Carlos Javier Morales Alonso - Tiempo mío, tiempo nuestro

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Javier Morales Alonso - Tiempo mío, tiempo nuestro» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tiempo mío, tiempo nuestro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tiempo mío, tiempo nuestro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La obra más admirable que puede crear un hombre es precisamente la de sí mismo, que aspira siempre a la infinitud, a la máxima expansión del amor. Sin embargo, esa obra de valor infinito se enfrenta continuamente a la limitación impuesta por el tiempo: los días, las horas, los minutos… establecen una frontera casi insuperable para ensanchar nuestros deseos cada vez más ambiciosos. ¿Cómo construir la mayor felicidad posible ante el constante acabamiento del tiempo físico? ¿Cómo se puede gestionar el día a día limitado para construir una personalidad y un amor sin barreras?
Este libro, en continuidad con La vida como obra de arte, propone construir el propio yo y el nosotros, propio del amor, en el día a día de nuestra existencia; y convertir el tiempo que transcurre en el reloj en el tiempo personal más satisfactorio.

Tiempo mío, tiempo nuestro — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tiempo mío, tiempo nuestro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Esta segunda creación debe realizarse constantemente en relación con la primera: no puedo destruir el don de la naturaleza que me ha sido dada para luego crear un ser totalmente distinto. Pero tampoco puedo conformarme con lo que me ha sido dado al nacer: en ese momento el don de mi ser no está totalmente creado; necesita completarse cada día según la dirección que yo elija libremente, para llegar al destino que también habré elegido con plena libertad.

Como el artista, el hombre proyecta libremente lo que desea, partiendo siempre de las facultades recibidas en su naturaleza (de lo contrario sería un insensato). Y, como el artista, el hombre puede realizar lo proyectado en cada momento de su vida o, por el contrario, cambiar de proyecto e incluso empezar a proyectar lo contrario. El hombre, como el artista, es dueño de su proyecto creador y del modo de cumplirlo.

LIBERTAD Y DESTINO

Nos movemos en el ámbito inmenso de la libertad. No obstante, si cada persona humana ha recibido el don de su naturaleza para que lo desarrolle libremente, entonces el sentido de su vida, el hacia dónde quiere llegar, tampoco es una elección únicamente suya, como no es suyo el punto de partida. Cada persona elige libremente el sentido de su vida, sí; pero en esa elección, en ese proyecto vital, hay alguien que la llama a ser lo que ella quiere ser. Hay alguien que le da dado el ser personal, singularísimo, libérrimo, y que, precisamente por habérselo dado, sabe llamarla al destino que a esa persona le conviene. De ella depende, también de modo libre, dirigirse hacia ese destino personal y único.

El sentido final de cada vida humana es elección de la propia persona y, sin dejar de serlo plenamente, también es elección de quien le ha hado el ser, de esa otra persona a quien llamamos Dios. ¡Gran paradoja de la existencia humana! Dios llama a cada persona libremente, por medio de una vocación personal, personalísima; y de acuerdo con esa vocación que la antecede, de acuerdo con esa llamada que la persona siente desde que tiene plena conciencia de su libertad, ella proyecta libremente quién quiere llegar a ser. Si no existiera esa conjunción de voluntades (Dios y el hombre), la vida de cada persona perdería su sentido trascendente, de modo que su deseo de infinitud estaría condenado al fracaso.

La vocación personal, después de que cada hombre o mujer la haya conocido en su sentido final, debe ir descubriéndose, en sus detalles y concreciones particulares, a lo largo de todos los días de una vida. Vivir es crearse de continuo, pero partiendo de la creación que cada uno recibió en el principio de su ser.

Cuando un hombre o una mujer no proyecta su vida de acuerdo con su vocación, no alcanzará su destino: alcanzará una meta más o menos satisfactoria o más o menos lamentable; pero esa meta no será la suya, la que colma toda su capacidad de ser. La falta de sintonía con el destino provoca, tarde o temprano, un estado espiritual de carencia, de inadecuación entre el fin de la existencia y todo el esfuerzo realizado.

Como se ve, el destino no es una fuerza maligna ni azarosa, sino el diálogo entre el yo y el Tú supremo que me conduce a la comunión de dos voluntades. Un diálogo entre dos seres libres, que puede cumplirse o frustrarse. Por lo tanto, el destino es un proceso (el diálogo de la existencia temporal entre la persona humana y la divina) y, a la vez, un término o punto de llegada (la comunión amorosa y eterna entre dos seres libres).

