Ruth Soukup - ¡Hazlo… así sea con miedo!

¡Hazlo... así sea con miedo!

Publicado por:

Taller del Éxito, Inc.

1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210

Sunrise, Florida 33323

Estados Unidos

www.tallerdelexito.com

Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo y crecimiento

personal, liderazgo y motivación.

Director de arte: Diego Cruz

Diagramación: Joanna Blandon

Diseño de carátula: Diego Cruz

Traducción y corrección de estilo: Nancy Camargo Cáceres

9781607386094

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Contenido

Cadenas invisibles

El procrastinador

El seguidor de reglas

El complaciente

Los marginados

El que duda de sí mismo

El experto en sacar excusas

El pesimista

Un vistazo de los arquetipos del miedo

Atrévete a pensar en grande

Las reglas son para los tontos

Siempre en control

Acepta comentarios honestos

No hay errores, solo lecciones

El equilibrio está sobrevalorado

Solo avanza

Un vistazo de los principios de valentía

Lucha por tus objetivos

Encuentra tu porqué

Diseña tu plan de acción

Forma tu propio club de la verdad

Deja de comparar

Elimina las excusas

Cómo encontrar un mentor

Mantente animado

Un vistazo de la valentía en acción

Expresiones de gratitud

Cadenas invisibles

El miedo es algo gracioso.

Es uno de nuestros instintos humanos más básicos y está destinado a protegernos de todos los peligros que nos causen daño y para motivarnos a la acción cada vez que una amenaza se vuelva inminente. Nuestro miedo está diseñado para salvarnos y, curiosamente, la falta de miedo en situaciones peligrosas podría ser un signo de enfermedad mental. Se supone que debemos estar asustados.

Y, sin embargo, ese mismo miedo también puede ser una cadena invisible que nos ata y nos mantiene atascados. Que, en lugar de mantenernos a salvo, nos paraliza y nos impide avanzar, arriesgarnos, exponernos, sacar el valor necesario para ir en pos de nuestros sueños y construir la vida que tanto anhelamos tener.

En otras palabras, el mismo instinto diseñado para protegernos también nos detiene. ¡Y, oh, lo logra! Créeme, lo sé.

Verás, el miedo ha sido una parte muy real y activa de mi vida desde que tengo memoria. Le tengo miedo a las alturas y a parecer una tonta. Me pongo nerviosa en medio de grandes multitudes y me aterran las conversaciones triviales. Siempre temo no agradarle a la gente o que piensen que soy molesta o extraña o que no vale la pena que otros se gasten su tiempo conmigo. Detesto estar en contextos públicos o ser vulnerable. Tengo miedo de fallar o cometer algún error y de lo que eso podría decir sobre mí. No hace mucho tiempo, la sola idea de tener que hablar frente a una multitud era suficiente motivo para que me diera ataque de pánico.

Todo ese miedo se interponía en mi camino, al igual que les ocurre a muchos otros.

Wendy siempre ha querido tener su propia panadería y cafetería, ¡pero se siente muy desanimada de hacerlo! De hecho, se siente tan aterrorizada ante la posibilidad de fallar que rechazó una magnífica oferta de un muy buen inversor que le habría proporcionado tanto el capital como la capacitación que ella necesitaba para comenzar.

Kyra es una bailarina talentosa que pasó años estudiando ballet, pero dejó que su intenso miedo al rechazo le impidiera audicionar frente a una compañía de danza profesional a pesar de que ese había sido siempre su objetivo. Años más tarde, Kyra todavía sigue sintiendo que perdió la oportunidad de alcanzar todo su potencial.

Trina ya no quiere seguir practicando su profesión de abogada. Durante años, ella ha querido dejar el bufete de abogados de su padre para comenzar su propio negocio, pero le aterra decepcionarlo. Además, se siente agobiada por el peso de esta responsabilidad y por la incertidumbre de no ser capaz de realizar su propio sueño.

Nancy quiere viajar. Sueña con la idea de subirse a su automóvil y conducir por los 50 Estados y por todo Canadá para luego aventurarse a ir aún más lejos, pero le parece que ese es un proyecto demasiado arriesgado para una mujer sola, de 60 años de edad. Y en el fondo, no está segura de si ella tiene lo que se necesita para afrontar esa aventura.

Liv es científica. Esto significa que gran parte de su trabajo es escribir artículos para revistas. Sin embargo, con frecuencia, tiene miedo de compartir sus escritos antes de haberlos perfeccionados. Siempre le preocupa parecer incompetente o que alguien piense que ella no es una profesional calificada. Liv sabe que, aunque su miedo no es racional, siempre está ahí.

Día tras día, ocurre la misma historia y de un millón de maneras distintas. Un gran sueño. Un miedo aún mayor. Y luego, lo inevitable: un arrepentimiento gigantesco. Sin embargo, no tiene por qué ser así.

Hace varios años, tomé una decisión que me cambió la vida: decidí no volver a dejar que el miedo se interpusiera en mi camino.

Comprendí que está bien sentir miedo, que hay ocasiones en que todos lo sentimos, pero que lo que no está bien es dejar que este me impida hacer lo que en realidad quiero hacer. Fue entonces que entendí que necesitaba encontrar una manera de aprovechar el miedo a favor mío, así que tomé la decisión de que, a partir de ese momento, haría lo que quisiera, así fuera con miedo.

Ese pensamiento se convirtió en mi mantra, en una pequeña frase que me repetía a mí misma cada vez que me sentía nerviosa o asustada; cada vez que me salía de mi zona de confort o me arriesgaba o me sentía insegura, lo cual, siendo honesta, era casi todo el tiempo.

Más adelante, cuando me convertí en emprendedora, el mantra “¡Hazlo… así sea con miedo!” se convirtió en el primero de los valores fundamentales de mi empresa, y después, en un grito de guerra para los miembros de nuestras comunidades en Living Well Spending Less® y Elite Blog Academy®. Fue tanto su efecto que me motivó a comenzar el podcast Do It Scared with Ruth Soukup con el fin de ayudarles a otros y ayudarme a mí misma a enfrentar nuestros miedos, superar obstáculos y, lo más importante, a construir la vida que tanto anhelamos.

Hasta podría decirse que me obsesioné un poco. Y ahí es donde entra en escena este libro.

ARQUETIPOS DEL MIEDO

Durante los últimos nueve años, a medida que navegaba por mis propios miedos y hablaba con muchos miembros de nuestras comunidades, comencé a reconocer el impacto que ejerce el miedo en nuestra vida, en especial, en las mujeres.

Es devastador escuchar a tanta gente en nuestra comunidad decir que se siente al margen de su propia vida, temerosa de entrar en acción, aterrorizada de cometer un error, de decepcionar a otros, de fracasar o de que otros se rían de ellos. Quienes piensan y sienten de esta manera saben qué cosas les gustaría hacer y aun así no las hacen por el simple hecho de que tienen demasiado miedo.

Sin embargo, al hablar sobre este tema con más y más mujeres, comencé a darme cuenta de que no todos los miedos se generan de la misma manera. Bueno, no me malinterpretes, todos tenemos miedo de algo y, en algún momento, todos hemos sido impactados por ese sentimiento de alguna manera, aunque varía mucho la forma en que este se manifiesta en nuestra vida. Una persona le teme al fracaso mientras que otra le teme al rechazo. Una persona teme ser considerada responsable y en cambio otra está paralizada ante la idea de equivocarse al hacer algo, sin importar lo que ese “algo” sea.