¿Por qué Coaching para Milagros®?
Este libro está basado en parte en Un Curso de Milagros de la Fundación para la Paz Interior de EE.UU. y que ha sido la vía de transformación personal que más me ha ayudado como persona y como escritor. Me ha ayudado a entenderme y a entender al prójimo, además es el material que más utilizo en mi gabinete de coaching (incluso mucho más que todas las técnicas tradicionales que he aprendido en la escuela de coaching y en todos los libros que he leído sobre coaching).
Es por ello que he decidido titularlo: Coaching para Milagros. Y puedo asegurarte que he presenciado el despliegue de muchos «milagros» a través del cambio de mis clientes.
Para mí, un milagro es el cambio de percepción que deja de crear el problema para el que se buscaba solución. Hace innecesarias las soluciones puesto que disuelve el problema. Un milagro es como si el problema no hubiese existido nunca, y así es.
Voy a hacerte 3 promesas:
Promesa #1: si aplicas los principios comprobados de este libro, vas a llenar hasta la bandera tu consulta y podrás vivir de tu profesión como un referente en el mercado, tal como yo lo conseguí. Más clientes.
Promesa #2: si aplicas los principios comprobados de este libro, vas a duplicar tus ingresos antes de doce meses, tal como yo mismo conseguí hacerlo varias veces a lo largo de los años. Más ingresos.
Promesa #3: si aplicas los principios comprobados de este libro, vas a ser más eficaz en tu práctica profesional ayudando a otros, acortando el proceso de cambio y mejora de las personas tal como yo mismo lo consigo a diario. Más eficacia.
Este libro tiene 2 partes:
1 Consigue más clientes (gana más ingresos y un estilo de vida libre). Capítulos del 1 al 10. Te ayudarán a ganar más clientes.
2 Ayuda a más personas (mejora tu práctica de coach). Capítulos del 11 al 21. Te ayudarán a servir mejor a tus clientes.
Lo que vas a aprender en este libro es a llenar tu consulta profesional con más clientes, aumentar tu facturación de forma significativa y, de paso, tu cuenta bancaria. Pero lo más importante es que llenarás tu corazón de satisfacción al convertir tu pasión, ayudar a otros, en tu medio de vida y en un estilo de vida. No un medio de supervivencia como es ahora para muchos terapeutas sino ¡en una vida extraordinaria!
Me entristece ver a tantas y tantas personas de buena voluntad y gran talento que ayudan a otras, pero no saben ayudarse a sí mismas a la hora de progresar económicamente y sacar adelante con éxito un proyecto. Por esa razón he escrito este libro.
Para mí será una gran satisfacción poder abandonar mi profesión como coach cuando este rol sea irrelevante, cuando todo el mundo sea capaz de conseguir sus sueños sin acompañamiento profesional. Contemplo mi profesión de « coach consciente» como algo temporal y, aunque la adoro, me gustaría que durara poco tiempo más. Cuando eso ocurra, el ser humano dejará de ponerse a sí mismo límites y obstáculos, barreras a sus sueños y deseos; y en consecuencia, accederá a lo que más desea de forma natural y espontánea. Los milagros dejarán de serlo porque serán algo habitual y normal.
Ese es mi gran sueño.
Raimon Samsó, autor.
Trabajamos en nosotros mismos
para ayudar a otros;
y también ayudamos a otros
para trabajar en nosotros mismos.
Pema Chödrön, monja budista
I
Parte uno: Tu negocio más rentable
1
Atrae a más clientes de los que puedas imaginar
Tal vez cuando empezaste como coach, imaginaste que los clientes te encontrarían, se «enamorarían» espontáneamente de ti, e intercambiarían tus servicios por su dinero con apenas leer tu tarjeta.
Es hora de despertar del sueño y de que te propongas a hacer algo para atraer de verdad a más clientes de los que tú mismo puedas imaginar y manejar. Tener una tarjeta, un despacho, una web, darse de alta fiscal… son pasos «teóricos», pues hasta que no se produce una venta, en realidad no ha ocurrido nada de nada. Sólo hay teoría.
El objetivo de este apartado es que hagas tantos clientes que finalmente tengas que delegar en un equipo, formado por ti, para que, a la larga, te sustituya y trabaje para ti. «Llenar hasta la bandera» tu consulta es la medida justa, por debajo de eso me parece un despropósito.
Veremos primero qué puedes hacer para conseguir que tu agenda se desborde con más y más peticiones de clientes. El siguiente paso será renunciar a atenderles a todos personalmente y morir de éxito en jornadas maratonianas sin sentido que solo conseguirían agotarte y hacer que detestes tu profesión. Y el último paso es confiar en que hay gente tan buena como tú -o al menos suficientemente buena- como para que te sustituyan en la consulta. No hay que creerse imprescindible.
El mejor organigrama de tu negocio es aquel en el que tú no apareces.
Lo primero que he de recordarte es que eso a lo que la gente suele tener tanto apego: títulos, diplomas, número colegial, certificación, homologación, y credenciales… no constituyen en sí mismos una razón para trabajar contigo. Tus clientes dan tu calificación por hecha (¡faltaría más!), es lo mínimo que van a pedirte pero no lo máximo. Desde luego, no son una razón para elegirte como coach. Tenlo claro. A mí nunca me han preguntado por mi certificación (eso que las escuelas de coaching venden a precio de oro).
En el sector de la ayuda todos estamos a prueba cada día de la vida: si ayudas, vales; si no ayudas, no vales. No importa lo bueno que diga tu título que eres. La calificación la pone tu cliente y créeme… lo hace todos los días en cada momento.
Las calificaciones sólo sirven en el contexto de las escuelas y universidades, en el mundo teórico. En la vida real, sólo vale el valor añadido y la utilidad, el resto es teoría. Ni siquiera en las empresas en las que trabajé como empleado, valoraron la fotocopia compulsada que les ofrecí de mi título universitario. Estaba a prueba, me recordaron, y mi rendimiento determinaría mi renovación; y así es como estamos todos cada día de la vida: a prueba.
Si eres útil, continuarán contigo y te recomendarán; en caso contrario, te abandonarán y no te recomendarán.
Lo segundo que te recomendaré es que para promocionarte no les cuentes a tus clientes «lo que haces» ni «cómo lo haces», qué es el coaching , etc. Háblales mejor de qué van a conseguir ellos cuando trabajen contigo. Explícales los beneficios, el valor añadido que obtendrán de tu trabajo como coach, porque eso es lo único que les interesa. Háblales de utilidades y no tanto de técnicas.
Aquí tienes una tarea para ti: redactar la lista de beneficios para tu cliente. Trata que sea larga e interesante porque eso va a ser tu argumentario de ventas. Déjame recordarte que tu valor añadido tiene beneficios tangibles y también intangibles. Los primeros, por ejemplo, serían el cambio de un hábito; los segundos, el cambio de una emoción. No hagas promesas que no cumplirás, ni trates de impresionarles con palabras técnicas que no entenderán.
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