Como es natural, con el tiempo, los chicos han crecido, muchos de ellos son profesores, padres de familia, sus obligaciones se han multiplicado y la asociación se ha disuelto. Sin embargo, con algunos sigo manteniendo una amistad profunda, mientras que en la enseñanza su pasión por Dante ha seguido desarrollándose y, por lo tanto, acrecentando también su competencia.
Finalmente, en 2014, quedé con Gabriele Dell’Otto, ilustrador de fama internacional, autor, entre otras cosas, de distintas portadas de Marvel, que, tras asistir a un par de encuentros, me enseñó una ilustración que representaba a Dante en la «selva oscura». Enseguida nos hicimos amigos y, en un momento dado, Gabriele me dijo: «¿Por qué no hacemos una edición completa de la Comedia ? Tú la comentas y yo la ilustro». Me parecía una locura, pero a él no. Así que reuní a algunos de los chicos de Centocanti , les propuse la idea y su respuesta fue unánime: «Si lo haces, nosotros te apoyamos».
Es una tarea que hace «palpitar las venas y el pulso». 6Pero lo intentamos. Empezamos a vernos regularmente, formulamos hipótesis y nos repartimos las tareas. Cada uno asumía el riesgo de sugerir la clave de lectura de un canto, después, lo volvíamos a mirar juntos; del diálogo nacían nuevas claves, nuevas sugestiones, y, poco a poco, el comentario se fue haciendo más profundo y rico. En este trabajo también participó Dell’Otto, dentro de lo que sus compromisos le permitían, y sus ilustraciones salían del encuentro de su genio con la lectura que estábamos desarrollando; juntos decidimos que los dibujos tenían que ayudar al lector a ensimismarse con lo que Dante ve, no a ilustrar los relatos que escucha. De esta manera, la obra que ha ido tomando forma poco a poco es el fruto de una amistad, de un trabajo común, de una compañía para la vida que va más allá del objetivo de escribir una introducción a la Comedia . Y precisamente por eso me atrevo a esperar que estos textos e imágenes, nacidos de la vida, puedan hablarle a la vida de cada lector.
Volviendo al principio, esta edición de la Comedia , al igual que toda mi historia con Dante, es un intento claro y simple: el de restituir el corazón de su mensaje al lector común, a la gente sencilla.
Con la humilde ambición de insertarme en la tradición inaugurada en 1373 por los florentinos, cuando presentaron una petición a los priores de la ciudad pidiendo que:
A favor de la mayor parte de los ciudadanos de Florencia que para sí, para los demás ciudadanos deseosos de aspirar a las virtudes y también para sus hijos y descendientes que quisieran ser instruidos en el libro de Dante, a través del que incluso quien no ha estudiado también puede ser educado para huir de los vicios y adquirir las virtudes y una bonita elocuencia, con suma reverencia se os suplica a vosotros, reverendos priores [etcétera, sigue la enumeración entera de los notables del concejo] que os ocupéis de proveer y de hacer aprobar solemnemente que se escoja a un hombre de valía y sabio [no es mi caso], bien docto en la ciencia de esta clase de poesía, por el tiempo que deseéis, si bien no mayor de un año, para que lea el libro vulgarmente conocido como «El Dante» en la ciudad de Florencia para todos los que lo deseen escuchar todos los días no festivos en un ciclo de lecciones continuo, como se suele hacer en estos asuntos. 7
Nótese que se trata de una solicitud realizada por el pueblo, no por los profesores de la época: son los ciudadanos comunes que, «deseosos de aspirar a las virtudes» —como si dijeran: «queremos que nos ayudéis a ser mejores, más hombres, más verdaderos»—, piden «ser instruidos en el libro de Dante, a través del que incluso quien no ha estudiado también puede ser educado para huir de los vicios y adquirir las virtudes». La solicitud fue aprobada y el encargo se le confió a Giovanni Boccaccio, que durante esas lecturas dio a la obra de Dante el nombre que la consagra para siempre: Divina comedia .
