Política con adverbios
Artículos de opinión, crítica
y cultura política
Fabio Giraldo Jiménez
Colección Claves Maestras
© Fabio Giraldo Jiménez
© Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia
© Editorial Universidad de Antioquia®
ISBN: 978-958-501-026-0
ISBNe: 978-958-501-027-7
Primera edición: junio del 2021
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Presentación
Para entender la política se requiere de adverbios que indiquen, precisen, señalen, delimiten y distingan matices, tal como afirma en estas páginas Fabio Giraldo Jiménez. Este libro tiene, precisamente, el atributo de los adverbios bien situados y que, por ello, aportan al discernimiento, a la deliberación y a la crítica de la política; mientras descorre velos, desnuda intereses y descifra claves del ejercicio de aquello que nos constituye como ciudadanos y que cotidianamente es objeto de menoscabo y despojo.
Los artículos aquí compilados se refieren a la política colombiana contemporánea, analizada desde el punto de vista de la ciencia política, el derecho, la filosofía y la historia políticas. La opinión urgente y cotidiana reclamada de la inmediata actualidad del país, que funge como un extraordinario “laboratorio” para el análisis político, se aborda con profundidad derivada del bagaje académico, intelectual y literario del autor. Estas páginas se ocupan de temas variados que van desde el análisis constitucional actual que se remonta a las cartas decimonónicas, pasando por la descripción fina de nuestra artificiosa “clase política” hasta el examen más reciente del manejo por parte del gobierno de la emergencia derivada del COVID-19. Pero los artículos, hay que decirlo, van más allá de esa opinión vertiginosa y descuidada con que a veces se abordan estos asuntos y, por el contrario, motivan una lectura crítica de asuntos de indudable importancia para el público lector.
La forma escrita de los textos incentiva la lectura y pone al alcance de un lector interesado un punto de vista riguroso, pero accesible. En ese limitado margen de mil o mil quinientas palabras por artículo se exponen opiniones que tienen densidad y dimensión analítica, pero con un leguaje desenfadado y coloquial, que apela en ocasiones a la fina ironía, para involucrar e interesar a un lector cotidiano. Además, tienen el acento pedagógico inconfundible del escritor que es profesor y que no renuncia a usar sus “tribunas” para provocar la duda y aportar claridad y discernimiento a asuntos complejos y a veces de difícil comprensión. Los textos tienen pues el respaldo de una actividad docente universitaria, que se adapta versátilmente a la forma condensada y sintética de la columna de opinión.
La opinión que aquí se expresa no pretende ofrecer una lección moral, pero en estos textos se advierte, transversalmente, una ética pública, una defensa del Estado de derecho y de la separación de poderes, y una opción por el derecho y la justicia, así como un compromiso con la construcción de paz. Ese punto de vista desde una ética pública descubre, desde luego, el interés privado y privatizador del funcionario corrupto, al político mañoso, al líder sinuoso y al juez venal. Sin que propongan una cruzada moral, los textos concitan el interés ciudadano y son una invitación a un mayor compromiso en la defensa de principios, valores y prácticas inherentes a la vida democrática. En este sentido, la compilación de textos da cuenta, entonces, de una unidad de pensamiento que refleja, a la vez, una posición política coherente y consistente con principios y valores de una ética pública, en un entorno en el que son constantemente asediados por la corrupción, el autoritarismo y el unanimismo.
Las reflexiones en la mayor parte de los artículos se refieren a la actualidad política colombiana, pero no pierden vigencia, por un lado, por esa triste situación de nuestra política en la que, parece, en ella todo cambia para que permanezca igual; por otro, porque en aquel punto de vista académico y político de las columnas subyace un llamado a la defensa de valores instaurados en nuestra Constitución de 1991, que es objeto de cotidianos e inconclusos embates de sectores del establecimiento que quieren preservar un statu quo en donde se reproducen la desigualdad, la inequidad y la violencia en la sociedad colombiana, contra el espíritu progresista que aquella traza como horizonte político colectivo. Incluso, en aquellos textos que se agrupan bajo el título de “Privacidades”, en donde surge una dimensión más personal del autor, aparece el ser moral y político, el hombre ilustrado, acaso un optimista informado que no renuncia a la búsqueda del “conocimiento de cómo va el mundo”, pero que tampoco se abstiene de expresar de manera pesimista que no va bien y, que, por ello, escribe, dialoga y controvierte para que cambie el rumbo hacia el horizonte que dibujaba aquella Carta: el de una sociedad inclusiva, pluralista y democrática.
El lector tiene en sus manos artículos escritos con pasión, pero no por ello poco ponderados. Reflejan un compromiso del autor, que es distinto al sesgado, fútil e incendiario de apologistas de la arbitrariedad, del poder autoritario y la acción directa. Al tiempo, tienen la distancia del agudo observador y analista que no pretende neutralidad o asepsia política. Se trata, pues, de textos que expresan un punto de vista cuya lectura enriquece enormemente la defensa y el afianzamiento de una cultura política democrática, para un público lector amplio que valora la independencia política, el rigor académico y la coherencia intelectual.
Juan Carlos Vélez-Rendón
Profesor
Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia
I
Derecho, constitución,
poder judicial
La Corte embrujada
Es muy grotesca la imagen de una sesión de la Corte Constitucional convertida en batahola de posesos y de los magistrados en sus trajes de togado brincando como peleles de goma entre pupitres, paredes y techos, con los ojos brotados y enrojecidos, el cabello espeluznado, escurriendo babaza por boca y nariz, carcajeándose como guacharacas en concierto y despachando malparideces en lugar de sentencias constitucionales.
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