has estado en Nueva York antes de conocernos. Yo quiero hacer lo mismo. ¿Sabes?, la plata que me dabas para Navidad, para mi cumpleaños, cuando me decías que fuera a comprarme algo que me gustara, bueno, la estuve ahorrando. Y ahora tengo para un pasaje a Europa y algo más.

–¿Te quieres ir entonces?

–Tengo un pasaje para el sábado. A Londres.

–¿Me vas a dejar? ¿Así? ¿De repente?

–Te pido que entiendas. Yo quiero que estemos juntos. Pero antes necesito irme por mi cuenta, ver otros lugares...

–Y conocer otra gente...

–Sí.

–Y yo ¿qué hago ahora?

–No te digo que sea para siempre. Mira, hagamos esto. Dame un año. Dentro de un año exactamente, hablamos y vemos en qué estamos. Yo te quiero, Fer­nando, no aguanto la idea de perderte. Pero necesito hacer esto. Por favor, entiéndeme.

–Te entiendo. Pero no te entiendo.

Tute rodeó a Fernando con su brazo derecho y con la mano izquierda acercó su cara a la suya. Le dio un beso fuerte, al que Fernando no respondió, y se puso de pie. Tomó su camisa –era una que Fernando le había regalado hacía meses y que Tute decía que era su favorita– y se la puso. Se volvió para mirar una vez más a Fernando, que permanecía mudo sentado en la cama, y salió del departamento.

Fernando siguió inmóvil un largo rato. Le costaba respirar. Al final, con esfuerzo, se levantó, eligió una corbata sin verla, la anudó automáticamente, se puso el saco y salió a la calle. “Siento como si me faltase un brazo o una pierna –pensó–. Es como si tuviera una pesadilla. Ojalá pronto me despierte”.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Vivir se escribe en presente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Vivir se escribe en presente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Guillermo Martinez - The Oxford Murders
Guillermo Martinez
Gabriel Márquez - Vivir para contarla
Gabriel Márquez
Ángel Morancho Saumench - Marina escribe un libro
Ángel Morancho Saumench
Flavio Salinas - Escribe, Sirio, escribe
Flavio Salinas
Juárez - visiones desde el presente
Неизвестный Автор
Отзывы о книге «Vivir se escribe en presente»

Обсуждение, отзывы о книге «Vivir se escribe en presente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x