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SINOPSIS SINOPSIS Aquí sigo, pegada a ti como un chicle a la cara inferior del pupitre. Como un perro abandonado en su propio jardín, que recibe comida y agua en silencio, y una caricia con la punta de un dedo anónimo a través de una valla. A un ser así no se le pregunta, ni se tiene en cuenta si ladra ni si molesta ladrando.
Cada lágrima pedía una palabra
1. DE MAÑANA 1. DE MAÑANA Me besa el sol en la cama y en el alféizar el gato que cree que soy suya me espera, espera su desayuno. Tienes mis llaves pero no estás aquí. La llave que cambia mi estado de ánimo y mi opinión, el botón que plastifica y desplastifica mi piel, el interruptor de la imaginación. No estás pero te vienes, pero te traigo. Y compartimos las mejillas de los sueños. La ternura no se puede enjaular ni en minutos ni en kilómetros, reina en el aire que respiran dos enamorados aunque sean lejos, aunque estén tarde.
2. ME PREGUNTO 2. ME PREGUNTO Quería preguntarle al viento de la tarde qué entiendes tú por cosas grandes y pequeñas de la vida. Y quería contarle al relente de la noche que me duele buscarte, que me atrapa la pena cuando reconozco que te quiero y estás lejos, pero es que fuera no hay vida, fuera de nosotros, la nada, el horror es mucho mayor. Tantas ganas de hablar contigo… Este juego en el que hacer las preguntas cuenta como que ya están contestadas…
3. SI ME LO CALLO 3. SI ME LO CALLO Te quiero. Te quiero mucho. Cuando no te lo digo también. Cuando me escondo o lo parece, también. Cuando duermo, cuando trabajo, cuando nado, cuando vegeto durante una película. Cuando estoy con mi gente. Cuando cocino. Te quiero.
4. LUZ Y CRISTAL 4. LUZ Y CRISTAL Te llevo igual que antes, en la imaginación. Igual que siempre. En nuestro andamio de cristal y luz. Aquí sigo, elucubrando entre las nieblas de tu indeterminación. Tengo que aprender a amar y guardar la ropa, al fin y al cabo, tú lo estás haciendo. Desconozco qué pasará si descubro que estoy más ocupada en guardar la ropa que en amar. Mi corazón está ciego de llorar. Ciego de echarte de menos. Tengo días en prosa, días en verso, y días como hoy, casi en blanco. Supongo que los necesito. Siento y pienso pero no salen las palabras.
5. UNA ILUSIÓN SENCILLA 5. UNA ILUSIÓN SENCILLA El aire está quieto y limpio, resulta exótico en este ventoso desierto. Un libro me ha hecho viajar lejos, pero al volver la gravedad del amor ha tirado de nosotras, de mí y de mis palabras. Quisiera estar cerca de tus oídos, quisiéramos llegar a las yemas de tus dedos. Tanto, te quiero tanto… Me quedo como rezando. Se agolpan los arrumacos en los dedos y no dan con la línea correcta para enviarte un beso sencillo, pero con un poquito de alma.
6. MIS DIOSES TE CONOCEN 6. MIS DIOSES TE CONOCEN Te has colocado entre la novena de Beethoven y yo, entre los primeros almendros en flor de febrero y yo, entre casi todos mis dioses y yo. Cuando no te veo o siento que te alejas me quedo casi vacía. Creo que es fácil de entender, no tengo dónde mirar. Nada me llena el espíritu, y esta soledad se añade a la de no tenerte, no tengo consuelo. Vivir el éxtasis, sentir que ocupas todas mis capacidades de admiración y de emoción tiene estos riesgos. Quizá deberías entender que a veces sea yo misma la que me meta en la cajita y me coloque en la estantería, en cuyo caso allí estoy, no me voy lejos. La estantería es tuya, la cajita también y el argumento del videojuego es de tu invención.
7. TIRABUZÓN EN LA MEMORIA
8. TU POESÍA
9. TRISTE JARDÍN
10. ASÍ
11. AGONÍA DE AZÚCAR
12. ESPERÁNDOTE
13. LA TENSIÓN AL SOL
14. PORQUE ERES LA POESÍA
15. MI RESPUESTA: UN POEMA
16. PARA CONTARLO
17. NO SOY CONSCIENTE
18. AHÍ, ENFRENTE
19. PEINAR EL VIENTO
20. EL MIEDO
21. MI CORAZÓN Y TÚ
22. TANTO BRILLO
23. CON OTRO COLOR
24. BONITO
25. MIRARTE
26. SON DEFECTOS
27. NAUFRAGIOS Y RESCATES
28. TE PEDÍA UNA PALABRA
29. TE QUIERO
30. PARECE COMPLICADO
31. LAZO
32. COMO LA MÚSICA
33. DUERMO
34. VIDA
35. CONTARLO
36. POETA
37. MALABARISMO
38. PÁGINA DE UN DIARIO
39. NUNCA ENMUDECER
40. HOGAR, PLANETA, UNIVERSO
41. POSICIÓN
42. SOLO BAILAR
43. MARINA
44. ESPERANZA
Datos de autor
Aquí sigo, pegada a ti como un chicle a la cara inferior del pupitre.
Como un perro abandonado en su propio jardín,
que recibe comida y agua en silencio,
y una caricia con la punta de un dedo
anónimo a través de una valla.
A un ser así no se le pregunta,
ni se tiene en cuenta si ladra
ni si molesta ladrando.
Cada lágrima pedía una palabra
© 2021, Marimar López Almagro
© 2021, La Equilibrista
info@laequilibrista.es
www.laequilibrista.es
Primera edición: 2021
Maquetación: La Equilibrista
Imprime: Ulzama Digital
ISBN: 9788418212628
ISBN Ebook: 9788418212635
Depósito legal: T 104-2021
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.
Me besa el sol en la cama
y en el alféizar
el gato que cree que soy suya me espera,
espera su desayuno.
Tienes mis llaves pero no estás aquí.
La llave que cambia mi estado de ánimo y mi opinión,
el botón que plastifica y desplastifica mi piel,
el interruptor de la imaginación.
No estás pero te vienes,
pero te traigo.
Y compartimos las mejillas de los sueños.
La ternura no se puede enjaular ni en minutos ni en kilómetros,
reina en el aire que respiran dos enamorados
aunque sean lejos,
aunque estén tarde.
Quería preguntarle al viento de la tarde
qué entiendes tú por cosas grandes y pequeñas de la vida.
Y quería contarle al relente de la noche
que me duele buscarte,
que me atrapa la pena cuando reconozco que te quiero
y estás lejos,
pero es que fuera no hay vida,
fuera de nosotros,
la nada,
el horror es mucho mayor.
Tantas ganas de hablar contigo…
Este juego
en el que hacer las preguntas cuenta
como que ya están contestadas…
Te quiero.
Te quiero mucho.
Cuando no te lo digo también.
Cuando me escondo o lo parece, también.
Cuando duermo, cuando trabajo, cuando nado,
cuando vegeto durante una película.
Cuando estoy con mi gente.
Cuando cocino.
Te quiero.
Te llevo igual que antes, en la imaginación.
Igual que siempre.
En nuestro andamio de cristal y luz.
Aquí sigo, elucubrando entre las nieblas de tu indeterminación.
Tengo que aprender a amar y guardar la ropa,
al fin y al cabo, tú lo estás haciendo.
Desconozco
qué pasará si descubro que estoy
más ocupada en guardar la ropa que en amar.
Mi corazón está ciego de llorar. Ciego de echarte de menos.
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