Jorge Melgarejo - Afganistán

Здесь есть возможность читать онлайн «Jorge Melgarejo - Afganistán» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Afganistán: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Afganistán»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta narración consta de espacios bien delimitados, comenzando por el relato pormenorizado de la historia de Afganistán para seguir con el de la guerra consecuencia de la invasión soviética, el de la lucha y posterior triunfo de los muyahidines, de los combates fratricidas entre las diferentes fracciones que dieron pie a que los interesados —Pakistán, Arabia Saudita, Emiratos y las petroleras norteamericanas— se comprometieran en la construcción de gasoductos para transportar las riquezas de Turkmenistán, aportando los medios para la creación del movimiento talibán que facilitaría dicha construcción.
Se describen las penurias sufridas por la población afgana durante la dictadura de la milicia religiosa. Y se analiza la actuación de Al Qaeda y las andanzas de Bin Laden, en Afganistán y en Sudán, y las complicidades para su fuga de Tora Bora, señalando a los responsables de dicha fuga y la protección de Pakistán, haciendo especial mención a la intención de los estadounidenses de no involucrar al gobierno de Pakistán en la detección y ejecución de Bin Laden. La mayor parte de lo relatado ha sido vivido y testificado como periodista por el autor merced a sus veinticinco años de experiencia e incursión en el largo conflicto afgano.

Afganistán — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Afganistán», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El agua era aprovechada de forma inteligente para consumo y regadío, los afganos desde siempre se han caracterizado por su habilidad para lograr una buena conducción del agua. Los habitantes de las aldeas fueron empujados a vivir en la más absoluta ignorancia y se habituaron a su pobreza, aunque sin resignarse.

Ninguna aldea tenía electricidad y los niños paseaban sus cabras con los pies descalzos. La medicina y la escolaridad eran impartidas en su totalidad por los propios muyahidines y por los mulás (religiosos).

El índice de mortalidad producida por enfermedades no destacaba si se comparaba con los cientos de miles de personas que perecían como consecuencia directa o indirecta de los bombardeos, aunque debido a la pobreza, los brotes de malaria, tuberculosis o disentería eran difíciles de combatir y en la mayoría de los casos con resultados fatales. A pesar del enorme esfuerzo de los muyahidines, innumerables aldeas fueron abandonadas porque sus pobladores no lograban resistir ni sobrevivir a los bombardeos ni al incendio de sus cosechas; utensilios o juguetes repletos de explosivos eran trampas mortales diseminadas por las montañas y los campos. Los objetos eran arrojados desde los helicópteros y sólo explosionaban al contacto de algo vital, cálido. Las toy mine —«minas juguetes» o «bombas mariposa »— denominadas así por su aspecto, atraían a los necesitados y curiosos pequeños pastores, cumplían así su objetivo: amedrentar y aterrorizar a la población civil para que abandonara sus tierras y de esa manera cortar los suministros a la guerrilla.

Mina mariposa Nuestra llegada a cualquier aldea era motivo de regocijo para - фото 11

Mina mariposa.

Nuestra llegada a cualquier aldea era motivo de regocijo para sus habitantes y por supuesto para nosotros. Los bombardeos y los sacrificios de sobrellevar una época tan difícil no les privaba de su tradicional y exquisita hospitalidad, aunque los temidos helicópteros MI 24 les obligaran diariamente a esconderse en las montañas, en los refugios que ellos mismos habían construido. En muchas ocasiones y durante las incursiones de los tanques, estos refugios fueron descubiertos y atacados con bombas que contenían productos químicos; unos minutos después, los soldados, equipados con máscaras antigases entraban y sacaban los cadáveres, en su mayoría de mujeres, ancianos y niños que, buscando en un agujero la seguridad de un futuro, encontraban con crueldad una muerte indescriptible.

Cuevas para refugiarse durante los bombardeos Máscara utilizada por las - фото 12

Cuevas para refugiarse durante los bombardeos.

Máscara utilizada por las fuerzas soviéticas tras arrojar productos químicos - фото 13

Máscara utilizada por las fuerzas soviéticas tras arrojar productos químicos.

Los disparos de morteros o el aterrador ruido producido por las bombas de fragmentación se convertían en algo rutinario. El penetrante zumbido de los aviones indicaba necesariamente el instante de huir hacia los refugios, a veces con intervalos de media hora; el final de la tarde marcaba el regreso e indefectiblemente también el necesario recuento de víctimas, en su gran mayoría civiles.

