30«’Zur Geschichte der Religion und Philosophie in Deutchland», Werke, ed. E. Elster, vol. IV, pp. 249-261. (Heine, Sobre la Historia de la religión y la filosofía en Alemania, traducción de Manuel Luzón, Alianza Ed., Madrid, 2008.)
31«‘The Stateman’s Manual’», en The Political Tracts of Wordsworth, Coleridge y Shelley, ed. R. J. White (Cambridge, 1953), p. 37.
32Manfred, Acto I, escena I.
33El grado de actividad reflexiva es lo que diferencia básicamente a Sturm und Drang del romanticismo. Walzel, op. cit., pp. 7-9.
34Kluckholm, op. cit., p. 12.
35Shelley, «On Life», Essays and Letters, ed. E. Rhys (Londres, 1887), p. 76.
36Vom Erkennen und Empfinden der Menschlichen Seele», Werke, ed. Suphan, vol. II, p. 311.
37T. Litt, en su estudio Kant und Herder (Heidelberg, 1949) ilustra con bastante habilidad cómo Herder aplicaba modelos estéticos a todos los problemas filosóficos, y cómo esta orientación subyace en todas sus diferencias con Kant.
38Kritische Wälder, Werke, vol. III, pp. 94-104.
39Von Erkennen, etc., pp. 314-315.
40God: Some Conversations, trad. y ed. F. H. Burckhardt (Nueva York, 1949), pp. 211 y 213.
41Religious Musings.
42God, pp. 122-124, 149-155, 165-167 y 211-212.
43K. Viëtor, Goethe the Poet, trad. Moses Hadas (Cambridge, Mass., 1949), p. 14, y Goethe the Thinker, trad. de B. Q. Morgan (Mass., 1950), p. 70. A pesar de la vasta literatura sobre Goethe y la gran variedad de interpretaciones posibles, me he basado casi en exclusiva en Viëtor. Aunque he consultado otros autores, ninguno resultaba lo suficientemente adecuado para los objetivos del presente estudio. Viëtor presenta un análisis detallado de las obras poéticas y una interpretación de los escritos filosóficos y científicos de Goethe, pero los mantiene separados. Aunque esto pueda inducir a reiteraciones, es conveniente para el no especialista. Más aún, Viëtor tiende a adoptar una postura más moderada en la mayoría de las grandes controversias.
Entre las presentaciones absolutamente no-biográficas de las ideas de Goethe, el filósofo H. Siebeck, en su Goethe als Denker (Stuttgart , 1922), tiene más o menos la misma orientación que Viëtor, pero no trata individualmente las obras poéticas. La obra de B. Fairley, A Study of Goethe (Oxford, 1947), es bastante completa, pero pone al poeta en un vacío intelectual y analiza su pensamiento solo como emanación de su personalidad. En cuanto a los demás estudios biográficos, Goethe, de F. Gundolf (Berlín, 1922) es el más impresionante. Sin duda, está muy por encima del catálogo habitual de los amoríos de Goethe, pero es más un esfuerzo por crear una imagen de Goethe como Superhombre creativo que un estudio de sus ideas.
De los estudios más especializados, aquellos que tratan las relaciones de Goethe con el movimiento romántico son los únicos realmente vitales para el presente estudio. F. Strich, Goethe and World Literature, trad. C. A. M. Sym (Londres, 1949), analiza en extensión la influencia de las ideas literarias de Herder en Goethe, así como el impacto de este último en el movimiento romántico en Europa en su conjunto. El autor, sin embargo, tiende a separar demasiado el primer Goethe del más tardío. Quizá no haya nada que pueda ilustrar mejor el grado de romanticismo de Goethe que su actitud hacia Kant. E. Cassirer, en un breve ensayo, trata de probar que, aunque siguieron caminos totalmente distintos, poeta y filósofo llegaron más o menos a las mismas conclusiones, Rousseau, Kant, Goethe, trad. J. Gutmann, P. O. Kristelles y J. H. Randall Jr. (Princeton, 1945), pp. 61-98 (Cassirer, Rousseau, Kant, Goethe: Filosofía y cultura en la Europa del siglo de las Luces, traducción de R. R. Aramayo, S. Más, Fondo de Cultura Económica, México, 2014). Por otro lado, G. Simmel, en su Kant und Goethe (Leipzig, 1916), muestra de forma mucho más convincente que los dos representan dos formas totalmente opuestas de pensamiento humano. El presente estudio analiza a Goethe como un autor romántico, pero eso no quiere decir que solo pueda considerarse como miembro de esta o cualquier otra escuela «literaria».
44E. Heller, The Disinherited Mind (Cambridge, 1952), pp. 24-25; Viëtor, Goethe the Thinker, pp. 65-68.
