Sarui Jaled - Crónica de una pandemia
Здесь есть возможность читать онлайн «Sarui Jaled - Crónica de una pandemia» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Crónica de una pandemia
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Crónica de una pandemia: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Crónica de una pandemia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Crónica de una pandemia — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Crónica de una pandemia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Domingo 15 de marzo de 2020.
Hoy anunciaron que se suspendían las clases por dos semanas por el avance del coronavirus, COVID-19, virus no conocido hasta la fecha, que contagia rápidamente a las personas, muy peligroso, puede ser letal.
Estamos entrando en pánico, sentimos una especie de amenaza misteriosa, desconocida. Nuestras cabezas no dejan de pensar, imaginar, elucubrar. Pensamos en los seres queridos que no están aquí con nosotros, parece que esta alarma es planetaria, que afectará al mundo entero.
Yasmine, viajera incansable, acababa de irse a Miami. Días pasados, como buenas amigas, cenamos en un restaurante vegetariano para despedirnos y brindamos por su viaje con sendas copas de jugos de manzana y zanahorias. Quería tomarse unas pequeñas vacaciones de 2 semanas para descansar de su pesada rutina de médica. Pensaba distenderse y regresar relajada a su trabajo. En medio del tan deseado descanso se desató esta ola de espanto mundial. Volver se convirtió en una pesadilla al suspenderse los vuelos. Pasó varios días de trajines desesperados hasta conseguir el que la traería de vuelta al país.
Miércoles 18 de marzo .
Yasmine arriba a Mendoza después de pasar días de nerviosismo y preocupaciones irrefrenables. Su intuición de doctora le advirtió que estábamos a las puertas de una epidemia de proporciones desconocidas e hizo todo lo necesario para prevenir cualquier situación de posibles contagios. Evitó que sus padres fueran a recibirla al aeropuerto. A su llegada a Mendoza se cambió de ropa para impedir el mínimo contagio con el chofer que la iría a buscar. Al llegar a su casa, desinfectó con alcohol y al rayo del sol todo lo que traía, valijas, bolsos, zapatos, mochilas. Entró en cuarentena por 14 días reglamentarios y no tuvo contacto con nadie durante ese confinamiento. Esther, su mamá le había preparado comida para todo el tiempo que fuese necesario. Ahora con Yasmine en San Juan, estamos más tranquilos.
Viernes 20 de marzo .
Pusieron a todo el país en cuarentena. Nos dieron instrucciones para combatir al virus: quedate en casa, lavate las manos con agua y jabón, tosé y estornudá entre los pliegues del codo, mantené el distanciamiento social de 2 metros. ¡Qué situación más extraña! Inesperadamente, ahora quedamos encerrados, sin poder salir de casa, sin ver a los amigos, sin ir al colegio. Empiezo a preocuparme por mi hijo y su familia que viven en los Estados Unidos. También por Kari, el papá de Kamila, que se quedó allá. ¿ Cuándo volveremos a verlos?.
La señora que trabaja en casa, Hilda, ya no puede venir a trabajar. Tengo que organizar las tareas de limpieza y cocina sin su ayuda. Tendré que ocuparme de muchas cosas que hace años no hacía. Limpiar patios, cocinar, ordenar dormitorios, sacar la basura. Todo ello agregado a la información de que las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad, son los adultos mayores y yo soy uno de ellos. Trato de tranquilizarme, pensando que ya pasará.
Ximena entró en pánico pensando que habría desabastecimiento. Corrió a los supermercados para hacerle frente a la pandemia y sin pensarlo mucho llenó carritos con provisiones como para pasar el invierno. Llegó con abultados paquetes que había que buscarles espacio en la pequeña despensa de mi casa. Y no pudo evitar lo que hacen en todas partes del mundo, comprarse los rollos de papel higiénico que encontró y pudo meter en su auto. Compras desesperadas que hasta llegaron a ocasionar peleas entre los clientes. Comportamientos irracionales que algunos tratan de explicar. Pareciera que es una cuestión de imitación, cuando alguien ve que otro está cargando el carro con este producto piensa que él también debe hacer lo mismo. Es una forma de asegurarse de tener algunas comodidades si van a estar en casa por mucho tiempo y no se podrá salir.
Empezaron a llegar las tareas que envían los docentes a los niños. Kamila las hacía pero sobraba mucho tiempo, el día era muy largo, sin escuela, sin juegos, sin entrenar hockey o sin las clases de danza. Durante los días siguientes intentamos todo lo que podíamos hacer en casa, ejercicios físicos, coreografías, leer cuentos, cantar, cocinar. Pensábamos que en 14 días más, volveríamos al colegio. Con este pensamiento, la espera se hacía más soportable.
31 de marzo .
No volvimos al colegio, la cuarentena se prorrogó por dos semanas más, hasta el 12 de abril. Con el agravante que ahora estábamos en una Pandemia, con el virus propagándose por todo el mundo y causando miles de muertos. De repente, todo ha cambiado. Estamos ansiosos, tenemos miedo, las recomendaciones para cuidarnos se intensifican, causando temores insospechados que no podemos reprimir.

Tengo que pagar mis cuentas, ir al banco, al supermercado. ¿Cómo hago? Por suerte, mi hija Ximena, se encargará de estos menesteres. Será la persona del grupo que salga a hacer las compras, pagar cuentas, ir al banco. Yo empiezo a caer en estado de pánico, tengo miedo de salir de casa. Kamila comienza a deprimirse, a sentirse triste, desorientada. Yo no puedo acercarme mucho a ella porque por mi edad soy persona de alto riesgo. Un científico aconsejó especialmente a los abuelos mantener la distancia con los nietos. Esta advertencia que escucho y leo todos los días en la televisión me provoca miedo y una profunda tristeza porque con Kamila somos muy unidas y hacemos muchas cosas juntas. Puedo decir incluso que soy su chofer, la llevo en mi auto a todas partes. Ella tiene la costumbre de irse a la cama muy temprano, antes de las 9 de la noche ya está profundamente dormida. La acompaño al cuarto, leemos, conversamos sobre lo que nos está pasando. Yo me siento en un sillón manteniendo el distanciamiento social y así hablamos hasta que se duerme. Luego me voy al living a ver la televisión o a leer. Ahora hemos cambiado nuestros hábitos, debemos estar separadas, nos mandamos besitos desde lejos para saludarnos.
Ya no podemos movernos con libertad. No podemos continuar con nuestras actividades cotidianas que eran nuestras rutinas. La casa se ha convertido en el único espacio para vivir, donde pasamos días y noches sin cesar. A tal punto que a veces, hemos perdido la noción del tiempo. Las limitaciones del espacio, de las relaciones, de los movimientos se hacen cada vez más insoportables. Paso más horas frente al televisor tratando de informarme, las noticias que llegan de todo el mundo son aterradoras, solo estadísticas de infectados, de muertes, de imágenes escalofriantes como camiones frigoríficos para ir acumulando cadáveres, o cajones de muertos en las calles. Todo ello desanima hasta a los más valientes y corajudos. Me pregunto, qué hacer para vivir este periodo con una mediana salud mental si no tenemos fecha cierta de cuándo terminará este encierro forzoso.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Crónica de una pandemia»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Crónica de una pandemia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Crónica de una pandemia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.