Eric D. Weitz - Un mundo dividido

Здесь есть возможность читать онлайн «Eric D. Weitz - Un mundo dividido» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un mundo dividido: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un mundo dividido»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Quién tiene derecho a tener derechos?
Solo los hombres blancos los tenían al principio, pero no tardaron en reclamarlos los colonizados, los esclavos, las mujeres, los indígenas…
La creación de los Estados nación se ha ligado a la de los derechos, pero la historia nos muestra que es un vínculo complejo. Vinculados a los nacionalismos, han generado importantes conflictos: desde los rebeldes griegos y los abolicionistas brasileños del siglo xix hasta los sionistas en el xx, incluso la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha actual.
Weitz retrata a los protagonistas, los ideales que los inspiraron y el contexto que transformaron algunos de los episodios más importantes.

Un mundo dividido — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un mundo dividido», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En todo el fértil valle de Minesota, los guerreros dakota atacaron a los colonos y los puestos de avanzada de la Indian Agency. Estas ofensivas, como tantas anteriores, llevaron a brutales matanzas de hombres y a veces de mujeres y niños, por más que Pequeño Cuervo hubiese ordenado que se les perdonara la vida. Era más frecuente, sin embargo, que los indios tomaran a las mujeres y los niños como prisioneros. A veces buscaban asesinar a una persona concreta, a cierto comerciante al que odiaban por haber dicho –o eso se rumoreaba– que si los indios pasaban tanta hambre podían comer hierba, le mataron a palos y le llenaron la boca de hierba. 35En otros casos, las matanzas eran indiscriminadas. Los indios también perdonaban la vida a muchos blancos, particularmente a los que tenían lazos de parentesco con ellos. 36A los colonos, por su parte, nada les indignaba más que ver cómo se sublevaban indios a los que creían conocer bien.

Henry Hastings Sibley en 1860 Sibley 18111891 llegó al Territorio del - фото 16

Henry Hastings Sibley en 1860. Sibley (1811-1891) llegó al Territorio del Noroeste como trampero. Vivió con los indios durante largos periodos y tuvo un hijo con una india. En 1858, cuando Minesota fue reconocida como estado, se convirtió en su primer gobernador. En 1862 se le puso al mando de la Milicia del Estado de Minesota, encargada de reprimir la rebelión de los sioux, y también en las campañas de 1863 y 1864. La prudencia de su estrategia militar y la relativa moderación de su postura política (se oponía al ajusticiamiento de aquellos indios que no habían matado a ningún blanco) suscitaron gran hostilidad entre los euroamericanos. Sigue siendo una figura venerada por muchos ciudadanos de Minesota

A pesar de la protección de que gozaba, la población blanca fue presa del pánico, un terror “universal e irreprimible”. 37Miles de colonos “despavoridos” se refugiaron en asentamientos mayores, como Mineápolis y Saint Paul, y fuertes del Ejército de Estados Unidos; y algunos no volvieron nunca a sus casas y granjas. En el valle de Minesota se podían recorrer unos trescientos kilómetros sin ver más que una región “destruida y despoblada”. 38Unos meses después, en una carta al presidente Abraham Lincoln, su secretario, John G. Nicolay, sostuvo que “no ha habido nunca un conflicto tan repentino ni tan feroz ni tan cruento como el que colmó de tristeza y amargura el estado de Minesota”. 39

“La guerra, como una tormenta arrasadora, estalló de repente y se extendió con rapidez –escribiría una mujer dakota muchos años después–. Era difícil saber quiénes eran amigos y quiénes enemigos”. 40También describió el pánico que cundió entre los sioux. 41Las discordias internas ya mencionadas se agravaron en medio del conflicto armado. Algunos dakotas, enardecidos por los abusos de los blancos y una cultura que ensalzaba a los guerreros, clamaban venganza. Otros compartían los temores de Pequeño Cuervo; sabían que la guerra sería un desastre para su pueblo, pero acabaron aceptándola por solidaridad con los hombres de sus clanes y para demostrar su valía como combatientes. 42

De los 7.000 dakotas, un total de 1.500 tomaron las armas. 43Se rumoreaba que la nación sioux entera, unas 25.000 personas que poblaban un territorio que se extendía hasta el río Misuri, iba a unirse a la lucha y ya estaban en marcha, y lo mismo se decía de los ojibwa y los winnebago, que vivían al norte. 44El rumor, pese a no ser cierto, exacerbó el pánico de los colonos blancos y las autoridades federales y de Minesota.

