Luis Carlos Villamil Jiménez - Salud pública veterinaria

Здесь есть возможность читать онлайн «Luis Carlos Villamil Jiménez - Salud pública veterinaria» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Salud pública veterinaria: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Salud pública veterinaria»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La publicación de este libro representa un importante paso en documentar, analizar y comentar los retos pasados, presentes y futuros relacionados con la Salud Pública Veterinaria (SPV). En general, este libro analiza la SPV en el contexto latinoamericano, con especial énfasis en Colombia. Actualmente, el mundo está presenciando la globalización, la urbanización, el crecimiento demográfico y el consumo desmedido de los recursos naturales. Asimismo, están haciéndose sentir las consecuencias directas e indirectas de los cambios climáticos, la extendida recesión económica y los recientes trastornos políticos. También empiezan a reconocerse las estrechas y múltiples relaciones entre salud animal, salud humana y salud del medio ambiente. Es con este trasfondo que los autores hacen un llamado a la urgente necesidad de confrontar problemas que emergen desde la interfaz humano-animal-medio ambiente en una forma holística y multidisciplinaria para identificar riesgos y encontrar soluciones coherentes, efectivas, sensibles y sostenibles.

Salud pública veterinaria — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Salud pública veterinaria», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Claude Bourgelat, fundador de la Escuela de Lyon, abogado y destacado equitador, fue nombrado director de la Academia de Equitación en Lyon en 1740. Su extenso trabajo y cariño por los caballos le convencieron de la necesidad de una nueva profesión: la medicina veterinaria, para contar con profesionales que contribuyeran a la prevención y el control de los complejos problemas sanitarios de las especies animales. Hacia 1750, la década de la Enciclopedia, Bourgelat participó asiduamente en las actividades científicas que se emprendieron en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII. Las publicaciones Nouveau traité de cavalerie y de Éléments d'hippiatrique, lo convirtieron en uno de los principales autores de su época, entre los que se destacaba por su metodología científica, adquirida durante su trabajo cooperativo con los cirujanos de Lyon, con quienes había estudiado la anatomía de los equinos (Reyes et ál., 2004).

Gracias a sus publicaciones, fue nombrado, en 1752, miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de París. Diderot y d'Alembert le propusieron colaborar en la elaboración de la Enciclopedia (Diccionario Razonado de las Ciencias, las Artes y los Oficios, constaba de diecisiete volúmenes, editados en París entre 1751 y 1772) y redactar todos los “artículos relacionados con la doma de caballos, la herrería y las artes afines". Tras corregir los textos de los autores que le habían precedido, en 1755 entregó el primero de sus cerca de 250 artículos. Su obra le permitió establecer relaciones fuera de su círculo de amigos y colaboradores de Lyon; Malesherbes y Voltaire lo apoyaron en sus actividades universitarias.

En 1761, en la Francia de Luis XV, se quiso promover la prevención de las enfermedades del ganado, la protección de los pastos y la instrucción de los campesinos. La gestión de esta reforma agrícola propuso, entre otras cosas, crear otra escuela de veterinaria en Lyon y nombrar a Bourgelat director de esta. Dos años después, un real decreto nombraba a Bourgelat “Director e inspector general de la Escuela Veterinaria de Lyon y de todas las escuelas veterinarias creadas y por crear en el Reino" y más adelante, “Comisario general de las caballerizas del Reino".

El 4 de agosto de 1761, un decreto del Consejo de Estado del Rey autorizó a Bourgelat a “abrir una escuela en la que se enseñen públicamente los principios y métodos para curar las enfermedades de los animales". La Escuela abrió las puertas a sus primeros alumnos en febrero de 1762. El 3 de junio de 1764, otro decreto del Consejo de Estado del Rey confería a la Escuela de Lyon el título de Real Escuela de Veterinaria. Más tarde pasó a ser imperial y, finalmente, nacional.

En 1765, por orden de la corona, Bourgelat creó una escuela en París. La nueva escuela se instaló en Alfort; el arquitecto Soufflot se encargó de las obras de acondicionamiento. La escuela abrió sus puertas en octubre de 1766. Honoré Fragonard fue su primer director, mientras Bourgelat se desempeñaba como inspector general de las escuelas de veterinaria. En la Escuela de Alfort se impartían tres tipos de formación: la propia de los futuros veterinarios, la destinada a los inspectores de criaderos de caballos y una formación especial para veterinarios militares.

Los fundadores de las escuelas veterinarias de Europa se formaron en Lyon y en Alfort a finales del siglo XVIII. Unos eran franceses que se expatriaron después de su formación y otros extranjeros que fueron enviados a Francia por los gobiernos de sus países para aprender los principios fundamentales del nuevo arte de la medicina veterinaria.

Casi un siglo antes de que Rayer fundara la patología comparada, Bourgelat, inspirado por las ideas de los naturalistas de su época, mediante el trabajo cooperativo con los cirujanos de Lyon, había sentado ya las bases del concepto moderno de biopatología comparada.

