67 Op. cit., pp. 263 y ss. en relación a la zona de pequeñas “agras”.
68 Pareja de bueyes o de vacas uncidos a un carro o arado. Los animales debían ser parejos e iguales en altura para que la labor de tiro pudiera distribuirse de manera equilibrada entre ambos.
69 Término que hace referencia a que su forma se aproxima a la de un cuadrilátero.
70 Los nombres dados a este tipo de caminos fueron múltiples: Risco: “servidumbre alternativa de vía”, en MARTÍNEZ-RISCO Y MACÍAS, S., “Lagunas, op. cit., p. 317; PAZ ARES: “servidumbre de paso”, en “Especialidades, op. cit., p. 725; GARCÍA RAMOS: “sendero” o “sendeiro” (para el paso de personas) y “servidumbre de paso de ganados” (para el paso de animales), en Arqueología, op. cit., pp. 95 y ss.; LORENZO: “sendeiro” (para paso de personas) y “camiño de carro” (para el paso de carros), en A Terra, op. cit., p. 710; HERVELLA FERREIRA: “servidumbre alternativa de vía”, en op. cit., p. 133; Risco: “servidumbre alternativa de vía” y “caminos serventíos”, en “Lagunas, op. cit., p. 317. FERNÁNDEZ DE ROTA: “carreiros” y “camiños serventíos”, en Los protagonistas, op. cit., p. 236; BOUHIER: “temporeiros”, en op. cit., p. 325; RODRÍGUEZ MONTERO: “serventía alternativa de agra” o “serventía de año y vez”, en “Problemática jurídica de las serventías”, en Foro gallego, 191-192, A Coruña, 2002, p. 165; DÍAZ FUENTES: “serventía de año y vez” o “serventía de una sola mano”, en “Instituciones”, op. cit., p. 173.
71 MARTÍNEZ-RISCO Y MACÍAS, S., “Lagunas, op. cit., p. 317. También DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la superación del déficit normativo de los pasos en Galicia”, en Foro gallego, 190, A Coruña, 2002 (2º semestre), pp. 29 y ss.; RODRÍGUEZ MONTERO, R. P., “Problemática, op. cit., p. 166.
72 Cfr. DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 30; RODRÍGUEZ MONTERO, R. P., “Problemática, op. cit., p. 167.
73 Según RODRÍGUEZ MONTERO, todos los fundos eran indistintamente y a la vez, dominantes y sirvientes. Así, según dicho autor, las relaciones de dependencia no serían exclusivas de un fundo para con otro, sino mutuas, compartidas entre todos los predios para los que se establece. Cfr. RODRÍGUEZ MONTERO, R. P., “Problemática, op. cit., pp. 167 y ss. Vid. también DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 30.
74 Señala DÍAZ FUENTES que “es esencial el interés común o generalizado en la serventía, del que ni siquiera se puede excluir al primero de la fila, con la idea de que todos los demás pasan por su terreno, y él por ninguno de los otros; ni el último, que pasa por todos y no sufre tránsito de ninguno; y sin embargo, a parte de la frecuencia de varias parcelas del mismo dueño en situaciones diferentes con respecto al camino, todos obtienen la ventaja de la fijeza, pues ya el sujetarse al mismo itinerario es una ventaja para el primero, seguridad proporcionada por el curso sucesivo unificado de la vía, lo mismo que la acepta el último, aunque desde el punto de vista de su acceso hubiera postulado otro itinerario (…)”. DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 31.
75 Vid. ARTIME PRIETO, M., “Estudios del Derecho Civil de Galicia. Apostillas a las conclusiones del I Congreso de Derecho Gallego”, en Foro Gallego, 162-163, A Coruña, 1974, p. 153; GARCÍA RAMOS, A., Arqueología, op. cit., pp. 96 y ss.
76 Cfr. LORENZO, X., A Terra, op. cit., p. 710.
77 Cfr. BOUHIER, A., op. cit., p. 265.
78 Ibídem.
79 El “legón” consiste en una especie de azadón o azada grande, que no es de las de pala cuadrangular, sino de las de dos picos, para cavar y esponjar las tierras labradías. Cfr. RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, E., Diccionario enciclopédico gallego-castellano, t. II, Ed. Galaxia, Vigo 1958-1961, p. 521.
