© Daniel Goya, Juan Vrsalovic y Norberto Sáinz, 2010
Inscripción N° 195.099
ISBN Edición Impresa: 978-956-17-0467-1
ISBN Edición Digital: 978-956-17-0895-2
Derechos Reservados
Ediciones Universitarias de Valparaíso
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Calle 12 de Febrero 187, Valparaíso
Teléfono: 227 3087 – Fax: 227 3429
E.mail: euvsa@ucv.cl
www.euv.cl
Dirección de Arte: Guido Olivares S.
Diseño: Mauricio Guerra P.
Asistente de Diseño: Alejandra Larraín R.
Corrección de Pruebas: Osvaldo Oliva P.
Índice
Prólogo
1. Introducción
2. De la Sociedad Industrial
2.1 Impulsores del crecimiento en la Sociedad Industrial
2.1.1 Mano de obra
2.1.2 Capital y sistema financiero
2.1.3 Tecnología
3. Competitividad, crecimiento y desarrollo
3.1 Competitividad y países en desarrollo
3.1.1 América Latina
3.1.2 Chile
3.1.3 Nuevas economías “núcleo”
4. De la sociedad del conocimiento
4.1 “Nueva Economía”
4.1.1 Retroalimentación positiva
4.2 Impulsores del crecimiento en la sociedad del conocimiento
4.2.1 Los impulsores clásicos
4.2.2 Informatización
4.2.3 Informacionalización
4.2.4 Globalización y redes
4.3 Conocimiento y aprendizaje
4.3.1 Información y conocimiento
4.3.2 Aprendizaje
4.4 Conclusiones sobre la sociedad del conocimiento
5. De la innovación
5.1 Definición y conceptos importantes
5.1.1 Definición
5.1.2 Administración de la innovación
5.1.3 Innovación radical e incremental
5.1.4 Fuentes de innovación
5.1.5 Trayectoria tecnológica
5.2 De los sistemas de innovación
5.3 Impulsores de la innovación en la sociedad del conocimiento
6. Redes de informació
6.1 Redes de personas
6.2 Clusters
6.2.1 Redes de personas en clusters
6.2.2 Estructura y entradas externas
6.2.3 Recursos y capacidades de conocimiento
6.2.4 Innovación y comentarios finales
6.3 Redes emergentes
6.3.1 Conexiones bilaterales y conceptos básicos
6.3.2 Conexiones multilaterales
6.3.3 Estructura
6.4 Conclusiones
7. Metodología para análisis de redes
7.1 Fundamentos y objetivos
7.2 Etapas
7.2.1 Analizar la industria y la empresa
7.2.2 Desarrollar capacidad de redes
7.2.3 Evaluar grupos y posición deseada
7.2.4 Evaluar contactos actuales y potenciales
7.2.5 Potenciar capacidad de alianzas
7.2.6 Crear, reforzar, o eliminar contactos
7.2.7 Explotar contactos existentes
8. Conclusiones
8.1 Limitaciones del estudio
8.2 Trabajo futuro
9. Bibliografía
Prólogo
Si hay algo que distingue a la innovación es su carácter colectivo. Ya sea si se analiza como un proceso, o bien, como un resultado, no es difícil notar que son muchos los responsables de que una idea potente termine cristalizándose en un nuevo producto o proceso. O en una nueva forma de organizar la producción, una nueva estrategia de marketing o simplemente en algo que crea valor.
Lo colectivo del proceso se explica por una de las principales características que tiene el conocimiento, lo tácito. Mirar el manual o leer el artículo científico no es suficiente para comprender un problema o entender su solución. Ni menos replicarlo. Quizá su máxima expresión sea la relación maestro aprendiz. Lo tácito del conocimiento justifica, entre otras cosas, la necesidad de estar cerca, físicamente cerca. Hay varios que sugieren que entre más temprano u original el conocimiento, más relevantes son las interacciones entre aquellos que lo desarrollan.
