Varias Autoras - Mujeres que escriben

Здесь есть возможность читать онлайн «Varias Autoras - Mujeres que escriben» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mujeres que escriben: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mujeres que escriben»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Mujeres que Escriben es una joya. Un diario de vida colectivo escrito por más de 80 mujeres chilenas y algunas extranjeras de distintas edades, orígenes y vivencias que pasaron por el taller de autobiografía de @mariapazescritora entre 2014 y 2020.
Amor, familia, maternidad, sexo, viajes personales, el cuerpo, salud mental, feminismo.
Este libro narra en primera persona y a través de distintas miradas y experiencias lo que verdaderamente significa ser mujer en el mundo.

Mujeres que escriben — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mujeres que escriben», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ahora ya no me siento tan guacha de amor.

Quechito

Por Alejandra Fuentes

Laura Lucrecia Estelvina, Quechito, Señora Lucre, mamma, mamita linda. Eres todo eso y más.

Naciste en Valparaíso por los años treinta, no daré fecha exacta porque no te gusta decir tu edad, te parece una falta de respeto que te lo pregunten. “Uno nunca debe decir la edad, sino responder: “¡qué edad cree que tengo y listo!” Tan vanidosa que eres, mamita.

Tu mamá te tuvo a los quince años y por eso prácticamente te crió tu abuelita, a quien siempre dices que le debes todo y que te enseñó todo lo que sabes. Tu papá era marino y siempre lo has recordado con cariño y nostalgia, aun cuando después de separarse de tu mamá, nunca más lo volviste a ver. Esa ausencia te marcó y cada cierto tiempo te preguntas qué fue de él, pero no con resentimiento o rabia, sino como añorando haberlo tenido más cerca.

Tenías doce años cuando murió tu abuelita y la pena caló tan hondo en ti que te enfermaste de neumonía. Vestiste de luto por un año y por eso, desde entonces, odias el color negro. A partir de ese momento, tuviste que hacerte adulta porque tu mamá salía a trabajar y tú quedabas a cargo de tu hermana menor y de atender al marido de tu mamá, personaje al que no me referiré porque no merece un segundo de atención por miserable. Tampoco puedo dar mayores detalles porque nunca nos contaste mucho qué cosas pasaron exactamente, sólo sabíamos que bastaba mencionar el nombre de este individuo para que te descompusieras. Nos quedaba claro que era un ser detestable y no había más que preguntar.

Cuando creciste y te hiciste lola empezaste a trabajar como modista. Te hacías la permanente y te veías tan linda que atraías las miradas de los chicos del barrio Ecuador. Entre ellos, Guido, mi papá. Pero eras tan seria y formal que él no se atrevía a hablarte. Hasta que un día te habló. Poco a poco empezaron a conocerse y terminaron pololeando. Fue una larga relación que tuvo sus interrupciones por lo parrandero de mi papá. Hasta que un día, aburrida de la situación de tu casa, donde tu mamá te delegaba la crianza de tu hermana y donde debías soportar a tu padrastro, te fuiste a trabajar lejos, a Vitacura, como empleada en una casa. No le contaste a nadie dónde estarías porque querías empezar una nueva vida, alejada de los problemas de tu familia. ¡Qué valiente mamita! Puro coraje.

Sin embargo, Guido estaba flechado por ti y no iba a descansar hasta encontrarte. Les rogó a tus amigas del barrio que le dijeran dónde estabas y ellas se apiadaron de este pobre hombre enamorado y le contaron, rompiendo la promesa que te habían hecho de guardar el secreto.

En ese momento, se fraguó tu destino, Quechito. Porque desde que Guido te encontró y te pidió matrimonio, comenzaste un camino sin retorno. En ese minuto, empezaste a sembrar la semilla y a desarrollar lo que es y siempre ha sido tu vocación: la maternidad. Tu corazón se expandió hasta el infinito y fuiste capaz de criar y formar seis mujeres y cuidar un marido que te veneran.

Laurita querida, naciste para ser madre. Sin que nadie te enseñara o dijera cómo hacerlo, sólo guiada por el instinto y el cariño, creaste un hogar, una familia, un refugio donde todas las asperezas y sinsabores de la vida se olvidan y pierden importancia.

Siempre estabas preocupada de que hubiera un rico almuerzo, con legumbres, frutas, verduras. Pendiente de que para los cumpleaños, el festejado tuviera su torta favorita y tejiendo todos los chalecos necesarios para capear el frío. Y si alguien estaba con dolor de cabeza, allá partías a poner los parches de papas en la frente. ¿Resfríos? Limonada con limón y juguito de naranja natural. Todos los viernes había pie de limón o kuchen para empezar bien el fin de semana. Al acercarse Navidad, sacabas la máquina de coser y empezaban las pruebas para los vestidos de fin de año. Nada se te escapaba, Quechito querida.