80 Cfr. BOUHIER, A., op, cit., p. 333.
81 Cfr. DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 31.
82 Cfr. BOUHIER, A., op. cit., pp. 333 y ss.
83 Cfr. FERNÁNDEZ DE ROTA, J. A., Antropología de, op. cit., p. 43. En este mismo sentido vid. RODRÍGUEZ PARDO, J. L., op. cit., p. 51. También MOURE MARIÑO y RODRÍGUEZ MONTERO parecen referirse a los “arredores” como posibles lugares de tránsito, al señalar que el paso se efectuaba, con carácter general, por las cabeceras de las fincas, en las que, precisamente, se encontraban situados los “arredores”. Cfr. MOURE MARIÑO, P., op. cit., pp. 155 y 171; RODRÍGUEZ MONTERO, R. P., “Problemática, op. cit., p. 166.
84 Cfr. GARCÍA RAMOS, A., Arqueología, op. cit., p. 95.
85 Ibídem.
86 Cfr. MARTÍNEZ-RISCO Y MACÍAS, S., “Lagunas, op. cit., p. 317; DÍAZ FUENTES, A., Dereito civil, op. cit., pp. 132 y ss.; BOUHIER, A., op. cit., pp. 421 y 476; DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., pp. 29 y ss.
87 Vid. lo dispuesto a este respecto en p. 46.
88 Según CARDESÍN todavía en los años 50 del siglo pasado existían en la comarca de la “Terra Chá” “agras” que se encontraban sometidas a un barbecho bienal. Cfr. CARDESÍN, J. M., op. cit., p. 215. En este sentido también BOUHIER, A., op. cit., pp. 405 y ss. y p. 420. Respecto a la desaparición del barbecho en las distintas zonas de Galicia vid., entre otros, RODRÍGUEZ GALDO, M. X. y DOPICO, F., Crisis agrarias y crecimiento económico en Galicia en el siglo XIX, Ediciós do Castro, A Coruña, 1981, pp. 33 y ss.; VILLARES, R., La propiedad de la tierra en Galicia (1500-1936), Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1982, pp. 25 y ss. y 190 y ss.; BARREIRO FERNÁNDEZ, X. R., op. cit., pp. 124 y ss.; FERNÁNDEZ DE ROTA, J. A., Antropología de, op. cit., p. 27; SAAVEDRA, P., Economía, op. cit., pp. 140 y ss., 167 y ss. y 180 y ss.; CARDESÍN, J. M., op. cit., pp. 131 y ss.; SAAVEDRA, P., A vida, op. cit., pp. 79 y ss.
89 Cfr. HERVELLA FERREIRA, A., op. cit., pp. 133 y ss. En este sentido vid. también DÍAZ FUENTES, A., Dereito civil, op. cit., pp. 132 y ss.; BOUHIER, A., op. cit., pp. 421 y 476; DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., pp. 29 y ss.
90 Vid. MARTÍNEZ-RISCO Y MACÍAS, S., “Lagunas, op. cit., p. 317. En este sentido también FERNÁNDEZ DE ROTA, J. A., Antropología de, op. cit., p. 45.
91 Según RODRÍGUEZ MONTERO, el camino “serventío” era mutable físicamente, se transformaba apareciendo y desapareciendo, y sólo se abría alternativamente al tránsito; cuando la vía se sembraba –en determinadas temporadas, y de acuerdo con los usos establecidos–, el cultivo interrumpía el tránsito (desaparición del camino) hasta que se recogía la cosecha (aparición del camino). Cfr. RODRÍGUEZ MONTERO, R. P., “Problemática, op. cit., p. 169. También DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 30.
92 Cfr. PAZ ARES, J. C., “Especialidades, op. cit., p. 725. También MARTÍNEZ-RISCO Y MACÍAS, S., “Lagunas, op. cit., p. 317; FERNÁNDEZ DE ROTA, J. A., Antropología de, op. cit., p. 45; LISÓN TOLOSANA, C., op. cit., p. 18; LORENZO MERINO, F. J., El Derecho Civil de Galicia y la Propuesta de Compilación del 22 de marzo de 1991, Publicacións da Asociación Galega de Estudios Xurídicos, Santiago de Compostela, 1992, p. 42; RODRÍGUEZ PARDO, J. L., op. cit., p. 51; DÍAZ FUENTES, A., “Hacia la, op. cit., p. 30; DÍAZ FUENTES, A., “Instituciones, op. cit., p. 120; SAAVEDRA, P., “Servidumbres, op. cit., p. 370.
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