Jaime Hernán Cortés Torres - Todo por un balón de futbol

Здесь есть возможность читать онлайн «Jaime Hernán Cortés Torres - Todo por un balón de futbol» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Todo por un balón de futbol: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Todo por un balón de futbol»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta obra es el resultado de la cuarta versión del concurso de cuento ¿cuál es tu cuento con el futbol ?, en el que participan 355 personas de diferentes lugares del mundo en las tres categorías. Agradecemos a los ganadores a los que obtuvieron mención de honor y a quienes participaron con sus obras porque este texto huele a balón, a grama , a grada, a sudor, a derrota y a victoria. Todo ello esta relacionado con una idea que ronda en la cabeza y que es una forma de vivir «Todo por un balón de futbol»

Todo por un balón de futbol — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Todo por un balón de futbol», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Todo por un balón de fútbol es una provocación para que nuestros ganadores de esta versión del concurso de cuento ¿Cuál es tu cuento con el fútbol? Sigan escribiendo, jugando, soñando. Felicitaciones y que todo, todo se haga y se viva, por un balón de fútbol, como la mejor excusa para recordar infancias idas. Además, es una invitación para que nuestros lectores se animen a seguir participando de este evento que ya es reconocido en el mundo entero. Todo, todo, por un balón de fútbol.

Juan Carlos Rodas Montoya, Editor

Mamut Primer lugar Jaime Hernán Cortés Torres Antes de que el árbitro diera el - фото 5

Mamut

Primer lugar

Jaime Hernán Cortés Torres

Antes de que el árbitro diera el pitazo inicial, ya sabíamos quién pagaría la caja de cerveza y los dos pollos que todavía daban vueltas en el asadero de la esquina. Los años nos habían arruinado, los kilos de más, el pelo de menos y el tiempo perdido, nos hacían ver penosos al lado de los muchachos del equipo de solteros. Pero eso era solo lo evidente, la hipertensión de Martillo, el enfisema pulmonar de Chimenea, la osteoporosis de Taborda, lo tronco que era Jaramillo y los casi 25 kilos de más que me habían jodido los meniscos, lo confirmaban. Éramos de esos guerreros venidos a menos a los que les cuesta aceptar que todo tiempo pasado fue mejor.

La presencia del árbitro intentaba darle algo de solemnidad a la interrupción del tráfico, pero se trataba solo de la misma lucha generacional entre el pasado y el futuro.

Viendo a Martillo animar el equipo, recordé la clásica escena de William Wallace, la camiseta rayada de la Juve ceñida al cuerpo parecía hacerlo olvidar las cinco pastillas diarias para la presión. Sin embargo, que Chimenea fumara antes de empezar y que yo estuviera pensando en el sabor de los pollos del premio, acababa con cualquier intento retórico.

Los primeros cinco minutos no estuvimos del todo mal, el juego insustancial que planteamos para no tener que correr, le hizo creer a todos que los casados teníamos una oportunidad. Luego, los años hicieron lo suyo, sin pulmones y con el clásico dolor en el bazo, tuvimos que recurrir a la fuerza para contener lo incontenible. A los diez minutos estábamos encerrados defendiendo un arquito de un metro por un metro como si fuera posible meter un gol a través de tanto tejido adiposo.

No se trataba de dinero, podíamos pagar la apuesta, pero perderla era sumar otra humillación al tiempo. Para un grupo de antiguos cazadores transformados en recolectores mediante el poder de un sacramento, el pollo y las cervezas de un partido de casados y solteros, era como la caza de un mamut para el hombre de cromañón. Moriríamos antes de aceptar que podíamos comprarlo todo en el supermercado.

Luego sucedió el milagro, cuando más acorralados nos tenían, la hipertensión de Martillo pasó factura. No terminábamos aún el primer tiempo cuando el hombre se agarró el pecho y miró al cielo como si estuviera pidiéndole asilo al mismísimo Jesucristo. Todos creímos que moriría menos Taborda que, aprovechando la confusión, sacó un cañonazo que por poco deja sin hijos al portero. Nadie celebró, la amenaza de paro cardiaco le arrebató a Taborda el único momento de gloria de su vida. 1-0 decretó el árbitro y señaló el centro de la calle mientras se llevaban a Martillo y los demás nos miraban como diciéndonos que ya no estábamos para esos trotes.

Los pelaos no tenían un peso, así que de todos modos nos tocó pagar el pollo y las cervezas, pero celebramos en la esquina como si de verdad hubiéramos cazado un mamut.

