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Colección Relatos & Crónicas
«Despertar consciente por la dignidad de un pueblo»
Relatos, 160 páginas
Primera edición: junio de 2020
Edita y Distribuye Editorial Santa Inés
Santa Inés 2430, La Campiña de Nos, San Bernardo de Chile
+56 9 42745447
librosdelaeditorial@gmail.comPágina en Facebook: Editorial Santa Inés www.editorialsantaines.clRegistro de Propiedad Intelectual N° 2020-A-3914 ISBN: 978-956-8675-88-2 eISBN: 978-956-8675-89-9 Edición General: Editorial Santa Inés Edición de Ortografía y Estilo: Tania Guzmán Fotografías: Mariana Araya Cortés Edición electrónica: Sergio Cruz Impreso en Chile / Printed in Chile Derechos Reservados
«El pueblo, por desgracia es todavía muy ignorante, y es mantenido en su ignorancia por los esfuerzos sistemáticos de todos los gobiernos, que consideran esta ignorancia como una de las condiciones más esenciales de su propia potencia».
Mijaíl Bakunin
«Buscar mi felicidad en la felicidad de los otros, mi dignidad en la dignidad de los que me rodean, ser libre en la libertad de los otros, tal es todo mi credo, la inspiración de toda mi vida, he considerado que el más sagrado de todos mis deberes era rebelarme contra toda opresión, fuere cual fuere el autor o la víctima».
Mijaíl Bakunin
«Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor. Fuertes razones, hacen fuertes acciones».
William Shakespeare
«Aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirla».
Edmund Burke
PREFACIO
«No fueron treinta pesos, sino treinta años de corrupción»
Los acontecimientos vividos en Chile a partir del 18 de octubre del año 2019, cambiaron radicalmente nuestro país y nuestra forma de vivir y de sentir. «El estallido social», producto del alza en la tarifa del metro en Santiago, hizo que los estudiantes hicieran evasiones masivas en distintas estaciones. Como consecuencia, hubo represión policial por medio de la violencia, generando un profundo malestar social, dando comienzo a las manifestaciones pacíficas; además conllevando a que inexplicablemente hubiera otras acciones destructivas en varias estaciones del metro. Como medida de emergencia, el gobierno declaró Estado de Emergencia en la capital, posteriormente, se extendió a las diversas regiones del país.
Se generó un descontento en la ciudadanía. «Chile despertó», creando una consciencia social colectiva, empatizando frente a las injusticias sociales vivenciadas por más de treinta años. En tanto, hubo extrañamente diversos incendios y saqueos en varios supermercados; esto hizo que detonara el estallido social más grande de la historia de nuestro país.
Una revolución que comenzó con la protesta de los estudiantes, hizo que se sumara la mayoría de los chilenos, desde las regiones más apartadas del país. «No fueron treinta pesos, sino treinta años de corrupción», sometidos a una dictadura empresarial, a un sistema neoliberal heredado de la dictadura. Esta crisis social hizo pensar a los ciudadanos en una nueva Constitución, por medio de una Asamblea Constituyente.
Las demandas del pueblo chileno se resumen en: No más AFP, Asamblea Constituyente, sueldos y jubilaciones dignas, educación gratuita y de calidad para todos, salud digna, viviendas sociales, no más sobre explotación de los recursos naturales, etc.
Chile exige dignidad, igualdad de oportunidades, equidad, no más impunidad y abusos del Estado. Este libro es « Un Despertar consciente por la dignidad de un pueblo», uniendo a todo el pueblo chileno en la plaza Italia, hoy bien llamada «Plaza de la dignidad». Así también fueron bautizadas todas las plazas del resto del país, por el lema: «La dignidad no se vende». Aunque, lamentablemente, el precio que los chilenos tuvieron que pagar fue demasiado alto.
Primero, la represión desmedida hacia el pueblo mapuche. Segundo, durante el Estado de excepción, decretaron toque de queda, salieron las fuerzas especiales y los militares a la calle, en consecuencia al enfrentamiento con el pueblo, hubo vulneraciones a los derechos humanos: asesinatos, torturas, violaciones y desaparecidos; en tanto, en las marchas pacíficas, hubo miles de heridos, centenares de pérdidas y daños a los globos oculares de los manifestantes, provocados por perdigones y bombas lacrimógenas, utilizados por los carabineros y las fuerzas policiales.
Isabel Cortés Tabilo compiladora de la publicación
AGRADECIMIENTOS
A esta generación valiente y extraordinaria
Agradecemos a todos los jóvenes, quienes con su ímpetu e idealismos, nos demostraron que se puede soñar con un país mejor: más justo, más humano, más equitativo. A esta generación valiente y extraordinaria, que nos enseñó a vencer el miedo y que juntos podemos cambiar el mundo.
Nuestros respetos a todos quienes valientemente perdieron su vida en la lucha por la dignidad del pueblo.
A los estudiantes decididos y valerosos, quienes hicieron las evasiones masivas en protesta por el alza del metro y, con su accionar, desencadenaron el estallido social más grande de la historia de nuestro país, «Chile despertó».
A los de primera línea que, con su coraje y experiencia, resguardaron con su vida a los manifestantes en las calles.
A los voluntarios de la Cruz Roja, quienes con su humanidad y amor, asistieron a los heridos y a los caídos en cada marcha.
A los voluntarios del Cuerpo de Bomberos, quienes son los héroes anónimos del fuego, y se desplegaron generosamente por salvar vidas.
A los profesores, quienes con su ejemplo, les enseñaron a los alumnos a exigir sus derechos y a tener un pensamiento crítico.
A los adultos mayores, quienes pese a haber luchado toda su vida y estar resignados a las injusticias del país, salieron a las calles a apoyar a la juventud valiente que sacó la voz por ellos.
A los Mapuche, pueblo indomable, quienes enseñaron a luchar con coraje, perseverancia y resistencia sin rendirse nunca.
A los artistas, quienes con su creatividad y arte engalanaron las marchas y murales de nuestro país, haciéndolas más atractivas.
A los grupos musicales, quienes pusieron la cuota de alegría y entusiasmo en cada manifestación.
A los jóvenes profesionales del área de la salud, quienes han empatizado y auxiliado a los heridos durante la lucha.
A las barras bravas, quienes dejaron sus diferencias de equipos de fútbol, uniéndose y levantando sus banderas por las demandas de justicia social del pueblo.
A los camioneros, quienes paralizaron sus máquinas para presionar al gobierno por las alzas excesivas de los tag.
A los vendedores ambulantes, quienes proporcionaron los productos necesarios para abastecer a los manifestantes.
A las personas con capacidades diferenciadas, quienes vencieron sus propias limitaciones para hacerse presente con la causa.
A los obreros, quienes sacaron la voz exigiendo la dignidad del pueblo.
A los recolectores de basura, quienes humildemente también presentaron sus demandas legítimas, uniéndose al pueblo.
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