Pascual Angosto - El pastor de nubes

Здесь есть возможность читать онлайн «Pascual Angosto - El pastor de nubes» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El pastor de nubes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El pastor de nubes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un sujeto anónimo, bajo las siglas de P.B.A., publica las memorias de su mejor amigo, que le fueron confiadas mediante una nota antes de que este desapareciera para siempre. En ellas se narra, a través de tres líneas temporales diferentes, cómo el protagonista va cayendo poco a poco en una profunda depresión al verse desconectado de todas las cosas que le rodean. Con una visión crítica de su pasado, un presente vacío y un futuro para nada prometedor, el protagonista quedará estancado en un punto muerto sin poder seguir hacia delante. ¿Será capaz de derrotar a sus propios fantasmas, o finalmente terminará siendo engullido por la espiral de negatividad que él mismo ha creado?

El pastor de nubes — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El pastor de nubes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

-2

El segundo sueño que tuve en mi vida, o más bien meta, objetivo, ambición, fue el de ser biólogo marino. Siempre había sentido una especie de extraña fascinación hacia el mar, nacida de los veranos que pasé con mi familia en la casa de la playa de mi tía abuela, crecida a base de documentales de La 2 y madurada con el poder de mi juvenil imaginación. Ese amor hacia la vida marina se ramificó en dos vertientes, el submarinismo y la erudición. La primera se consolidó con resultado agridulce, como bien veréis más adelante; la segunda se quedó por el camino, como otras tantas cosas en mi vida.

Aún recuerdo con una sonrisa aquel verano en el que me quedaba encerrado en mi casa delante del ordenador, con el aire acondicionado encendido y acompañado por una pequeña libreta, mientras apuntaba todos los nombres científicos de los cetáceos. Tanto daba si se trataba de una ballena o de una marsopa. Aún conservo en mi poder aquel cuaderno en el que hice una recopilación onomástica de las distintas criaturas marinas que llamaban mi atención, con un interés particular en los tiburones. Sin embargo, no pasó de ser un impulso espontáneo que ubico en algún punto indeterminado de mi solitaria adolescencia. Después vino el golpe de realidad: la biología en el instituto no era tan atrayente como pensaba. El ímpetu se fue enfriando poco a poco hasta que se apagó junto con mi afán de querer ser algo en la vida.

ACTO 1

No sé cómo será mi futuro, pero así me lo imagino:

Se abre el telón.

—¡Señor Anónimo! —gritará el encargado.

—¿Algún problema? —diré yo.

—Últimamente veo que has estado pecando en exceso de ociosidad durante tu jornada laboral.

Francisco Martínez López, el encargado, será un graduado en ADE que no habrá encontrado trabajo en lo suyo, que a saber qué será, y habrá acabado de empleado en el McDonald’s. Tras ascender a encargado, motivo de orgullo personal, mirará a los currantes que están a su servicio por encima del hombro, únicas personas con las que se podrá permitir el lujo de hacerlo. Hablará con un lenguaje culto impostado para suplir su falta de autoestima. Todos le odiarán a sus espaldas.

—Yo me veo igual que siempre. —Disimularé mi bostezo como mejor pueda.

—Igual de desidioso que de costumbre, dirás. No me toques más la moral, que no está el horno para bollos. Este establecimiento pertenece a una respetable cadena de comida rápida. Los clientes quieren raudos su comida en honor al tipo de alimentación que ofrecemos, y tú perteneces a este pequeño gran engranaje que debe funcionar como un reloj suizo. Si una pieza falla en la minuciosa cadena de montaje alimentaria que está a mi servicio, todo se desmoronará como un castillo de naipes. Y tú, amante de procrastinar, eres parte de la cadena de la misma manera en que el agua forma parte de la hidrosfera. El tiempo es dinero y hay que optimizarlo. Desde que empezaste a trabajar aquí, hará ya tres meses, los pedidos se han demorado en una media de veinticinco segundos. ¿Entiendes qué significa eso?

—Sí —contestaré anodinamente para que deje de darme la chapa.

—Perfecto, entonces. Trabaja más. Estás avisado —y, acto seguido, se irá a atormentar a otros empleados con el mismo discurso.

Al día siguiente dejaré el «estimulante» trabajo en el McDonald’s, cansado de soportar al pelmazo del encargado día sí y otro también. Tampoco será exclusivamente su culpa, sino que, más bien, lo único que hará será adelantar lo inevitable. Tras unas cuantas semanas trabajando en ese curro de mierda a cambio de un sueldo de miseria, mi paciencia se habría empezado a colmar poniendo a prueba mi capacidad de aguante, que será poca. Aquello, sumado a la poca constancia que pondré en las cosas que no me gustan, categoría en la que entran casi todas las cosas del mundo, hará que me convierta en un trabajador a tiempo parcial errante que vivirá al filo de las facturas.