Dos frases extraídas de los Reglamentos para las Reales Escuelas de Veterinaria (publicados en 1777, dos años antes de su muerte), su testamento filosófico, señalan su aporte:

Las puertas de nuestras Escuelas están abiertas a todos aquellos cuya misión es velar por la conservación de la humanidad y que han adquirido, por el buen nombre que han alcanzado, el derecho de acudir a ellas para estudiar la naturaleza, buscar analogías y verificar ideas cuya confirmación puede ser útil para la especie humana.

... Hemos comprobado la estrecha relación que existe entre la máquina humana y la máquina animal; dicha relación es tal que la medicina humana y la medicina animal se instruirán y perfeccionarán mutuamente el día que, libres de un prejuicio ridículo y funesto, dejemos de pensar que nos rebajamos y envilecemos estudiando la naturaleza de los animales, como si esa naturaleza y la verdad no fuesen en todo momento y en todo lugar dignas de ser exploradas por cualquiera que sepa observar y pensar.

Bourgelat dedicó todos sus esfuerzos a la administración de las escuelas de veterinaria, cuidando de los más mínimos detalles. Redactó numerosos textos reglamentarios. La rectitud moral de los alumnos era una de sus prioridades. Quería que de sus escuelas saliesen hombres honestos e instruidos y subrayaba continuamente el bien que el país podía esperar de ellos.

Una frase extraída de los Reglamentos para las Reales Escuelas de Veterinaria, que podría servir de preámbulo a los Códigos de deontología, refleja claramente las preocupaciones éticas de este visionario, fundador de la profesión veterinaria:

impregnados siempre de los principios de honestidad que habrán apreciado y de los que habrán visto ejemplos en las escuelas, jamás deberán apartarse de ellos; distinguirán al pobre del rico, no pondrán un precio excesivo a talentos que deben exclusivamente a la beneficencia del Rey y a la generosidad de su patria y demostrarán con su conducta que están todos igualmente convencidos de que la fortuna consiste menos en el bien que uno posee que en el bien que uno puede hacer.

Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de París, redactor de la Enciclopedia, censor e inspector de la Librería de Lyon, Bourgelat contó con la estima y la amistad de pensadores ilustres como Malesherbes, Diderot, d'Alembert y Voltaire por su valía como científico. Era un hombre hondamente penetrado de los valores difundidos por las grandes corrientes de ideas de su época. Todos sus escritos contienen reflexiones que van mucho más allá de los aspectos técnicos y médicos y que muestran su búsqueda de la verdad, estos son algunos de sus apuntes:

Por lo demás, abrimos simplemente caminos. Otros pondrán más lejos los límites en los que nos detengamos [...] Solo adquiriremos conocimientos ciertos si abrimos y hojeamos el libro de la Naturaleza; todo prestigio y toda ilusión se desvanecerán en cuanto percibimos esos conocimientos; desearemos obrar únicamente en función de verdades, asir el hilo de cada una de ellas y seguirlas hasta donde lleguen.

En 1771, Voltaire le escribió:

Admiro sobre todo su ilustrada modestia [...] Cuanto más sabe usted, menos afirma. En nada se asemeja a esos físicos que se ponen en el lugar de Dios y crean un mundo con sus palabras. Con su experiencia, ha abierto usted una carrera nueva; ha prestado verdaderos servicios a la sociedad: esa es la física buena.

Dentro de las primeras promociones de aquellas escuelas francesas participaron no solo alumnos franceses sino también daneses, austríacos, prusianos, suecos y suizos. Algunos de ellos eran médicos, comisionados para estudiar la nueva medicina por cuenta de sus respectivos gobiernos (Schwabe, 1968).

Problemas comunes

Por la mencionada época, los problemas comunes a humanos y animales y la preocupación por la inocuidad de los alimentos eran evidentes. Estos hechos se materializaron durante el siglo XVII, cuando se aceptaba que la salud de los animales planteaba problemas a la salud de los humanos y del ambiente; en Alemania, Ludwig von Seckendorff formuló un programa sanitario gubernamental entre cuyas disposiciones se incluían la inspección de alimentos y medidas para proteger a la población de las enfermedades contagiosas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Salud pública veterinaria»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Salud pública veterinaria» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Carlos Jiménez Cuesta - Mientras me carcome
Carlos Jiménez Cuesta
Juan Carlos Martín Jiménez - Franquicias, negocios de ÉXITO
Juan Carlos Martín Jiménez
Juan Carlos Martín Jiménez - La fuerza está en tu interior
Juan Carlos Martín Jiménez
Carlos Arturo López Jiménez - Investigar a la intemperie
Carlos Arturo López Jiménez
Carlos Enrique Corredor Jiménez - Formas dignas de co-existencia
Carlos Enrique Corredor Jiménez
Carlos Eduardo Maldonado - Salud pública y teoría cuántica
Carlos Eduardo Maldonado
Luis Oliván Jiménez - APPtualízate
Luis Oliván Jiménez
Luis Carlos Villamil Jiménez - Viruela en Colombia
Luis Carlos Villamil Jiménez
Отзывы о книге «Salud pública veterinaria»

Обсуждение, отзывы о книге «Salud pública veterinaria» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x