El gol mortal

Segundo lugar

Junior David Ramírez Quintero

Papá está en el hospital seguro de que me voy a cagar el partido. Con los otros cuatro árbitros en el camerino, nos damos el abrazo grupal, oramos y vamos al túnel de salida. El estadio está repleto, a pesar del inclemente sol, igual que en la época en que él me vestía con el uniforme del Marmoleros F.C. y nos hacíamos en la grada oriental, con cornetas y pancartas, gritando las arengas que ahora escucho mientras formamos. Es el equipo por el que él demuestra una pasión religiosa, por el que tiene la casa convertida en el museo del equipo.

Cuando supo que sería árbitro lo sentenció como un autogol. La tarde en que le dije que pitaría este partido, su mirada me juzgaba. El corazón tiene a mi padre en el hospital.

Me demoro con los capitanes quienes notan mi incomodidad. Los abucheos no se hacen esperar por el retraso del encuentro. Recalco el juego limpio y les digo que jueguen con el corazón, mirando al capitán de los Marmoleros. Se enfrenta al Atlético Cañabrava. El encuentro decide la permanencia en primera división para ellos; para los otros, un cupo para la Copa Continental; para mi papá, probablemente, su estancia en este mundo.

Doy el pitazo inicial. Ojalá que Marmoleros no me pongan a decidir el partido, pero un mal pase del arquero los pone a perder. Pienso en papá. No es mi culpa, aunque en su cabeza estará que la falla es mía. El estadio enardece, tengo que estar más atento. Con más garra que juego, termina el primer tiempo.

En el camerino hay nerviosismo. Le digo al cuerpo arbitral que la segunda parte va a ser más nuestra que de los jugadores, que van a pesar las tarjetas y las advertencias sobrarán. De nuevo el abrazo grupal y salimos a la grama.

Empieza la segunda mitad. Los Marmoleros atacan a cualquier costo. La grada oriental explota por sacarle amarilla al crack del equipo; una puteada estratosférica, incluso papá me la habrá mentado.

Minuto setenta. Empatan con gol de tiro de esquina. La felicidad la demuestro en el puño izquierdo. La agresividad del encuentro aumenta por expulsar a un jugador de cada equipo. El calor hace relucir el cansancio. Doy tres eternos minutos de adición. Pobre de papá, estoy con el equipo de su vida. Su vida está ante un gol mortal.

Los Marmoleros no dejan nada al paso. El pito es víctima de la presión. Paro el juego unos instantes por la agresividad de los asistentes. La situación es un naufragio. Reanudo el encuentro. Queda un minuto. Los Marmoleros centran por la derecha. Gol. El Línea levanta la bandera; sin embargo, yo señalo al centro y el final. Celebra la oriental. Golpean mi cabeza y caigo, luego patadas por todo mi cuerpo. Papá vivirá.

Destinos inciertos

Tercer lugar

Gustavo Eduardo Green

Transcurrían los minutos finales de un partido muy disputado entre los jubilados de la plaza “Libres del Sur”. A ritmo lento, pero con las mismas ganas de la juventud, los jugadores veteranos continuaban con la práctica del deporte que jamás habían abandonado.

Todos aguardaban, en silencio, el envío de tiro libre de don Antenor, apenas dos cortos pasos le bastaron para el impulso. Todavía conservaba los destellos de un excelso jugador, su posición final luego del envío era de una gran belleza estética.

Todas las miradas se posaron en la cancha palpitando la definición; pero el balón tardó mucho en llegar, en realidad el balón no llegó nunca a destino.

Según don Celso habría quedado atascado en una de las ramas del frondoso jacarandá; para el viejo Ambrosio la pelota ingresó en la boca del obeso defensor contrario ubicado en la barrera; don Bernabé, en cambio, asegura que el balón se fue para atrás; a quien lo quiera escuchar don Severo manifiesta que lo vio cruzar la avenida “Mariscal Hermosillo”; los más fantasiosos afirman haberlo visto desintegrarse en pleno vuelo. Lo cierto es que no volvió a aparecer.

En vista de la inminente definición del encuentro y para resolver tamaña situación embarazosa, el abuelo Lindor cruzó el empedrado rumbo a su casa, en busca de otro balón.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Todo por un balón de futbol»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Todo por un balón de futbol» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Todo por un balón de futbol»

Обсуждение, отзывы о книге «Todo por un balón de futbol» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x