Hay, eso sí, un aspecto fundamental en la existencia y sobre todo la sustentabilidad de dichos lazos, y tiene que ver con la confianza. No es difícil intuir que para articular redes las partes se deben encontrar. En algún momento y contexto deben interactuar. No obstante, dado lo costoso y tedioso que es conocer a nuestro interlocutor previo a cualquier acto de interacción, debemos hacer un acto de fe sobre su conducta futura. Aquella que varias veces
sometemos a prueba durante la relación. Así, más allá de los incentivos detrás de la creación de dichos lazos, las redes descansan sobre esta base fundamental, la confianza. Lo anterior cobra especial relevancia en la innovación, por esencia incierta y con altas dosis de riesgo.
Obviamente que dichos vínculos van transformándose con el pasar del tiempo. Son intrínsecamente dinámicos. Y mientras los incentivos persistan, mientras las confianzas existan, los vínculos pueden perdurar en el tiempo. Ello a pesar de que tanto el contexto como los participantes puedan sufrir cambios. Y de hecho cambian. Tanto a nivel de las personas, de las empresas, de las regiones y de los países.
Esa es la invitación que nos hace este magnífico ensayo. A centrar la atención sobre los vínculos, las relaciones y los lazos bajo el prisma de la innovación. Mucho se ha escrito sobre los agentes que participan en la innovación, los roles y responsabilidades necesarias para su desarrollo. Pero poco se ha dicho sobre los vínculos entre quienes participan. En la creación de valor, que es a la larga la mejor definición de innovación, las redes dan justamente cuenta de dicho quehacer. Afinar la puntería en el análisis sobre estos elementos es uno de los grandes aportes de este ensayo.
Y dicho análisis no sólo puede ser llevado adelante cuando se estudia una empresa o una universidad sino también una región o incluso una nación. El concepto de Sistema de Innovación, extensamente tratado en este ensayo, tanto a nivel local como nacional, ha sido un marco de análisis de gran relevancia a la hora de caracterizar dinámicas innovadoras.
Ciertamente aun no sabemos las especificidades del cómo algunas naciones han logrado desarrollarse de la mano de la innovación. Quizá el secreto no sea sólo entender a los agentes que participaron en dicho proceso sino también centrar la mirada en los vínculos entre ellos. Esa es la invitación de este libro. Esa es su gran innovación.
José Miguel Benavente, Ph.D.
Director Centro Intelis
Depatamento de Economía
Universidad de Chile
1. Introducción
La humanidad, a lo largo de su historia, ha sufrido pocos procesos de cambio realmente radicales, y parece ser que actualmente se vive uno de ellos. Alvin Toffler habla de tres “olas” que han cambiado totalmente a la sociedad. La primera ola fue la aparición de la agricultura, que lentamente, con el paso de miles de años, alcanzó a la gran mayoría de la población mundial, cambiando completamente las estructuras sociales, y creando la base para el surgimiento de la civilización. La segunda ola, gatillada por la Revolución Industrial, se desplegó en unos 300 años, generando también enormes transformaciones económicas, sociales y culturales. Toffler sitúa el nacimiento de la tercera ola después de la Segunda Guerra Mundial, y plantea que probablemente las generaciones actuales alcancen a vivir para ver el resultado, debido a la velocidad con que esta nueva ola avanza. El proceso determinante de este rápido avance ha sido la globalización.
La globalización no es algo totalmente nuevo. Algunos dicen que la primera globalización fue el comienzo del intercambio comercial y cultural entre Europa y Asia, hace ya varios siglos. Otros plantean que empezó alrededor de 1850, gracias a las nuevas tecnologías de la Primera Revolución Industrial, que aumentaron la productividad y redujeron los costos de transporte, lo que trajo consigo una mayor movilidad de la población. Con la Segunda Revolución Industrial, que trajo los motores eléctricos y de combustión interna, y consigo nuevos modelos de producción y administración, el capitalismo empezó a consolidarse como modelo económico.
Читать дальше