Título original: Plainwater y Short Talks
Esta edición incluye los libros publicados en 1995 por Vintage bajo el título de Plainwater y la versión completa de Short Talks publicada por Brick Books en 2015.
© Del texto de Plainwater : Anne Carson, 1995
© Del texto de Short Talks : Anne Carson, 1992, 2015
© De la introducción a Short Talks : Margaret Christakos, 2015
© De la traducción: Andrés Catalán, 2021
© De la edición en castellano: Todos lo sabemos SL, 2021
Diseño y maquetación: Setanta
Editorial Cielo Eléctrico
C/ Bermeo 19. 28023 Madrid
www.cieloelectrico.com
1ª edición: Abril 2021
ISBN: 978-84-120833-4-7
Composición digital: Newcomlab S.L.L.
Esta obra ha recibido una ayuda a la edición de la Comunidad de Madrid
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático,la fotocopia o la grabación, sin el permiso expresode los titulares del copyright.
Índice
PARTE I. Mimnermo: las pinturas cerebrosexuales PARTE I
PARTE II. Unas pocas palabras PARTE II
PARTE III. Canicula di Anna PARTE III
PARTE IV. La vida de las ciudades
PARTE V. La antropología del agua
PART I. Mimnermos: the brainsex
PART II. Short talks
PART III. Canicula di Anna
PART IV. The life of towns
For Ben Sonnenberg / gentleman of the first water
Para Ben Sonnenberg / caballero de primer orden
PARTE I
fr. 1
¿Qué es la vida sin Afrodita?
Su capciosa pregunta le hace parecer un hedonista incorregible .
¿Ella, su metal hasta la empuñadura en tu cesta de miel... o si no
Muerte? puesto que sí
qué dulce es ir a nadar dentro de ella el secreto nadar
De hombres y mujeres pero (no) luego
el pellejo de la noche se endurece por encima (no) luego vendajes
Encostrados de un olor a viejo (no) luego
el cuenco ennegrecido ni brotes ni muchachos ni mujeres ni sol ni
Esporas (no) en (no) absoluto cuando
ni Dios ni una nada granpavoneada cierran
su puño sobre ti.
fr. 2
Nosotros como las hojas
Compara (siguiendo a Homero) la vida del hombre con las hojas .
Nosotros como las hojas en su conmoción:
primavera
—un apagado brinco dorado y ahí estás.
¿Ves el sol?— La construí yo.
De joven. Con las Parcas batiendo sus colas en un rincón.
Pero (déjame pensar) ¿no fue en un hotel de Chicago
donde se me ocurrió la primera de aquellas — mi cuerpo saliendo de la habitación
empeñado en alguna misión mortal
y yo subido al techo como si me desvaneciera sin más—
pinturas cerebrosexuales como solía llamarlas?
En los días en que yo (como quien dice) pintaba.
¿Te acuerdas
de aquel chocolate peculiarmente espléndido que conseguimos en
(lo que era entonces) Berlín Este?
fr. 3
Por muy hermoso que pudiera haber sido
En el horizonte vislumbra la vejez .
Sí hermosa mía hoy es siempre todavía entonces ¿qué es esa sombra que desabrocha
todos tus niñomanoseados desdedóndes?
fr. 4
Para Titono (el don divino)
Para el pobre Titono .
Ellos (por un lado) hicieron que sus heladas lágrimas fueran inmortales al olvidarse de decirle
que sus ojos no lo eran.
fr. 5
Un sudor inexplicablemente repentino me recorre la piel
Mira fijamente, quizás critica .
Sudor. Sólo es sudor. Pero me gusta mirarlos.
La juventud es un sueño al que acudo cada noche
y del que me despierto con sólo este pequeño manojo saltarín
de arterias en la mano.
Es duro, cariño, que lo manden a uno más allá de sus fronteras.
Con una piedra en cada ojo.
fr. 6
Que entre tú y yo sólo haya verdades
A pesar de su declarado culto a la juventud y el placer, no desconoce las inquietudes morales .
En el cruce fronterizo lo único que alcanzaba a oír era tu pulso
y al viento peinar el hueso de mi oído
como antimateria.
fr. 8
Pues el sino del sol es el afán diario
Recurre al mito .
Mira: sobre cada hueso cada cielo cada día cada uno de vosotros...
avanza abriéndose
paso sobre azules lóbulos de orejas desde el océano avanza
lanzado por el rosadorepentino ya mañana
de alguien avanza sobre su cama de oro diabordeado avanza
rozando
países dormidos de oeste a este hasta que de repente
la ya tempranez rosadodetenida
de alguien abre la parte trasera del reloj: Él da un paso
adentro.
fr. 11
Ojalá esa muerte me alcance
Canta a los cumpleaños .
Ninguna enfermedad ningún campo de hambre sueñoaplanado sólo un golpe en la puerta
a la edad de sesenta: hecho.
fr. 12
Cuando las montañas cayeron hacia un lado
Habla de la colonización de Colofón por parte de la península .
... Cuando las montañas cayeron hacia un lado desde Pilos
llegamos a Asia en barcos
hasta Colofón cincelamos el camino
nos sentamos como nudos apretados
luego desde allí
trazamos una hendidura en el río rojo del anochecer y
tomamos Esmirna para Dios.
fr. 13(a)
Así que ellos desde el lado del rey
Ve el movimiento de los guerreros .
Así que ellos desde el lado del rey cuando recibieron la orden
avanzaron corriendo... encajados en sus propios escudos cóncavos.
fr. 14
Ninguno como él
Recurre a los recuerdos .
Ninguno semejante:
entre los toros que embisten ninguno semejante en las orillas mortales del
Hermo.
Ninguno.
Aquellos ancianos que lo vieron, vieron las puntas de la fuente.
Empitonó a Dios.
Dicen que su espina dorsal salía directamente del sol.
fr. 15
Le preocupan las palabras .
... en público las palabras se le amontonaban.
fr. 16
Preocupado
... siempre la caja de la palabra dura, eso querían.
fr. 22
La media luna
Se despierta temprano .
Una media luna entre los pinos al amanecer
angulosa como la caja torácica de una joven.
fr. 23
¿Por qué el movimiento le entristece ?
... el hombre que cojea conoce el acto sexual mejor que nadie...
MIMNERMO Y LOS MOVIMIENTOS
DEL HEDONISMO
Sé nadar como los demás, pero tengo mejor memoria
que los demás, no he olvidado mi antiguo no saber
nadar. Y como no lo he olvidado, mi saber nadar es
inútil y en consecuencia no sé nadar .
KAFKA
La recolocación entre las sustancias que nos contienen en tanto seres humanos es su tema. La gente lo llama hedonismo. Es como considerar a Kafka simplemente un mal nadador. Si tenemos en cuenta todo el sistema somatosensorial de la poesía de Mimnermo, es cierto que vemos las ventanas brillar sucesivamente con muchachos y cuerpos y amaneceres y mujeres y los labios azules del mar. Es cierto que le gusta aludir al sol en todos y cada uno de sus poemas. Pero la tarea del poeta, dice Kafka, es empujar al solitario ser humano hacia la vida infinita, lo contingente hacia lo legítimo. Lo que derraman los soles de Mimnermo son las leyes que nos conectan con todas las cosas luminosas. La primera es el tiempo.
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