La simple división entre blancos e indios no nos da, sin embargo, una idea cabal de la compleja realidad de la frontera. Esta región era el escenario de un conflicto a veces violento, pero también una zona de interacción. 45Entre los indios y los blancos vivían cientos o acaso miles de francodakotas y anglodakotas: estos mestizos eran fruto de las relaciones sexuales que durante doscientos años habían tenido indios y europeos en la frontera. A veces era una persona “de sangre mixta” quien salvaba a su familia, según contó Samuel J. Brown, hijo de un famoso pionero y agente indio. Cuando se enteró de los ataques indios, la familia de Brown huyó de su casa, pero pronto se encontró con un grupo de indios manchados de sangre por una matanza que se había producido poco antes. La madre de Brown se puso a gritarles en la lengua de los dakotas, les dijo que era de origen sisseton (una de las tribus dakota) y pidió que la protegieran a ella, a su familia y a los otros blancos que huían con ellos. Uno de los indios se acordó entonces de que un invierno en el que se estaba muriendo de frío aquella mujer le había ofrecido albergue, permitiéndole calentarse delante del fuego y dándole de comer. Así que pidió a los otros indios que dejaran en paz al grupo de blancos y mestizos; pero sus compatriotas respondieron que habían jurado matar a todos los blancos y pensaban cumplir su palabra. El indio “amistoso” insistió en su ruego. Los indios, veinticinco en total, se reunieron dos veces para deliberar y al final permitieron al grupo desplazarse al asentamiento de Pequeño Cuervo, donde se les ofrecería protección. En el camino, sin embargo, temieron a menudo por su vida. 46

“Ocúpese de los indios”, le dijo por telegrama el presidente Lincoln al gobernador Ramsey. 47Su exhortación concordaba con el parecer de Pope, el comandante estadounidense, que tomó plena conciencia de la gravedad de la insurrección nada más llegar a Minesota. Graduado de la academia militar de West Point, había participado en la guerra mexico-estadounidense y en otras campañas contra los indios. El gobernador Ramsey tenía ahora por consejero a un oficial de alto rango desacreditado en Washington, pero no en la frontera. A Pope, que tenía línea directa con el Departamento de Guerra, le sería más fácil obtener refuerzos y material bélico, así como evitar que Minesota destinara más soldados y recursos a la guerra civil. El propio Lincoln desoyó las objeciones del secretario de Guerra suspendiendo el reclutamiento de hombres en Minesota, otra señal más de que asegurar la frontera era tan importante para el Gobierno federal como reprimir la insurrección del Sur. Ramsey y Pope no tardaron en nacionalizar las milicias del estado, incorporándolas al Ejército de Estados Unidos.

Pope envió casi mil cuatrocientos hombres al valle de Minesota (véase mapa de la p. 101) para que socorrieran a la guarnición y los refugiados sitiados en Fort Ridgely, que los dakotas ya habían intentado tomar dos veces. Las fuerzas estadounidenses se dirigieron posteriormente a New Ulm, donde el ejército (apoyado por los colonos) y los dakotas estaban librando una batalla encarnizada. Esta próspera ciudad fronteriza vio arder muchos edificios, se produjeron cuantiosas pérdidas humanas y materiales, pero los colonos blancos lograron finalmente hacer retroceder a los atacantes. 48

Mientras tanto, el coronel Sibley reunió un ejército numeroso para entablar batalla con los indios cerca del lugar donde se encontraba la Upper Indian Agency (véase ilustración de la p. 113). Era un grupo heterogéneo y desorganizado, compuesto por refugiados blancos y soldados sin apenas experiencia. Sibley y unos cuantos indios intentaron en vano negociar. El coronel estadounidense prometió proteger a los indios a condición de que no mataran a nadie; pero fue duramente criticado por la prensa y los ciudadanos blancos de la zona por no emprender un ataque total e inmediato. Como sucedía a menudo en muchos otros lugares del mundo, los colonos querían sangre, cobrarse su venganza, y se oponían a toda negociación. 49Sibley obtuvo el apoyo de misioneros aliados con aquellos indios que se habían convertido al cristianismo. Fue avanzando poco a poco e intentó de nuevo negociar con los indios, entre otras razones porque tenía la esperanza de lograr la liberación de los casi doscientos cincuenta prisioneros blancos y mestizos (o “híbridos”, como los llaman las fuentes de la época). Le escribió a su mujer diciendo que se impartiría justicia a los indios, pero no pensaba “asesinar a ningún hombre declarado inocente, aunque sea un salvaje”. 50

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un mundo dividido»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un mundo dividido» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un mundo dividido»

Обсуждение, отзывы о книге «Un mundo dividido» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x