*********
El primer viajero es William Jacobs, cuyo paso por tierras antequeranas tuvo lugar en enero de 1810. De su obra Travels in the South of Spain in Letters Written A.D. 1809-1810, publicada en Londres en 1811, he seleccionado tres textos en los que se recogen sus experiencias de viaje entre Loja y Archidona, su estancia en Antequera y el trayecto entre Antequera, Álora y Casarabonela.
Procedente de Granada y con rumbo a Gibraltar, a seis horas de Loja, llegó a una población que él llama Chiuma. Cuando relata la historia que dio nombre a la Peña de los Enamorados recurre a la obra del Padre Mariana. Su descripción de Antequera es muy extensa y detallada. Hace referencia a las numerosas iglesias y conventos de esta importante ciudad. Nos ofrece datos muy variados que van desde el número de habitantes que le informaron que había, número que le parece exagerado, hasta el tipo de armamento árabe que aún se conserva desde tiempos de la Reconquista.
Antequera fue cuna de pintores, poetas e historiadores. De los relatos de estos 26 viajeros estudiados, el que nos ofrece William Jacob es digno de mención ya que este es el único en hacer referencia a las obras de Antonio Mohedano, conocido pintor y poeta, considerado como uno de los mejores artistas de su tiempo, de Jerónimo Bovadilla, discípulo de Zurbarán, de Luis de Carvajal, historiador de África y de los árabes en España y de Pedro de Espinosa, uno de los mejores poetas del siglo dieciséis. “Habrá pocos lugares en Europa que el anticuario, el botánico y el geólogo encuentren más dignos de atención que Antequera y sus contornos”. Jacobs hace referencia a las inscripciones romanas y al gran número de edificios antiguos en ruinas y a la frecuencia con que se encuentran monedas de distintas épocas. Aun consciente de su limitado conocimiento de botánica y geología, este viajero ofrece algunos datos de interés. Es extensa y detallada su descripción de la Fuente de Piedra, cuyas aguas son muy beneficiosas para todas las afecciones de riñón.
No tuvo oportunidad de alternar en sociedad durante su estancia en Antequera si bien su opinión acerca del trato recibido fue bastante positiva: “Decir que éramos Ingleses era suficiente para atraernos cortesía y amabilidad de todos aquellos que conocimos”. En cuanto a la industria en la zona, se refiere a la producción de vino y aceite y a la fabricación de tejidos y sombreros.
Pasaron por El Torcal, ya de camino hacia Álora, del que dice que “tiene la apariencia de una gran ciudad en ruinas, con calles regulares, grandes iglesias, y enormes edificios públicos” y que es tan grande que el que entra allí corre el riesgo de perderse y pasarlo muy mal antes de encontrar la salida.
El siguiente texto fue escrito por Lord Blayney entre 1810 y 1814, mientras estuvo prisionero de las tropas francesas tras su intento de liberar Málaga de la ocupación napoleónica. Autor de la obra Narrative of a forced Journey through Spain and France as a Prisoner of War in the years 1810-1814, publicada en Londres en 1814, ofrece una detallada descripción de su viaje entre Málaga y Antequera.
El siguiente viajero es Charles Rochfort Scott, militar que permaneció en Gibraltar entre 1822 y 1833. Durante este tiempo, realizó diversos viajes y recorrió gran parte de Andalucía, lo que quedó reflejado en su obra Excursions in the Mountains of Ronda and Granada, Londres 1838. Su descripción de la zona es de finales del otoño de 1833, cuando se dirigía a Madrid. Debido a un brote de cólera en Sevilla, tuvieron que realizar el viaje por Ronda con el objetivo de llegar hasta Córdoba a caballo y desde allí seguir en diligencia. Su relato está centrado en Teba, su origen, historia y detallada descripción de la zona. Pasaron por Cueva de Becerro, la venta de Virlán y el pueblo llamado Serrato, y continuaron camino por la venta del Ciego y el pueblo de Cañete la Real. No entraron a Campillos ya que estaba dentro de la zona afectada por la epidemia. Dice que debido a algún error está situado en los mapas españoles hacia el este de Teba, mientras que es casi norte y que es un pueblo bien cuidado, limpio y con “mil vecinos escasos”. Sintió no poder alojarse en la posada de Campillos, cuyos dueños eran antiguos conocidos. Ofrece el animado relato de cómo la primera vez que estuvo en el pueblo, mientras realizaba unas mediciones, la gente lo rodeó murmurando y cómo estuvieron a punto de denunciarlo en la posada por haber estado haciendo dibujos de la zona, aunque cuando supieron que no era francés, sino inglés, lo trataron con suma cortesía. Este viajero también describe la Fuente de Piedra, desde donde tomaron el camino que va a Puente Don Gonzalo.
