Muchos profesionales principalmente jóvenes pueden inspirarse y encontrar sentido a su existencia y razón de ser y vivir en este libro, que viene con muchas hermosas anécdotas en su desarrollo.
Dr. Efraín Rojas Oxa
Presidente de la Academia Interamericana de Odontología para Pacientes Especiales AIOPE, 2020.
Agradezco a mi familia.
A mis padres María Del Carmen y Martiniano por enseñarme a comenzar de nuevo cada día y tratar de competir solo conmigo mismo, a esforzarme a realizar mi trabajo mejor que ayer y convertir fracasos en oportunidades. Quiero agradecerles por una infancia feliz, una vida simple, llena de valores.
Al momento de venir por Andacollo, cuando realicé mi rotación por el Hospital que duró dos meses, mi padre puso en mi bolso de viaje un sobre cerrado y me dijo: abrilo solamente si sentís que están siendo injustos con vos, si no podés solucionar alguna situación que sientas que te supera o se te cuestione en demasía por algo que consideres correcto. Debo confesar que lo abrí solo por curiosidad; en el interior del sobre encontré una carta que contenía un poema del genial Rudyard Kipling: “If” que, a partir de ese momento, tuve en consideración en cada decisión importante que debí tomar en mi vida de ahí en más.
Quiero agradecer a mi esposa Marisa, mi complemento, ese motorcito que me empuja cuando dudo, quien me levanta cuando siento que mi lucha es en vano. Ella es la persona con quien comparto las ganas de innovar en la forma que se aborda la discapacidad, quien cuida mi espalda en cada batalla, que no fueron pocas y siempre en inferioridad de condiciones, esa que me alienta sin importar lo difícil que se vea el desafío, la que posterga cosas por este sueño en común.
También quiero agradecer a las familias de mis pacientes por confiar en el equipo y abrirnos las puertas de sus casas; sin eso jamás se podría haber llevado adelante este programa.
A todos quienes entendieron de qué se trata esto de “Trabajar con las Capacidades Remanentes”.
A quienes nunca creyeron y pusieron objeciones y trabas, porque esa crítica fue puliendo y mejorando el programa.
Por último y no menos importante, a mi hijo, por comprender que su padre no es un odontólogo tradicional e interiorizarse en mi trabajo.
Primera Parte
Capítulo INuevo Trabajo, Nueva Provincia, Nueva Forma de Vida.
Habiendo terminado la carrera de Odontología en la Universidad Nacional de la Plata es que decidimos con mi flamante esposa buscar nuevos horizontes. Yo me encontraba haciendo guardias mal pagas en clínicas dentales, alternando con trabajos en el sur y oeste del conurbano bonaerense que implicaban tediosos traslados en tren (línea Roca) y un par de colectivos urbanos, al igual que todos los recién recibidos que no somos hijos de odontólogos. Solo cambiaba la plata, pero sumaba esa tan preciada experiencia laboral o, como se dice en la jerga, sumaba “horas de vuelo” y mil anécdotas en el barrio Santa Cecilia de Florencio Varela o en Bosques, así como en San Justo o Ramos Mejía.
Al momento de decidir destino, no fue muy difícil decantar por la provincia de Neuquén. Tengo un hermano que en ese momento se desempeñaba como médico en la pintoresca localidad de Caviahue, y mi esposa una hermana en Villa la Angostura y mi hijo del primer matrimonio estaba en Mariano Moreno. Si bien dichas localidades estaban distantes una de otras, se encontraban dentro de la misma provincia. Así fue que me anoté al primer concurso del que supe para cubrir vacantes de odontología dentro del sistema público.
Por cosas del destino, quedé asignado como tercer odontólogo del Hospital de Área Rural de Andacollo, el mismo en el que meses antes había realizado una rotación de dos meses para conocer el sistema desde adentro y definir si realmente era lo que quería hacer.
Andacollo pertenece al Departamento Minas, y está situado en el extremo Noroeste de la provincia de Neuquén., Esta pequeña localidad es cabecera del departamento y está emplazada entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera del Viento, contando al momento de realizarse el censo del año 2.010 con 2.653 habitantes, fue fundada hace de más de 109 años y a una altura sobre el nivel del mar de algo más de 1.000 m.
La historia dice que fue fundada por mineros provenientes de Chile, específicamente de la Localidad Chilena de Andacollo.
Siendo las principales fuentes de trabajo el empleo público, la minería de Oro y Plata, el comercio, la trashumancia de ganado caprino, bovino, equino y mular de manera extensiva. En épocas de verano se ven pasar innumerables arreos o “piños” a los lados de las rutas que surcan la provincia (en nuestro caso la ruta provincial N°43) que se desplazan hacia las tierras altas de la cordillera en busca de pastos tiernos, conocido esto como “veranada”. En dicha tarea participa toda la familia y es considerado además de un trabajo una forma de vida. A mediados del otoño, cuando llegan los primeros fríos, los arreos bajan de la cordillera para buscar refugio al centro de la provincia donde el clima no es tan gélido, llamando a esto “invernada”.
Foto de un arreo. Fuente: cultura.gob.ar
¿Por qué nombro la veranada e invernada?
Porque nuestra localidad se encuentra en el paso de los arreos y son parte de la población a la cual asistimos y como su permanencia en el pueblo es muy corta y en muchos casos la necesidad de atención urgente sus consultas son numerosas y para realizar estos tratamientos debemos valernos técnicas más radicales que les puedan garantizar que no requieran de nuestros servicios cuando se encuentren en plena cordillera en soledad.
Como en todo pueblo del interior, el trato de la gente es amable y no tardan en adoptarte, tal es así que, con menos de una semana de vivir en la localidad al entrar a un negocio, el dueño se presenta y me dice: ¡anota lo que quieras, que cuando cobras me pagas!
Pasaron trece años y son las cosas que uno recuerda y aprecia; yo mismo provengo de una pequeña localidad, “Cazón”, del interior de la provincia de Buenos Aires. Su población es de algo menos de 300 habitantes. Allí transcurrió mi feliz infancia, siendo el menor de tres hijos de un matrimonio compuesto por una maestra rural y un padre que tenía una fábrica de carbón de eucaliptus. Una vida simple llena de valores, pero sobre todo feliz.
Yo soy el de pañales
Capítulo IIMi primer contacto con la Discapacidad y el Paciente Número 0
El hospital da cobertura a otros pequeños pueblos y parajes rurales hasta la misma frontera con Chile. Las localidades son Huingánco, Charra Ruca, Los Carrizos, los Guañacos, Lileo, Los Chacayes, Tierras blancas, Los Miches y Cayanta.
Quien se terminó convirtiendo en paciente cero, mi primer contacto con la discapacidad, fue un niño ciego de alrededor de dos años de la localidad de los Miches.
Nobleza obliga, debo aclarar que no cuento con ningún familiar con discapacidad y estando en la Facultad, habiendo entre los cursos optativos de pregrado uno específico de discapacidad, no me hallé seducido para inscribirme.
Aclarado esto y encontrándome en plena visita rural en el viejo puesto de salud de Los Miches, bajo las inclemencias del invierno patagónico y con la sala de espera llena de pacientes con cuadros gripales, la enfermera con muy buen tino me dice: Dr. ya terminó de atender los pacientes de la mañana, solo quedan los dos controles de niños sanos, pero son hermanitos y viven “aquí a la vuelta”, ¿le parece que vayamos a la casa para no exponerlos a enfermarse en la sala de espera?
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