Como poeta, mi visión del hombre se ha ido perfeccionando desde mi experiencia de la creación poética y desde el testimonio de otros poetas y artistas. Por eso la analogía entre el artista y cada ser humano me resulta totalmente natural: ambos son auténticos creadores. Para mí no se trata de un recurso retórico que me ayude a persuadir a los demás sobre la complejidad de la existencia humana. Ni siquiera se trata de una línea argumental (la vida humana y el trabajo artístico) más o menos ilustrativa y sugerente, con un fin propiamente didáctico. No, no: yo veo que los problemas del hombre en cuanto hombre son los mismos que los del artista en cuanto artista.

Pues bien: esta analogía natural nos servirá para evidenciar (no hay tiempo aquí para analizarla) la gran paradoja humana que hemos observado: que cada persona haya de elegir libremente su proyecto de vida, que es el proyecto de su propio ser personal, y que, a la vez, ese proyecto sea una respuesta a la vocación del Ser supremo, una vocación otorgada por Él a esa persona antes de darle el ser.

Así le ocurre al poeta. Ni yo ni ningún poeta digno de tal nombre podemos escribir un solo verso por un acto de voluntad propia (hablo de un verso como parte de un poema verdadero, no del verso fácil que relumbra y se apaga enseguida). Uno siempre escribe un poema porque le viene dado, imprevisiblemente, un primer verso: unas palabras que son solo la antesala de un inmenso paisaje que habrá de ir descubriendo con otro y otros versos, hasta que el paisaje se le presente total, completo, cumplido; de una forma que también le viene dada y que no se toma por una decisión intelectual ni por las simples ganas de echar el cierre y dedicarse a otra cosa.

No obstante, el poema, en su principio, en su desarrollo y en su cierre, es lo más libre que yo pueda haber escrito. Por eso yo soy el responsable único de todo lo que digo. Sin embargo, sé que yo no he escrito el poema a solas; sé que ese poema era necesario con una necesidad que me trasciende.

Pues así ocurre con mi proyecto personal, trazado libremente, cuando se siente urgido por una vocación, una llamada de lo alto, en orden al cumplimiento de un destino de felicidad inmensa. Y si el reino de la poesía y del arte es el reino de la libertad absoluta, pues no hay ninguna expresión más libre que la de ese poema o la de cualquier otro mensaje artístico, no por ello el poema deja de estar condicionado —luminosamente condicionado— por Otro.

Esta analogía la he abordado con mayor detenimiento en mi libro La vida como obra de arte, pero convenía recordarlo aquí con el fin de entender en su justo sentido lo que diré en los capítulos siguientes. Además, tal reflexión también me obliga a advertir al lector contra un peligro de nuestra sociedad actual, regida por el mercado y el consumo, que trata de mecanizar el comportamiento de cada persona.

En efecto, cada persona sufre hoy en día una presión enérgica y constante para dejar de seguir su vocación propia, para dejar de ser ella misma y dedicarse a un trabajo que sea máximamente productivo, pero muy poco o nada creativo. Y conste que, cuando hablo de trabajo, hablo de cualquier profesión u oficio, no solo del trabajo artístico. Cualquier ejercicio profesional puede realizarse aplicando mecánicamente unas leyes externas o imprimiendo en esa tarea la huella del ser personal de cada uno. La diferencia externa, en cuanto al resultado del trabajo, puede ser muy sutil y pasar inadvertida para muchos. La diferencia interna, la que se produce dentro de la persona que trabaja y de quien recibe el beneficio de ese trabajo, tiene un efecto inmediato de poder incalculable.

LA INTIMIDAD: EL CONOCIMIENTO Y EL AMOR PERSONALES

Como expliqué más ampliamente en el libro mencionado, la intimidad es lo más propio que una persona posee. Esto puede parecer una verdad de Perogrullo si no se tiene en cuenta que nuestra sociedad actual atraviesa una tremenda crisis de intimidad. No se habla de uno mismo, o no se habla de lo esencial de uno mismo; como tampoco se permite al otro hablar sobre sí, abrir su alma o, mejor, abrir su ser personal.

Esta crisis de intimidad, de auténtica comunicación y comunión entre las personas, procede y va acompañada de un consumo compulsivo de elementos sucedáneos de la intimidad de la persona: anécdotas más o menos superficiales de la vida privada de otros, sentimientos ajenos que se exageran sin ninguna relación con su motivación profunda; exposiciones parciales o totales del desnudo de hombres y mujeres de carne y hueso…, que son personas reales, sí, pero despojadas de su dimensión psicológica y espiritual, reducidas a una carnalidad morbosa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tiempo mío, tiempo nuestro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tiempo mío, tiempo nuestro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Tiempo mío, tiempo nuestro»

Обсуждение, отзывы о книге «Tiempo mío, tiempo nuestro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x