En 1829 viajó entre Sevilla y Granada el célebre escritor Washington Irving, autor de la conocidísima obra The Alhambra, publicada en Londres en 1832, y que con posterioridad fue conocida como Tales of the Alhambra ****9. Describe Fuente de Piedra, Antequera y Archidona. Durante su estancia en Antequera, se sintió gratamente sorprendido en la posada de San Fernando en la que se alojó, pues le ofreció una mesa bien provista, habitaciones limpias y ordenadas y camas muy cómodas. Describe la Fuente del Toro y cuenta las distintas interpretaciones que se han hecho de este nombre tan común en varias ciudades.
Samuel Edward Cook, escritor de temas sobre España, residió en la Península más de tres años entre 1829 y 1832. Es autor de Sketches in Spain During the Years 1829, 30, 31 and 32, obra publicada en Londres en 1834, que en su día fue el libro sobre España más completo escrito en lengua inglesa. En una ocasión viajó desde Córdoba, por Écija, a Granada. Durmió en Alameda, del que dice que es un pueblo grande situado a los pies de un cerro en una zona muy bien cultivada. Su siguiente parada fue en Loja. Este viajero no describe Antequera, si bien dice que la zona es montañosa y más interesante que la que atravesaron el día anterior; cruzaron por la rica Hoya de Archidona, que es una marga rojiza con una profundidad de hasta treinta pies en algunos lugares. Cook también ofrece una detallada semblanza del célebre bandolero José María ‘El Tempranillo’.
En 1830, durante ocho meses, viajó por España Henry David Inglis. Fruto de este viaje es su obra Spain in 1830, publicada en Londres en 1831. Entre Málaga y Granada, Inglis nos ofrece una detallada descripción de una venta cerca de Colmenar de la que dice que puede tomarse como buen ejemplo de los alojamientos para viajeros en las provincias del sur de España.
Richard Ford pasó tres inviernos en Sevilla y dos veranos en Granada, entre los años 1830 y 1833. En uno de sus múltiples viajes fue de Sevilla a Granada por Osuna. Durante este recorrido, ofrece unas someras notas de Alameda y de la Venta de Archidona. En otro viaje, siguió la ruta que va desde Ronda a Granada, pasando por Cueva del Becerro, Campillos, Bobadilla, Antequera, Archidona y Loja. De Teba dice que “no merece la pena subir allí”, si bien ofrece un detallado estudio sobre el origen de este nombre. Ford recoge una de las crónicas de Froissart ****10en la que se hace referencia a la participación de Lord James of Douglas en el asedio a Teba, entonces en manos musulmanas. Su descripción de Antequera es muy extensa y detallada y recomienda subir a la Torre Mocha, desde donde dice que la vista es magnífica. Es muy curioso que haga referencia al refrán: “Salga el sol por Antequera, venga lo que viniera, el último mono se ahoga”. Describe el Torcal como un conglomerado de piedras que tiene el aspecto de un pueblo desierto.
Durante el verano de 1836 viajó por España George T. Dennis. En 1839 publicó de forma anónima la obra A Summer in Andalucia en la que se hace un fiel retrato de la vida cotidiana andaluza, así como del carácter de sus gentes. De este libro he seleccionado tres textos: “Guardas del camino”, “Una venta solitaria cerca de Casarabonela” y “Paisaje entre Casarabonela y el Burgo”.
Читать дальше