Recientemente, durante un viaje a América Latina, me pasó una cosa que sirve como confirmación impresionante de hasta qué punto es verdad que Dante también habla para los que no han estudiado. En Venezuela conocí a una mujer, casi analfabeta, que para conseguir un título de estudios había tenido que hacer, entre otras cosas, un trabajo sobre Dante. Nunca había oído su nombre, pero empezó a leerlo y se apasionó. Ahora va siempre con una edición baratísima de la Divina comedia en el bolsillo.
La Venezuela de ahora es un país al borde del abismo, desde el amanecer, fuera de las tiendas se forman largas filas de mujeres que esperan encontrar algo de pan, patatas, algo para alimentar a sus hijos. También esa mujer se pone en la cola y, durante la espera interminable, saca su Comedia y empieza a leerla y a explicársela a las personas que tiene a su alrededor. Cuando le pregunté por qué, me respondió más o menos esto: «Es necesario el alimento del cuerpo, pero también lo es el alimento del alma». En esta tradición que va desde Boccaccio hasta hoy también se sitúa mi intento: que Dante vuelva al pueblo, a quien no lo ha estudiado, para que cada uno pueda «ser educado para huir de los vicios y adquirir las virtudes», es decir, para ser ayudado a vivir feliz. A mis chicos y a mí nos ha hecho mucho bien tratar de compartir estos años de lectura y de amistad. ¡Espero que también lo sea para otros! Los lectores dirán si lo hemos conseguido.
1 Paraíso XVII, vv. 58-60.
2«Carta de Maquiavelo a Vettori», 10 de diciembre de 1513, en Nicolás Maquiavelo, Antología , Península, Barcelona, 2009, p. 396.
3 Purgatorio XXXII, v. 103.
4 Cartas XIII, 39, 15, p. 816.
5Pablo VI, Carta apostólica Altissimi cantus , n. 17; traducción nuestra.
6 Infierno I, v. 90.
7 «Pro parte quam plurium civium civitatis Florentie desiderantium, tam pro se ipsis quam pro aliis civibus aspirare desiderantibus ad virtutes, quam etiam pro eorum posteris et descendentibus, instrui in libro Dantis, ex quo tam in fuga vitiorum quam in acquisitione virtutum quam in ornate eloquentie possunt etiam non gramatici informari, reverenter supplicatur vobis, dominis Prioribus Artium et Vexillifero Iustitie Populi et Comunis Florentie, quatenus dignemini opportune providere et facere solempniter reformari, quod vos, domini Priores Artium et Vexillifer Iustitie, possitis eligere unum valentem et sapientem virum, in huiusmodi poesie scientia bene doctum, pro eo tempore quo voletis, non maiore unius anni, ad legendum librum qui vulgariter appellatur El Dante, in civitate Florentie, omnibus audire volentibus, continuatis diebus non feriatis et per continuatas lectiones, ut in similibus fieri solet; et cum eo salario quo voletis non maiore centum florenorum auri pro anno predicto; et cum modis, formis, articulis et tenoribus de quibus vobis dominis Prioribus et Vexillifero videbitur convenire» (Archivo de Estado de Florencia, Provvisioni , LXII, cc. 95-99, transcrito en Dell’esilio di Dante. Discorso commemorativo del 27 gennaio 1302 letto al Circolo Filologico di Firenze il 17 gennaio 1881 da Isidoro del Lungo. Con documenti , Le Monnier, Florencia, 1881, pp. 164-165; traducción nuestra).
Antes de afrontar un texto tan rico, pero a la vez tan lejano para nuestra sensibilidad en muchos aspectos como el de la Comedia , he introducido algunas observaciones que pueden ayudar al lector no especialista a entrar en el mundo de Dante de forma más consciente. En las siguientes páginas tenéis:
• una nota escueta sobre la vida de Dante;
• una breve introducción a la Edad Media y a la poética del deseo;
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