Este breve inventario da la impresión de que Luis de La Salle casi no buscó incrementar su fortuna, incluso que él no logró mantenerla. Como lo sugirió Y. Poutet, es probable que la pareja, encargada de una familia numerosa, cuidara sus gastos porque tenía que satisfacer las necesidades de la representación social. El fin de la década de 1660 le trajo un poco más de holgura, de la cual casi no tendrá tiempo de disfrutar. En 1666 la prebenda canonical de Juan Bautista, con quince años, aporta una renta anual de mil libras para un capital de alrededor de 20.000. El mismo año su tío canónico, que abandonó su beneficio en provecho de Juan Bautista, constituyó a
Luis de La Salle en su heredero universal. En 1671 el ingreso anual de la pareja se aproxima probablemente a las 5000 libras, es decir, a un capital de 100.000 libras poco más o menos.
Pero Luis de La Salle no quiere fundar la honorabilidad y el capital social simbólico de su familia principalmente sobre su fortuna. Desde ese punto de vista, el aporte de Nicole Moët y de los suyos es determinante. Su padre, Juan Moët, tiene el título de gentilhombre y también un cargo de consejero en el Tribunal de Reims. La familia está bien instalada en la magistratura. El padrino y la madrina de Nicole, nacida el 30 de noviembre de 1633, pertenecen al mismo medio:
Claudio Lespagnol es lugarteniente general en el tribunal y su comadre, María de Braux, es la viuda del presidente Goujon, maestro de las requisiciones de la reina María de Médicis.
Juan Moët agrega al prestigio de la toga el de la tierra, como señor de Brouillet, Dugny, Louvergny, Bronville, Le Griffon, Terron-sur-Aisne, Thillois y Saint-Étienne-à-Arnes. Su nobleza se reconoce con ocasión de la encuesta de 1668. Podía haber alguna sospecha de usurpación en la medida en que un antepasado de Juan, Felipe, había tenido que solicitar una rehabilitación de nobleza en 1519 por un «asunto de comercio»: se había lanzado en el negocio para pagar sus deudas y logró que lo removieran del trabajo de tallador habiendo podido dar fe de que vivía de nuevo «noblemente, como lo habían hecho sus predecesores». El abuelo materno de Juan Bautista velaba por hacer respetar su nobleza y no dudaba en acudir a la justicia para proteger sus privilegios. Como algunos de sus ancestros, Juan acumula también el prestigio del evergetismo municipal: en 1643 lo eligen administrador del hospital. Completamente benévola y con frecuencia costosa, la función reposa sobre la dedicación a la ciudad. A menudo ella constituye también el trampolín hacia las responsabilidades municipales (Gutton, 1999). Su yerno, Luis de La Salle, beneficiándose de este antecedente familiar, lo ejerce en 1662 y 1665, lo que le abre las puertas del consejo de la ciudad. Al terminar esta responsabilidad, en la fábrica parroquial de San Symphorien lo eligen auditor de las cuentas y cumple esta función hasta 1671. En la iglesia la familia disfruta de un gran banco alquilado de por vida por Nicole Moët en 1667, a la vez vitrina y componente suplementario de la notoriedad hasta la cual se alzaron los La Salle.
Un sistema de clanes
Por su matrimonio,
Luis de La Salle refuerza la red de familias dirigentes unidas por lazos múltiples durante varias generaciones32. Hay que captar el alcance de estas intrincadas alianzas entre esas familias que gobiernan la ciudad para comprender la fuerza de un alma, de la cual Juan Bautista tendrá que dar prueba para desafiar a su oposición cuando elija pasarse al lado de los pobres. Los La Salle forman parte activa de una red compuesta por un núcleo de cinco familias unidas por varios matrimonios desde finales del siglo XVI, que se perpetúa al menos hasta la generación de los sobrinos de Juan Bautista. Ese núcleo se articula en un eje central que junta a la familia Lespagnol y a la Cocquebert a través de por lo menos siete uniones sucesivas. Sobre este eje se agregan otras tres familias. En 1590 tiene lugar el primer matrimonio La Salle-Lespagnol seguido, a finales de los años 1610, por varias uniones La Salle-Cocquebert. Habrá en total nueve de tres generaciones.
El padre de Luis, Lancelot, y su hermana y hermano se casan con tres hermanos y hermanas Cocquebert: Lancelot con
Barbe Cocquebert, Juan con Antonieta y María con Juan. Hermanos y hermanas son varias veces cuñadas o cuñados.
Jacqueline de La Salle (1632-1696), prima de Luis y tía de Juan Bautista, se casa con un Cocquebert, Nicolás (1624-1687). Su hermano Luis (1636-698) toma por esposa a
María Cocquebert (1639-1693), etcétera. La segunda familia es la de los Moët, que se une al menos cuatro veces a los Cocquebert y dos veces a los Lespagnol. Dos Moët, tíos maternos de Juan Bautista, se casan con señoritas Cocquebert, luego, nuevamente, el hijo de uno de ellos, primo de Juan Bautista. Una de sus tías se casa con
Claudio Lespagnol. En fin, la familia Maillefer se unió tres veces con los Cocquebert. Entre ellas, estas tres familias tejen directamente los lazos. Los más fuertes son los que, a partir de cuatro matrimonios, asocian a los La Salle y los Maillefer, mientras que estos últimos y la familia de Juan Bautista están unidos al menos una vez cada uno a los Moët. Más periférica, la familia
Frémyn se une al menos una vez a todas esas familias, excepto a los Cocquebert. La red se extiende a las familias Roland, bien instaladas en la municipalidad, de las cuales salió el canónigo del mismo nombre, quien fue por un momento director espiritual de Juan Bautista.
La apariencia social de esas familias se debe analizar a la luz de la red que forman entre ellas. Cada miembro de las familias se encuentra en un juego de relaciones intergeneracionales que puede conducir al riesgo de la consanguinidad. Así, la suegra de
Luis de La Salle,
Perrette Lespagnol, es hija de Juana Cocquebert y su abuela materna es
Juana Lespagnol.
Claudio Cocquebert, nacido en 1612, se casa con su prima
Nicole Cocquebert, quien muere en 1677.
Simón de La Salle, hijo de
Barbe Cocquebert, hermano mayor de Luis y tío de Juan Bautista, se casa con
Rosa Maillefer, viuda de su primo, también llamado Simón, hijo de
Antonieta Cocquebert. El último hijo de esta, Luis de La Salle (1636-1698), quien se casa con una
María Cocquebert, tiene por suegra a
Isabela Lespagnol: él obtiene de Alejandro VII una breve dispensa por consanguinidad; sobre los ocho hijos nacidos de ese matrimonio, seis murieron probablemente a temprana edad. De la misma manera, en la misma época,
Santiago Moët (1635-1716), tío de Juan Bautista, se casa con su prima Ana Moët con dispensa del propio Papa. A la red de alianzas se suma la de los parentescos espirituales: entre Moët, Cocquebert, Lespagnol, La Salle y Frémyn ya ni se cuentan más las alianzas en la pila bautismal.
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