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Blastocystis sp. es un protozoo que se transmite por contaminación fecal. Es una de las parasitosis intestinales frecuente en zonas tropicales. En general se considera no patógeno. Algunos estudios afirman su patogenicidad, al causar diarrea y otros síntomas digestivos. En estos casos el tratamiento más utilizado son los 5-nitroimi-dazoles.
Blastocystis sp. se descubrió en 1911 y se consideró una levadura. 1Al año siguiente se nombró Blastocystis hominis con el mismo concepto de levadura intestinal inocua. 2En la década de los 70 se hicieron estudios que permitieron reclasificarlo como protozoo. 3Después de estos estudios se han realizado numerosos trabajos sobre la parasitosis, pero aún existe la controversia de si actúa como un organismo comensal o patógeno. 4
Este parásito, por lo general, tiene forma esférica, un tamaño que oscila entre 4 y 20 µm, en algunos casos hasta 40 µm; está provisto de una gran vacuola retráctil dentro de una delgada capa de citoplasma, posee varios núcleos periféricos ( figura 3-12), mitocondria, aparato de Golgi y un retículo endoplásmico propio de los protozoos. 5En el microscopio electrónico se ven más definidos los núcleos ( figura 3-13). En algunos casos se observan formas granulares, colapsadas, ameboides o quísticas. 6,7Los análisis genéticos de este parásito han permitido describir 17 subtipos, de los cuales del uno al nueve se han encontrado en humanos y el tres es el que predomina en estudios epidemiológicos. 8Esta variedad genética podría explicar la presencia o ausencia de patogenicidad.
La infección humana se adquiere por contaminación fecal a partir de otras personas o reservorios. La forma infectante no está claramente definida, pero lo más aceptado es que está constituida por quistes de pared dura. 9Este parásito se localiza en el colon, donde existen cuatro formas de reproducción asexual: división binaria; plasmotomía, que consiste en la formación de varios núcleos que originan varios organismos; endodiogenia, en la que una célula madre origina dos hijas antes de que se divida el parásito ( figura 3-14); y esquizogonia, que es la formación de gran cantidad de células hijas que forman un esquizonte. De estas formas de reproducción, la más frecuente y aceptada es la división binaria. El parásito tiene dos tipos de quistes que salen en la materia fecal, uno con cubierta fibrilar externa y el otro sin ella; la primera se forma a medida que el quiste madura. Algunos estudios indican que los quistes sin la cubierta externa salen con mayor frecuencia en la materia fecal. 10,11
Figura 3-12. Blastocystis sp.Trofozoíto en materia fecal, con coloración tricrómica. Se observan los núcleos periféricos.
Cortesía: LR Ash, TC Orihel, Atlas de parasitología humana. Ed. Panamericana.
Figura 3-13. Blastocystis sp.Trofozoíto observado en el microscopio electrónico en materias fecales.
Cortesía: C.H. Zierdt, NIH, Bethesda, USA.
Blastocystis hominis es un parásito del colon y no hay un concepto unánime sobre si es o no patógeno. 12Estudios experimentales en animales se interpretan como apoyo para la capacidad patógena. En cobayos infectados con el parásito y bacterias intestinales de origen humano, 14 de 43 animales desarrollaron la infección. Los que tuvieron infecciones intensas presentaron diarrea. Cuando se inyectó el parásito en el ciego se produjo hiperemia y penetración del parásito a las células epiteliales, pero no a la lámina propia. 13Varios autores describen la presencia de inflamación del colon; uno de ellos realizó estudios colonoscópicos y biopsia que demostraron inflamación no específica, edema, presencia de linfocitos y plasmocitos, sin evidencia de invasión del parásito, por lo cual concluyen que la patogenicidad de se debe a reacción alérgica e inflamación inespecífica. 14,15Existen varias publicaciones de blastocistosis extraintestinal que incluyen las articulaciones, la uretra, el peritoneo y el bazo, las cuales se basan en la identificación morfológica de organismos similares a Blastocystis , lo cual no es una evidencia segura de que corresponda a este parásito. 16,17
Figura 3-14. Blastocystis sp.Reproducción por endodiogonia, que origina dos células hijas.
Cortesía: C.H. Zierdt , NIH, Bethesda, USA.
Existe controversia para definir si B. hominis es un comensal intestinal o un verdadero patógeno. La mayoría de las personas parasitadas con Blastocystis son portadoras asintomáticas. Existen numerosas publicaciones que correlacionan la presencia del parásito con la sintomatología clínica, principalmente diarrea, dolor abdominal, náuseas y flatulencia. En un estudio en España se encontró asociación estadísticamente significativa entre Blastocystis hominis en pacientes que no presentaban otros parásitos patógenos y sintomatología digestiva, esencialmente diarrea y dolor abdominal. 18Esta investigación no buscó otras causas de diarrea no parasitaria, lo cual resta credibilidad a los resultados. En Canadá, en 530 pacientes con blastocistosis hubo manifestaciones clínicas gastrointestinales en 143; se sugiere que el protozoo puede ser causante de los síntomas o está asociado a otras causas. 19La blastocistosis se relacionó con la diarrea de los viajeros, puesto que el 15,6% de estos tenía sintomatología digestiva y presencia del parásito. 20Por el contrario, otras investigaciones no comprueban la patogenicidad de este parásito. En un estudio en California, en 307 pacientes con esta parasitosis, de los cuales 182 eran asintomáticos y 125 sintomáticos, no se encontró diferencia estadística significativa. 19,21Otra investigación en pacientes con colon irritable y la presencia de B. hominis no le atribuye acción patógena al protozoo. 22Tampoco hubo sintomatología o hallazgos endoscópicos en adultos sanos a pesar de la presencia del parásito. 23En una investigación en Cuba, en pacientes con sida, no hubo relación entre la presencia de síntomas gastrointestinales y blastocistosis. 24
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