Aunque es probable que se trate de un apócrifo, adquirió notoriedad al ser empleada por Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno desde 1982 hasta 1991, cuando intervino en el XXVI Congreso del PSOE en Suresnes (Francia) en octubre de 1974.
Sin embargo, existen innumerables muestras de esa predisposición «autodestructiva» que padecemos. En España, tendemos a quedarnos casi exclusivamente con lo malo, agrandándolo, criticándolo y relegando al olvido aquellas cosas que nos engrandecen como nación y como personas. A este efecto lo hemos denominado el efecto Von Bismarck.
Esta actitud tiene un efecto lastre, nos perjudica muy seriamente, afecta a nuestro valor como país, a nuestra confianza en nosotros mismos, en nuestras capacidades y, con ello, a las posibilidades de desarrollo de nuestro potencial, tanto individual como colectivo.
LA HISTORIA, BASE DE LA AUTOESTIMA
Es muy importante conocer la historia para construir el futuro.
Desmontando la leyenda negra
Para ello, el primer paso que tenemos que dar es el de desterrar de forma definitiva la leyenda negra que crearon nuestros «competidores» de la época. Y hacerlo con datos, con hechos objetivos, con información, convenciéndonos a través del conocimiento.
La leyenda negra es la obra de marketing político más genial de la historia de la humanidad.
Marcelo Gullo. Doctor
en Ciencia Política (Argentina).
Los ingleses y los holandeses montan esa campaña en contra de España porque no la pueden vencer en términos militares. Su forma de luchar es a través de la propaganda. Montan la que fue la primera campaña de propaganda en la historia para debilitar a España, para atacar a España y para movilizar a otras dinastías en contra de España. Porque en términos militares no lo podían hacer.
Nigel Townson. Historiador, hispanista y periodista británico,
profesor en la Universidad Complutense de Madrid.
La influencia de la leyenda negra ha sido terrible y sigue siendo muy negativa para muchos españoles que no han conseguido superar sus efectos.
Pierre Chaunu, historiador e hispanista francés, especialista en la América española, afirmaba en referencia a la leyenda negra:
En nuestro caso, lejos de combatirla, los españoles aceptaron incluso complacidos la versión más negativa de su realidad. La leyenda negra es, por así decir, la imagen exterior de España tal y como España la percibe. Esta imagen de sí misma ha afectado a España como no ha afectado a ninguna otra imagen externa de cualquier otra nación.
Por lo tanto, somos víctimas de la mayor campaña de marketing político de la historia. Tal fue su magnitud que hoy, siglos más tarde, aún nos causa un daño incalculable.
En lugar de asumir el pasado, lo cargamos y esa carga va condicionando la respuestas que damos a los problemas del presente.
Martín Ríos, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México
De ahí, la gran importancia que adquiere el ejercicio de «reparación» que tenemos que realizar los españoles. Si no lo hacemos nosotros, nadie va a venir a hacernos el trabajo.
Hay que superar la falsa creencia, muy extendida en España, que afirma que nuestra historia es fallida y oscura. Todo lo contrario: la historia de España es una historia épica, de éxitos increíbles, una de las más grandes epopeyas de la historia de la humanidad.
No hay otro país que haya demostrado su valentía como España, lanzándose a las más osadas aventuras que el ser humano haya conocido: navegar hacia el «fin del mundo» con escasos medios y con la esperanza de llegar a nuevas tierras. Explorar lo desconocido hasta descubrir nuevos continentes, océanos, y así hasta un tercio de la tierra.
Fuimos los primeros en dar la vuelta al mundo, nada menos que los pioneros de la globalización. Los precursores de los derechos humanos, llegando incluso a detener la conquista para discutir si lo que se estaba haciendo era correcto y para sentar unas bases legales para continuarla. También, los precursores del derecho internacional, de la economía moderna o del parlamentarismo europeo, tal y como ha reconocido la Unesco. Los primeros en autorizar el mestizaje y en reconocer los mismos derechos para los nativos que para los peninsulares. La primera mujer catedrática que enseñó en la universidad fue en España a principios del siglo XVI. La primera campaña de vacunación internacional fue realizada por España para llevar la vacuna de la viruela a América y a Asia, y ayudó a salvar millones de vidas. Y así podríamos seguir muchas más páginas.
«Mientras que el modelo que aplicaron otras potencias fue el del genocidio y la destrucción, el modelo que caracterizó al Imperio español fue el del mestizaje y la asimilación», como explica Milton Cohen-Henríquez en el artículo del capítulo 2, Cuando la leyenda usurpa la historia.
¿No crees que tenemos motivos de sobra para valorarnos mucho más?
¿Te imaginas si nuestra historia real la hubieran escrito los ingleses o los norteamericanos? La habríamos visto en cientos de superproducciones, sin duda.
Los precursoresdel derecho internacional,de la economía modernao del parlamentarismoeuropeo, tal y como hareconocido la Unesco. |
Naturalmente, también se cometieron errores y se causaron daños de los que no podemos estar orgullosos. Nuestra historia tiene luces y sombras, como todas, pero no más que otros, viendo lo que se hacía en esas circunstancias en cualquier otro lugar del mundo. Recordemos que por España pasaron fenicios, griegos, cartagineses, hebreos, romanos, germanos, árabes, berberiscos y hasta franceses. Un sinfín de conquistas en las que no fueron regalando flores precisamente. Los romanos sometían, mataban, esclavizaban y se llevaron todo el oro de las minas que encontraron. Y nadie les culpa de nuestros éxitos o fracasos. Roma nos dejó muchísimas cosas positivas.
España es la «Roma de América», ya que llevó una civilización avanzada a aquellas tierras. Se crearon universidades, hospitales, carreteras, ciudades, un innumerable patrimonio, un lenguaje común, los derechos fundamentales y, quizás lo más importante, un proceso único de mestizaje que no se ha dado en los países de influencia anglosajona, ya que estaba prohibido.
LA REALIDAD QUE NO PODEMOS O NO QUEREMOS VER
Según las conclusiones de la investigación que llevamos a cabo desde el Proyecto 1785, hay otra creencia negativa muy extendida que afirma que España es un país poco relevante en la historia, un país de segunda.
Sin embargo, España es una de las cinco naciones que más ha contribuido al desarrollo universal y, en la actualidad, es una de las cinco naciones culturalmente más influyentes del mundo (según fuentes anglosajonas[1]), siendo el quincuagésimo primer país en superficie y el trigésimo en número de habitantes. Y, además, tenemos la segunda lengua más hablada en el mundo, que representa, nada menos, que el 10 % del PIB mundial.
Una evidencia de que España es un país de primera división, mejor dicho, ¡de Champions!
España es una de lascinco naciones quemás ha contribuido aldesarrollo universal y,en la actualidad, es unade las cinco nacionesculturalmente másinfluyentes del mundo. |
¿Por qué no queremos o no podemos verlo?
Planteé esta pregunta a Eduardo Serra al final de la entrevista que mantuvimos y que dio lugar a un interesantísimo artículo de este libro: La España de hoy, relevante en el mundo. Su respuesta fue clave: «Porque si eres de primera, hay que dar la talla».
El país es el grupo social más grande al que pertenecemos. Todos somos, a la par, jugadores y accionistas de este «club» llamado España. Si queremos tener éxito, es fundamental que creamos en nuestras posibilidades y que animemos a nuestro equipo. Si nos «abucheamos» a nosotros mismos, jamás vamos a ganar un partido.
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