Tu amor maternal incluso se ha expandido a otras personas que te quieren y admiran, como yernos, vecinos, amigos, primos. Tienes la capacidad innata de acoger y dar cariño. Para qué hablar de tu nietos que te adoran y te dan tanta alegría. Siempre dices que nunca pensaste que podrías verlos tan grandes. Te maravilla verlos hacerse adultos.

Mamita, a veces me pregunto si seré capaz de agradecerte todo lo que me diste. Perdóname por haber sido rebelde en la adolescencia y cuestionar tus decisiones, por desafiarte y ser irrespetuosa en ciertos momentos, la juventud y la impulsividad a veces me llevaron a darte dolores de cabeza.

Desde un tiempo a esta parte, una de mis preocupaciones es hacer todo lo posible por darte alegría y bienestar. Te llevo flores y cositas ricas para comer, te hago masajes para esos huesitos que tanto te hacen sufrir y que a veces te traicionan. Yo sé que estás cansada de sentir dolor y de ver que tu cuerpo ya no te acompaña para hacer el sinfín de cosas que siempre hiciste. Ten paciencia y déjate querer. Queremos cuidarte y regalonearte. Tú eres el alma de esta familia y haremos todo por y para ti.

A mi padre

Por Carla Carvacho

Tuve la suerte de pasar mi niñez en una casa muy grande. Aprovechaba los frutos de variados árboles, crecí con distintos animalitos y gozaba con los juegos más maravillosos que mi padre fabricaba para mí en su taller. El taller estaba al fondo de nuestra casa. El olor a la pintura, la madera recién cortada y la luz de la soldadura en mi ventana al dormir, forman parte de mis recuerdos de pequeña. Sí, tuve la bendición de contar con su presencia a diario.

A él le encantaba ver mi expresión con cada una de sus creaciones. Cuando era Navidad, me preguntaba: “¿Te gustó el regalo del Viejo Pascuero?”. Y yo le contestaba: “¡sí!, me gustó lo que construiste con los maestros”. Recuerdo con cariño esa carroza de madera, era como las de esas películas del oeste, dirigida por mi hermano y yo.

Tengo muchos recuerdos de almuerzos familiares, asados, paseos, vacaciones con toda la familia de mi madre en el sur junto al río, atardeceres en los campos, y ese sabor de la comida recién preparada en cocinas a leña. De adolescente, salíamos a acampar, cazar y pescar. Aunque me asustaba un poco el agua, siempre fui su fiel compañera en cada aventura. Estoy muy agradecida del contacto a la naturaleza que él me enseñó con la energía que tenía para organizar cuanto viaje y locura pasaba por su mente. Debo confesar que él era un poco irresponsable: vivía el presente sin mucha planificación. Si en los negocios le iba bien, él llegaba a casa con un bote y después, al poco tiempo, lo tenía que vender. Esa era la parte difícil para mi madre porque no siempre fueron tiempos buenos. Un día ella llegó a casa y no había leche para mí ni nada de comer. Tuvo que vender la lavadora para comprar alimentos. Yo no me percataba mucho de esos detalles. Tuve una infancia inmensamente feliz gracias a él.

Su niñez no fue nada fácil. Cuando faltaban dos años para terminar el colegio, su padre falleció, lo que lo obligó a dejar sus estudios y comenzar a trabajar. Vivía con su madre, de descendencia inglesa, y sus tres hermanos: Alfredo, Olga y Patricio. Mi padre jamás tuvo la experiencia de ser “tío”, ninguno de sus tres hermanos tuvo hijos.

Durante su vida desarrolló diferentes oficios; fue camionero, bombero, trabajó en las refinerías de pescado del norte, tuvo un local donde vendía discos de vinilos, fue músico y muchas cosas más. Él inventó en este país la primera máquina para jugar en forma masiva la Polla Gol. Mi padre era un genio, un inventor, un soñador sin límites.

Amaba la música. De adolescente, en lugar de salir los fines de semana con sus amigos, se quedaba en casa escuchando óperas, más adelante, ya de adulto formó su grupo musical en Iquique con sus amigos de siempre: se llamaban Los Bingos. Aún tengo sus vinilos, son mi tesoro. Jamás olvidaré esas tardes, juntos en el living de la casa, él con su guitarra en las manos y yo sentada en el suelo, sobre la alfombra, tratando de seguir sus melodías. Me miraba fijamente, con sus grandes ojos color esmeralda y sus infinitas arrugas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mujeres que escriben»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mujeres que escriben» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Mujeres que escriben»

Обсуждение, отзывы о книге «Mujeres que escriben» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x