Daniel Calméls nos presenta un Edipo = pie hinchado, un Edipo discapacitado en su sostén, un Edipo con linaje de cojera. Un Edipo en quien la marca de “su pie funciona como ombligo, fuente de un saber”. Un Edipo que va a sostenerse en el saber que desde su cuerpo marcado lo va llevando a buscar el conocimiento. El aprendizaje se dramatiza en el cuerpo –yo decía, y digo ahora con diferente fuerza– después de leer estos capítulos.
Dejar hablar a múltiples inexistentes “notas al pie de página”, a partir de la lectura-escritura que un autor-lector hace a otro es el desafío de todo escritor. Cuando ese autor es Daniel Calméls, quien desde su práctica en psicomotricidad y desde el poder de la poesía va abriendo los sentidos de las palabras para hacer producir la alteridad, es para mí un hermoso regalo.
Sé que también lo será para el lector, sea este psicoanalista, psicopedagogo o simplemente alguien para quien leer no sea solo un modo de acumular respuestas a preguntas no formuladas, sino alguien para quien leer sea “saborear” las posibilidades de construir conocimientos y encontrar quien pueda desarrollar las “notas al pie de página” de los textos que todo ser humano escribe, aunque aún no haya editado.
Alicia Fernández
Cuerpo y saber está compuesto por tres capítulos que reflexionan sobre el objeto de estudio de la psicomotricidad. El primer capítulo, que da nombre al libro, se ocupa del desarrollo de las díadas conceptuales saber-conocer, cuerpo-organismo, motricidad-psicomotricidad . El segundo, “Edipo en el Árbol de la Sabiduría”, despliega una lectura del mito de Edipo, desde la perspectiva del objeto de estudio de la psicomotricidad, lo cual da cuenta de cómo una persona sin conocimiento de su pasado orienta su destino utilizando los elementos inconscientes del saber que su experiencia corporal le otorga. El tercer capítulo, “La contención del estímulo”, continúa reflexionando sobre el concepto de cuerpo y organismo, y analiza la intervención corporal ligada a los conceptos de estímulo y estimulante.
DANIEL CALMÉLS.Psicomotricista y escritor. Fundador y exjefe del área de Psicomotricidad del Servicio de Psicopatología Infanto Juvenil del Hospital de Clínicas (1980-2005). Miembro honorario de la Asociación Argentina de Psicomotricidad, de la Asociación Federal de Psicomotricistas y de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP). Docente de la Universidad Nacional de San Martín en la Licenciatura en Psicopedagogía.
DANIEL CALMELS
CUERPO Y SABER
A Alicia Fernández, por sus escritos y su acompañamiento.
Para salir del dualismo organismo-psiquismo, la distinción entre la noción de cuerpo y la noción de organismo es fundamental. Y no se trata aquí del cuerpo simbolizado, ni de la imagen del cuerpo que constituye la base del “yo” corporal. Se trata de esa entidad de la cual se podrá ulteriormente tener una imagen o que podrá constituirse en símbolo del sujeto. Hay un cuerpo real, distinto del organismo, y en gran parte independiente de él. Así, el organismo es un sistema de autorregulación inscripto, mientras que el cuerpo es un mediador y a la vez un sintetizador de los comportamientos eficaces para la apropiación del entorno por parte del sujeto.
Si el organismo presenta muy poca variación y se conforma a su memoria, el cuerpo acumula experiencias, adquiere nuevas destrezas, automatiza los movimientos de manera de producir programaciones originales o culturales de comportamiento.
Sara Paín, La génesis del inconsciente: la función de la ignorancia II
La primera y la segunda edición de este libro se realizaron en 1997 y 1998 en ediciones DyB, presentado como “Capítulos de psicomotricidad”. Formó parte de la bibliografía recomendada en diversas formaciones de psicomotricidad, psicopedagogía, psicología, nivel inicial, teatro y expresión corporal. Agotada las dos primeras ediciones, se editó una tercera en Novedades Educativas, en 2001. Desde hace más de dieciocho años que, al no estar disponible en librerías, este libro se comparte de múltiples maneras.
Para esta edición el texto ha sido reescrito, ampliado y corregido. Después de veintitrés años, sus ideas principales siguen vigentes. La presente edición mantiene el prólogo realizado por Alicia Fernández, con la cual compartí, acompañé y fui acompañado en muchas de sus formaciones, espacio que generosamente ella ofrecía. También fui invitado por ella a participar en el capítulo 2 de O saber em jogo: a psicopedagogía propiciando autorías de pensamiento , con el título de “Édipo na Árvore da Sabedoria” (“Edipo en el Árbol de la Sabiduría”), que integra su libro en la versión traducida al portugués.
D. C.
Alicia Fernández
Prologar un libro, en el que me encuentro de algún modo con cierto “epílogo” a un libro mío, es, además de una bellísima experiencia lúdica, un modo de operar con el concepto de obra abierta. Escritura-reescritura, edición-reedición: autoría multiplicativa.
Así, leyendo el capítulo “Edipo en el Árbol de la Sabiduría” de la presente obra, como autora del texto a partir del cual Daniel escribe, me encuentro con mi escritura y la descubro nueva. Escucho hablar a mis propios no dichos, leídos desde otro. Riqueza de poner a trabajar la diversidad. Alegría de no rendirme al aburrimiento de la homologación.
Edipo, aquel personaje mítico, a mí se me presenta dramatizando el sufrimiento humano, ante el conflicto entre el deseo de conocer y el secreto de su origen amordazando el saber. Edipo a mí me convoca a pensar en las diferentes fracturas del aprendizaje (individuales y sociales) siempre asociadas a poderosas “informaciones” con carácter oracular, que desmienten el saber y no permiten al sujeto humano construir conocimiento, cercenando su autoría de pensamiento.
Pero, ahora, Daniel nos presenta un Edipo = pie hinchado, un Edipo discapacitado en su sostén, un Edipo con linaje de cojera. Un Edipo en quien la marca de “su pie funciona como ombligo, fuente de un saber”. Un Edipo que va a sostenerse en el saber que desde su cuerpo marcado lo va llevando a buscar el conocimiento. El aprendizaje se dramatiza en el cuerpo –yo decía, y digo ahora con diferente fuerza– después de leer estos capítulos.
Dicen los estudiosos que, en las reediciones de los textos del siglo XVII al XIX, los lugares donde aparecen las “notas al pie de página” son los puntos en que el autor percibía la posibilidad de fuga del sentido, donde el discurso podía derivar a otros discursos posibles y, entonces, ahí, surgía la “nota al pie” como un intento de controlar el sentido.
Enhorabuena no reedité mis libros entre aquellos siglos…
Dejar hablar a múltiples inexistentes “notas al pie de página” a partir de la lectura-escritura que un autor-lector hace a otro es el desafío de todo escritor. Cuando ese autor es Daniel Calméls, quien desde su práctica en psicomotricidad y desde el poder de la poesía va abriendo los sentidos de las palabras para hacer producir la alteridad, es para mí un hermoso regalo.
Sé que también lo será para el lector, sea este psicoanalista, psicopedagogo o simplemente alguien para quien leer no sea solo un modo de acumular respuestas a preguntas no formuladas, sino alguien para quien leer sea “saborear” las posibilidades de construir conocimientos y encontrar quien pueda desarrollar las “notas al pie de página” de los textos que todo ser humano escribe, aunque aún no haya editado.
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