Si tu perro ya es adulto, te aconsejamos que pidas ayuda a un educador canino que os enseñe la mejor manera de habituar al perro a los niños para evitar sobre todo que pueda haber algún conflicto o competencia entre ellos. No actúes nunca con los niños sin el consejo y la ayuda de un instructor o entrenador cualificado.
Intenta disfrutar de cada etapa de su vida al máximo y recuerda que una buena socialización es muy importante y merece la pena prestarle especial atención. Estarás creando una buena base para poder llegar en el entrenamiento con tu perro tan lejos como desees.

Infórmate bien antes de adquirir un perro. Pregunta a los veterinarios de tu zona. Pregunta en los parques donde veas a dueños y sus perros e infórmate sobre los criadores que te den las mejores garantías.
Una mala elección puede pasarte factura más adelante: enfermedades víricas fulminantes, parásitos, displasia de cadera o de codo, taras oculares, cachorros separados demasiado pronto de sus madres, con problemas de imprinting, etc.
En cuanto llegue a casa, ofrécele la mayor cantidad posible de estímulos, tanto visuales como olfativos y auditivos. Socialízalo con todo tipo de personas: hombres, mujeres, niños, personas mayores, carros de la compra, coches, todos los objetos que vayan a formar parte de su día a día, entornos diferentes, situaciones… En definitiva, ofrécele tantas experiencias y situaciones como te sea posible.
Acostúmbralo a un manejo y a unas manipulaciones. Pide la colaboración de otras personas para que tu perro se acostumbre a ellas; incluso la de los niños. La revisión diaria de ojos, almohadillas, oídos, dientes, encías y un cepillado suave diario te ayudarán a crear y fortalecer el vínculo con tu perro.
Sácalo a la calle en cuanto puedas, teniendo siempre la precaución de que no coma nada del suelo y de que se relacione con otros perros sanos y de buen carácter, con otros animales y con todo tipo de personas y situaciones.
Trabajar la socialización tiene su recompensa a largo plazo. Recuerda que estás moldeando el carácter de tu cachorro de por vida y eso depende de que lo habitúes a todo tipo de estímulos y lo hagas de forma suave y progresiva, y de que se lo presentes como algo divertido.
Además de la obediencia básica
Vamos a darte las claves y sugerirte muchos métodos para que tu perro tenga una buena obediencia básica, que será imprescindible para seguir adelante si has decidido entrenarlo, pero un perro además de atender al comando de llamada, o de sentarse cuando se lo pidas y permanecer tumbado cuando se lo ordenes, debe tener unos hábitos de conducta tanto en casa como fuera de ella.
Para ello, te daremos una idea de lo que se le exige a un perro de asistencia, además de las habilidades que posteriormente le enseñemos como perro de servicio.
Estos hábitos te los enumeramos a continuación. Lo ideal sería que desde el mismo momento en que llegue el perro a casa, elabores una lista de cosas que puede y no puede hacer tu perro.
Si estás dispuesto a seguir con su entrenamiento hasta el nivel de perro de asistencia, debes tener siempre presente los hábitos de un buen perro de servicio.
Manipulaciones
Has de habituar a tu perro a ser manipulado desde su período neonatal. Deberá estar tranquilo mientras le revisas ojos, oídos, encías, dientes y almohadillas, y tolerar bien el cepillado.
Con la práctica diaria, los perros se relajan y es una excelente forma de terminar el día después de una sesión de trabajo y antes de dormir.
Los perros adoran las rutinas, les proporcionan seguridad. Haz de esta práctica una de vuestras rutinas diarias.
Si está habituado a estas manipulaciones, se comportará de forma tranquila y correcta cuando lo lleves al veterinario y a la peluquería canina, y no se sentirá incómodo ni ansioso cuando lo revisen, lo manipulen o lo bañen y lo cepillen, porque estará acostumbrado a ello.

Exploración física
Es necesario hacerla todos los días, al igual que el cepillado. Es muy útil para identificar enfermedades (bultos, tumores, secreciones, cojeras) que pueden descubrirse a tiempo y ser tratadas con facilidad.
La trufa (nariz) debe estar limpia de secreciones, fresca y húmeda. Si estuviera reseca o descamada, podría ser debido a la fiebre, en cuyo caso debes llevar al perro al veterinario. En épocas de mucho calor, si se quema o se pela la trufa, tendrás que protegerla con cremas de protección alta e hidratarla a menudo.
Los ojos no deben estar irritados. Tienen que estar limpios y sin legañas, sobre todo si son de color verdoso o amarillento. Puede tener una úlcera corneal, algún problema en la conjuntiva del ojo o en el tercer párpado, en cuyo caso el veterinario prescribirá el antibiótico que debes administrar al perro.
Los oídos deben estar también limpios y sin cera. Límpialos a menudo con alguna toallita húmeda de esas que se utilizan para la higiene de los bebés. No introduzcas nunca palillos ni bastoncillos. Tampoco es aconsejable el uso de algodón debido a las fibras que podrían quedar dentro e infectar el oído. Los perros con orejas caídas son propensos a padecer otitis. Ten la precaución de secarle bien después de cada baño. Revisa que no le huelan mal los oídos. Acude al veterinario si ves que tu perro se sacude repetidamente o se rasca de forma continuada. Las espigas también son peligrosas y el veterinario debe sacárselas cuanto antes para evitar perforación de tímpano, otitis, infecciones, etc.
Revisa las mamas, que no estén inflamadas, no haya secreción, y revisa también que no haya bultos por ninguna parte de su cuerpo. Palpa todo su cuerpo mientras le das un masaje o le acaricias.
Revisa el estado de las almohadillas y las membranas interdigitales.
Revisa la boca y encías. Haz algo de presión con tus dedos en ellas y comprueba el tono rosado que aparecerá una vez liberada la presión. El color de las encías nos da una idea del estado de su piel. Ten en cuenta que, al estar el perro cubierto de pelo, la piel es una de las zonas en las que podemos comprobar si está en buen estado, oxigena bien o tiene algún problema cardíaco. El veterinario te ampliará información si se la pides.
Los dientes tienen que estar limpios y sin sarro. El pan duro ayuda a eliminar el sarro siempre y cuando éste no sea excesivo, en cuyo caso debes llevarlo al veterinario para que le realice una limpieza bucal.
Mantener al perro sano no es complicado si sigues estas instrucciones.
Читать дальше