De vuelta a mi piso de mala muerte, compartido con dos inmigrantes ilegales llamados Ahmed y Nezar, norteafricanos que pagarán en negro, como este servidor, me iré a ver la tele un rato para desconectar. Ahmed entrará en el salón. Le saludaré con un ligero aspaviento con la cabeza que él me devolverá. Ni Ahmed ni Nezar sabrán apenas más de veinte palabras en español. Trabajarán a salto de mata para enviar dinero a sus familias, que se habrán quedado en África a la espera de una oportunidad. Sin embargo, nos comunicaríamos mediante gestos universales, acompañados de una pronunciación en grito para hacer énfasis en aquellas palabras u conceptos que no entendiéramos. Ambos me caerán bien, aunque hubiera tenido algunos reparos al principio.

—¿Qué tal, Ahmed?

—Muy buenas, amigo.

—Muy buenas a ti también.

Asentirá bobaliconamente como si me hubiese entendido y se irá a la cocina a prepararse su comida. Ahora que menciono la cocina, yo también entraré en ella a por una botella que guardaré con especial interés en el frigorífico. Sin embargo, rebuscaré en vano durante más de un minuto. Cuando me empiece a desesperar, le preguntaré a mi compañero de piso:

—Ahmed. ¿Y el vodka?

Tendría curiosidad por lo que hubiera sido de él. Tanto Ahmed como Nezar, como buenos musulmanes, no beberán alcohol. Será una de las cosas buenas de vivir con ellos junto con la despreocupación de que se comieran mi jamón.

—Vodka Ana.

Dos palabras serán más que suficientes para explicar lo sucedido. Nezar estará saliendo con una española divorciada, que le doblaría en edad, en busca de los papeles que le concedieran la nacionalidad. Dicha divorciada será una alcohólica patológica con pocos escrúpulos a la hora de saquear frigoríficos en casas ajenas. Nezar, si no fuera porque estará desesperado por el tema de los papeles, no se hubiera acercado a ella ni harto de vino sin alcohol.

—¿Y Nezar? —le preguntaré a Ahmed. Tendría ganas de echarle una buena bronca por dejar suelta a esa insaciable zorra por el piso.

—Nezar Julia. —Negará con la cabeza en señal de desaprobación.

Otra vez dos palabras serían más que suficientes. Julia será la hija de Ana, una joven heroinómana, cleptómana, ninfómana, dipsómana, y otra retahíla de sustantivos terminados en «mana». De pequeña habría sido una chica brillante, con dieces en sus calificaciones, pero las duras condiciones en las que se producirá el divorcio de sus padres le crearán un gran trauma, que intentaría solucionar con psicólogos al principio y, con sexo y drogas, después. Guardará un rencor insano hacia su madre, que se lo cobrará mediante pequeñas venganzas. La última jugarreta contra su madre será quitarle a su novio, con el que planeaba casarse, y huir con él de casa. El pobre de Nezar caerá bajo los encantos de Julia, rubia, joven y con una piel pálida de tonalidad yonki, que tendría la edad aproximada de su hija mayor. Realmente se habrá enamorado de ella, y, sobre todo, de su ninfomanía. Los hombres somos estúpidos por naturaleza, da igual el país de donde vengamos. Es una ley universal. El gesto de desaprobación de Ahmed se deberá a que Nezar habría abandonado a su familia en Marruecos —su esposa, sus tres hijos y sus dos hijas— para escapar a algún lugar de España con una drogadicta mentalmente inestable. Como decía el famoso locutor deportivo Andrés Montes: «La vida puede ser maravillosa».

La vida puede ser maravillosa, sí, a veces; pero ese no será mi caso. Enfadado porque Ana se hubiera bebido mi última botella de vodka —por fortuna no la volvería a ver nunca más—, me iría al supermercado más cercano a agenciarme una botella de alcohol barato acorde al bajo presupuesto que manejaré. Para la ocasión optaré por un Eristoff. Iré tarareando felizmente por la calle de vuelta a mi piso, pensando en mi futura borrachera, único momento de liberación del día. Sin embargo, me encontraré con el casero en el marco de la puerta, acompañado por un individuo desconocido.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El pastor de nubes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El pastor de nubes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Juan Saer - Las nubes
Juan Saer
Juan Moisés De La Serna - Versos Breves Sobre Las Nubes
Juan Moisés De La Serna
Ulises Pastor Barreiro - La magia de Molinari
Ulises Pastor Barreiro
Enrique Morales Cano - Solo las nubes dan permiso
Enrique Morales Cano
Massimo Longo E Maria Grazia Gullo - Lucila En Las Nubes
Massimo Longo E Maria Grazia Gullo
Aintzane Rodríguez - Fuego bajo las nubes
Aintzane Rodríguez
Raquel Pastor - Magia prohibida
Raquel Pastor
Javier Enrique Gámez Rodríguez - Cazadores de nubes
Javier Enrique Gámez Rodríguez
Отзывы о книге «El pastor de nubes»

Обсуждение, отзывы о книге «El pastor de nubes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x