Mª Gema González - Lo que nos trajo el Covid-19

Здесь есть возможность читать онлайн «Mª Gema González - Lo que nos trajo el Covid-19» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Lo que nos trajo el Covid-19: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Lo que nos trajo el Covid-19»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El primer caso del
Covid-19, lo conocimos el 31 de enero del 2020. Aunque ya habíamos oído hablar del virus, a la gran mayoría no les interesaba, ya que estaba muy lejos y pensábamos que aquí no llegaría, pero llegó y todo cambió. Este libro refleja las situaciones de muchas personas ante la enfermedad, y como a través de unas simples cartas, de la unión entre las personas, de la solidaridad, luchamos en esta guerra contra algo que no podemos ver, pero que sentimos en el alma. También aparece el miedo, la soledad, la frustración, pero como todo en esta vida pasará.

Lo que nos trajo el Covid-19 — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Lo que nos trajo el Covid-19», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En un país que se ha gastado millones en aeropuertos a los que no llegan aviones, en rotondas que no van a ninguna parte, en puestos de políticos y asesores que no se conoce cuál es su función, y no en respiradores, en personal, en hospitales, en investigación, cosas que ahora salvarían vidas.

¡No puede ser, no puede ser y no poder ser! La UCI desestima a esta paciente, no hay camas, no hay respiradores y hay que priorizar. Estamos en una guerra y, cuando no hay medios, hay que elegir quién tiene más posibilidades. ¡No me lo creo!, ¡no puede ser que esté viviendo este momento!

Se acaba el turno, subo al coche y no puedo parar de llorar, es mi rincón, el mío y el de tantas y tantas personas que, día tras día estamos viviendo esta situación frustrados, desbordados y angustiados. Al fin y al cabo, somos personas, personas que sienten, que sufren, que tienen que volver a su casa, a su garaje, a la de otros que les han acogido, o incluso a un hotel, y lo hacemos pensando en lo que hemos vivido y llevamos viviendo durante todo este tiempo.

Pidiendo que, por favor, se escuche nuestra opinión, que se nos den los medios para protegernos y no tener que sumar a toda esta carga el peso de no saber si estamos contagiando a los pacientes o a nuestros familiares, si somos realmente un foco de contagio, porque a nosotros siguen sin hacernos los test. Si tenemos síntomas leves nos siguen diciendo que vayamos a trabajar, que se necesitan manos.

Mientras me desahogo en el coche, los kilómetros y la música van pasando sin enterarme, no soy consciente ni por donde voy, mi cuerpo autómata sigue el mismo camino de siempre mientras mi cabeza explota.

Hoy siquiera hemos podido salir a escuchar los aplausos de las 20 horas, esos aplausos que nos animan a seguir un día más, esos aplausos que esperamos que cuando acabe todo esto salgan a la calle con nosotros a pedir que se nos valore, que no se nos hagan contratos basura de semanas, incluso horas. Contratos durante los cuales no nos da tiempo a conocer el servicio para el que trabajamos, poniendo en riesgo al paciente. Que salgan para que se nos escuche a la hora de crear protocolos, para que se implemente la labor del personal sanitario en las escuelas para prevenir, para que se dote de medios a los hospitales, para que no se tenga que tener a los pacientes en los halls de algunos hospitales, para que no se privatice, para que no tengamos plantas enteras de hospitales cerradas.

Sólo porque la concesionaria a la que pertenece el hospital pide un precio elevadísimo por abrirla, todo por ese invento de crear hospitales concertados o público privados que se sacaron hace unos años de la manga. Queremos que el aplauso no sea una excusa para tener algo que hacer a las 20h., que siga vivo cuando esto termine, que nunca más un sanitario tenga que oír de un paciente: “para eso te pago” o “es que llevo dos horas esperando” cuando estamos desbordados.

Cuando todo esto acabe, debemos ser conscientes de que las urgencias se deben usar para casos graves, en los cuales la vida corre realmente peligro y la atención debe ser inmediata. No son para saltarnos la lista de espera de una radiografía que nos han mandado en atención primaria, ni para hacernos una analítica de la cual hemos perdido la cita, ni para un catarro, ni para no ir a trabajar.

Cuando todo pase, necesitamos que ese aplauso se mantenga, que ese reconocimiento que día a día nos transmiten ahora los pacientes siga vivo. Necesitamos que se sepa que realmente nuestro trabajo es este, en época de COVID19, antes y después, que siempre hemos estado ahí y siempre lo estaremos, que la vocación se lleva por dentro, que un hospital, un centro de salud o una residencia, la construimos entre todos, entre los que trabajamos dentro, los que la defendemos fuera, los que hacemos un uso responsable de ella, los familiares que ayudan, etc.