45Pascal, op. cit., pp. 170-216; Viëtor, Goethe the Thinker, pp. 65-68.
46Goethe the Thinker, pp. 103-116 y 135-160.
47Ibid., pp. 145-146.
48Ibid., p. 95, y Goethe the Poet, pp. 38-48.
49L. P. Smith, Words and Idioms (Boston y Nueva York, 1925), p. 77.
50Ibid., pp. 101-105.
51«Biographia Literaria». en Selected Poetry and Prose of Coleridge, ed. D. A. Stauffer (Modern Library, Nueva York, 1951), p. 263; Philosophical Lectures, ed. K. Coburn (Nueva York, 1949), p. 452, n. 25.
52Schleiermacher’s Soliloquies, trad. y ed. H. L. Fries (Chicago, 1926), p. 81.
53F. A. Lea, Shelley and the Romantic Revolution (Londres, 1945), pp. 221-227 y 253-254.
54On the Asthetic Education of Man, trad. y ed. R. Snell (Londres, 1954), p. 30.
55Ibid., p. 67.
56Ibid., pp. 74-75.
57Ibid., pp. 101-102 y 99.
58Ibid., p. 80.
59Ibid., pp. 39-40.
60Ibid., p. 37.
61Foundations of the Metaphysics of Morals, trad. L. Beck, loc. cit., pp. 108-109; Critique of Practical Reason, pp. 180-195. (Hay varias traducciones al castellano, desde Crítica de la razón práctica, trad. Roberto R. Aramayo, Alianza Ed., Madrid, 2013, hasta la famosa traducción de M. García Morente y E. Miñana, recuperada por Tecnos, Madrid, 2017. N.T.)
62Ibid., p. 195.
63The Introduction to Hegel’s Philosophy of Fine Art, trad. y ed. B. Bosanquet (Londres, 1905), pp. 152-155.
64«A Defence of Poetry», Essays and Letters, p. 12. (Shelley, En defensa de la poesía, trad. Carlos Sahagún, Libros de la Frontera, Alicante, 2013. N.T.)
65«Prefacio» a Prometeo encadenado.
66«A Defence of Poetry», pp. 6 y 36. (Defensa de la poesía, op. cit.)
67Ibid., pp. 32-33.
68Ibid., p. 37.
69Ibid., p. 9.
70H. Read, Education through Art (Londres, 1943), pp. 1, 263 y 278; A. Camus, The Rebel, trad a. Bower (Londres, 1953), p. 237. Esta es la frase que cierra Defensa de la Poesía.
71Friedrich Schlegel, «Ideem», Athenaeum (Berlín, 1800), vol. III, p. 13. (En castellano tenemos Conversación sobre la poesía, Biblos, Buenos Aires, 2005, que recoge varios de los artículos publicados en Athenaeum. N.T.)
72Novalis, Fragments, Werke, ed. H. Friedmann, vol. III, p. 211. (Novalis, Gérmenes o fragmentos, trad. J. Gebsner, Ed. Renacimiento, Sevilla, 2006.)
73Kluckholm, op. cit., p. 11.
74Of Human Freedom, trad. y ed. J. Gutman (Chicago, 1936), p. 95.
75Fragmente, Werke, vol. III, p. 54.
76On Heroes and Heroworship (T. Y. Crowell & Co., Nueva York, n.d.), p. 78.
77H. U. von Balthasar, Prometheus (Heidelberg, 1947), p. 637.
78The Vocation of the Scholar, Popular Works, trad. W. Smith (Londres, 1889), vol. I, p. 193.
79Ibid., p. 156. X. Léon, Fichte et son Temps (París, 1924), vol. II, pp. 180-226.
80Fichte, The Present Age, Popular Works, vol. II, pp. 183-190.
81Ibid., pp. 62-63.
82Un análisis breve pero iluminador de las complejas relaciones entre Hegel y los románticos puede encontrarse en R. Kroner, «Introduction» a Early Theological Writing de Hegel, ed. T. M. Knox (Chicago, 1948), pp. 1-66. También R. Haym, Hegel und seine Zeit (Berlín, 1857), pp. 31-37.
83Phenomenology, p. 105. (Traducción al castellano, op. cit.)
84Ibid., p. 126.
85Ibid., p. 72 (la cursiva es del propio Hegel).
86Ibid., p. 93.
87Ibid., p. 387 (la cursiva es del propio Hegel).
88Philosophy of Fine Art, pp. 87-88. (Hegel, Filosofía del arte o estética, trad. Domingo Hernández, Abada, Madrid, 2008.)
89G. W. F. Hegel, The Philosophy of History, trad. J. Sibree (Nueva York, 1900), p. 49. (Hegel, Filosofía de la historia, trad. José Gaos, Losada, Madrid, 2011.)
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