Al beber el agua de los charcos y de los ríos frecuentados por animales produjo el temido efecto: la disentería comenzó a castigarme y los desplazamientos los realizaba con mayores dificultades. El comandante Kare Momen, jefe de nuestra expedición y también del área donde nos encontrábamos, fue reuniendo a algunos de sus hombres instalados en las diferentes bases de las montañas y anunció que el momento de entrar en acción estaba cerca. Nos enseñó orgulloso las armas pesadas que durante las noches fueron sacando de sus escondites y trasladándolas a lugares cercanos a los objetivos a atacar.

Sin embargo, algo inesperado hizo cambiar los planes. Los soviéticos detectaron la presencia de periodistas. La falta de tiempo para huir a zonas más seguras, y mi precaria condición física, no parecían los elementos más idóneos para escapar al cerco. Después de que un «médico» muyahidín me inyectara una fortísima medicina para intentar detener la fiebre y la diarrea, descansamos alrededor de tres horas en una pequeña aldea.

Cerca de las cuatro de la mañana, el comandante me despertó de una forma discreta y me preguntó si estaba en condiciones de montar a caballo. Retumbaba el característico e infernal ruido de los tanques y nos indicaba que estaban muy cerca. Niños, ancianos y mujeres con sus hijos en brazos iniciaban una dramática huida que con las primeras luces del día pintaba unas imágenes difíciles de olvidar.

El comandante, con veinticinco de sus hombres, comenzó los preparativos de una emboscada con la que intentar retrasar el movimiento de los tanques. Envalentonado por mi momentánea mejoría, intenté convencer al comandante para quedarme y fotografiar la emboscada, aprovechando las primeras luces del día.

«Veinticinco hombres no son suficientes para detener a una columna de tanques y es probable que nos maten a todos. Tengo órdenes estrictas de que salgan vivos de Afganistán», dijo el comandante mientras me ayudaba a montar el caballo disponible en el que emprendimos la huida.

Antes de que amaneciera totalmente debíamos estar lejos del alcance de los tanques y, sobre todo, haber encontrado un refugio en las montañas previo a la inminente llegada de los helicópteros. Si esto no pasaba, podíamos encontrarnos entre dos fuegos: el de los tanques que nos impedirían regresar y los helicópteros que nos cortarían la huida. Por fortuna, logramos llegar a las montañas, y los ocupantes de los tanques se conformaron con la destrucción de la aldea en la que dos mujeres rezagadas murieron como consecuencia del bombardeo.

Recibimos un mensaje del comandante en el que nos informaba que todo había pasado, regresamos a la aldea y nos alegramos de encontrarle con vida. Después de un merecido descanso, nos hizo partícipe de sus planes para atacar el cuartel soviético instalado en torno a la aldea de Hisar Shai.

Tras una caminata ininterrumpida de trece horas y próximos al cuartel, el comandante dividió a sus hombres en dos columnas, rodeó sigilosamente el acuartelamiento y él mismo realizó el primer disparo de bazuca, violando así la norma de atacar sólo por las noches para evitar los helicópteros y con el único fin de que pudiéramos fotografiar el ataque, lo que constituía una de nuestras metas. Pasadas dos horas del feroz combate y bajo una lluvia de proyectiles que aún lanzaban los defensores del cuartel, el comandante me informó de que gran parte del mismo había sido destruido y que con toda seguridad un importante número de sus trescientos ocupantes ya habrían perecido y en consecuencia nos invitaba formalmente a presenciar la entrada en el sitio. Como había oscurecido y ya no podría fotografiar más, y barajando los riesgos pues aún llegaban desde el otro lado gran cantidad de bombas y proyectiles, consideré que el sacrificio no tenía sentido, desistí y el comandante organizó la retirada, dejando la toma del objetivo para otros grupos que, como venía ocurriendo desde el comienzo de la guerra, la noche siguiente intentarían otro ataque sobre ése y sobre la mayoría de los cuarteles de la zona.

Durante la larga marcha iniciada para alejarnos del área, pensaba en que los defensores del cuartel nunca sabrían que la presencia de unos periodistas les habría dado una extraña oportunidad de salvar la vida.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Afganistán»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Afganistán» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Afganistán»

Обсуждение, отзывы о книге «Afganistán» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x