Por fin llego a casa, un día más para olvidar. Me espera esa ducha calentita ya lista, con el pijama preparado, ese abrazo después de la ducha de una de las personas que siempre ha estado a mi lado, recordándome que esto pasará pronto, que lo estamos haciendo bien, aunque ni hoy ni ayer yo lo crea. Repitiéndome que trabajo en lo que me gusta, que gracias a eso los pacientes reciben una sonrisa y un poco de esperanza, que nos necesitan. Me prepara un entrenamiento para desconectar, para reponer energía, para libera la mente.

Una llamada a los abuelos y abuelas que tanto se echa de menos por no poder ver desde hace un mes. Todo por el maldito miedo al contagio, ese miedo que nos persigue día tras día. Esa llamada nos conecta con ellos, nos recuerda que están bien, que solo quieren que nosotros también lo estemos, y nos recarga las pilas para volver al día siguiente, para luchar, para luchar como sociedad, como equipo.

Seas reponedor o reponedora en un supermercado, limpiadora o limpiador, administrativo o administrativa, médico o médica, enfermero o enfermera, auxiliar de enfermería, personal de mantenimiento, celador o celadora, técnico o técnica de rayos, transportista, voluntario o voluntaria que, desinteresadamente, han hecho mascarillas, pantallas protectoras, gorros o todo aquello que hemos ido pidiendo para intentar fabricar medios que no teníamos.

Que hacen esos vídeos para que los niños y niñas que aguantan como campeones en casa estén un poquito más entretenidos y descubran cosas nuevas, esas organizaciones y asociaciones que han salido de la nada para que las personas más vulnerables no estén solas y no se pongan en riesgo mientras tienen cubiertas todas sus necesidades.

Esas video llamadas, esos WhatsApp preocupándose, interesándose por cómo estamos y un largo sinfín de personas que formamos esta sociedad y que hacemos que día a día esta batalla esté a nuestro favor, sin necesidad de que nadie nos diga cómo, sólo con nuestro esfuerzo, y nuestras ganas de que todo salga bien.

Capítulo 4 UN DÍA EN LA UCI Suena el despertador suena tarde anoche tampoco - фото 6

Capítulo 4

UN DÍA EN LA UCI

Suena el despertador, suena tarde, anoche tampoco dormí bien. Lo normal desde que comenzó esta pesadilla.

Me tomo el café con desgana, y algo de comer, ducha rápida y al hospital. Hay que salir antes de casa, el metro va lento y tardo mucho más en llegar, la parada del Hospital del Henares sigue cerrada y hay que coger un autobús. Siempre te encuentras a alguien del hospital, puedes hablar, incluso hacer alguna broma y reír. Algún privilegio teníamos que tener al trabajar todos los días, me consta que es lo que más echan de menos los que no pueden salir de sus casas.

Se ve el Hospital de lejos, y ya empiezo a temblar, tengo una mezcla de miedo y cabreo, pero generalizado. Una vez dentro me calmo, intento pensar que es un día normal, con pacientes normales, me concentro en mi trabajo, pero es difícil.

Al entrar en la UCI hay mucha gente, somos más del doble de lo habitual. Nuestra UCI cuenta habitualmente con 8 camas, en invierno hay 10, ahora tenemos 16. Se dice pronto, pero hemos doblado nuestra capacidad en un tiempo record, se ha contratado a mucha gente, gente estupenda que le está poniendo muchas ganas. No quiero ni pensar qué hubiera sido de mí si tengo que empezar a trabajar en una UCI en estas circunstancias. Llevo aquí 4 años y aún me quedan cosas por aprender. El problema es que estamos todos aprendiendo sobre la marcha.

La UCI es un servicio súper especializado, manejamos mucho aparataje y medicación que sólo usamos aquí. No son sólo respiradores, que también, cada paciente tiene su respirador, su monitor, capnógrafo, BIS, sistema de aspiración cerrado, entre 4 y 6 bombas de perfusión, con drogas y aminas, catéter central, catéter arterial, sonda vesical, sonda naso-gástrica, sistema de nutrición enteral, a veces shaldom y hemofiltro. Todo esto en dos pacientes por enfermera.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Lo que nos trajo el Covid-19»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Lo que nos trajo el Covid-19» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Lo que nos trajo el Covid-19»

Обсуждение, отзывы о книге «Lo que nos trajo el Covid-19» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x