En el escenario donde se desarrolla esa épica cotidiana existen múltiples actores con roles coordinados hacia un objetivo común. Diversos profesionales actúan el emprendimiento que recorre el proceso de recuperación de la salud. De todos ellos, quien ejerce el rol más activo en el acompañamiento de la díada son las enfermeras y enfermeros que están al lado de los pacientes y ejecutan los tratamientos que reciben. De nada sirve un planteo diagnóstico certero y una sofisticada herramienta terapéutica si en la implementación de esta en los pacientes, se equivoca su ejecución.
El prólogo de un ensayo, de un libro técnico, suele ir destinado a explicar la obra y dejar constancia del prestigio del autor, introduciendo al lector en lo que tiene por delante. La Licenciada en Enfermería Lorena C. Gonzalez, entrega en este trabajo sus observaciones acerca de la muy compleja práctica pediátrica crítica actual. Lo hace desde un lugar no convencional, con una mirada moderna del ejercicio de su profesión a través de un análisis F.O.D.A. (Fortaleza, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) y, como la autora refiere, busca con este enfoque identificar los progresos de su especialidad para consolidarlos y también las áreas donde hay que progresar para ofrecer una atención de excelencia a aquellos que se encuentran en una situación vulnerable.
Abarca desde el enfoque instrumental de aspectos técnicos vinculados a la farmacología del paciente pediátrico crítico y los recaudos de seguridad en la infusión de soluciones electrolíticas hasta el diagnóstico y prevención del síndrome de desgaste profesional o “Burn Out” y reflexiona sobre el marco legal del ejercicio de la profesión, el acompañamiento del proceso de la muerte de un paciente y, a través de valiosos testimonios de niños y familias, el análisis que de la estructura y prácticas asistenciales y de acompañamiento, hacen quienes consideramos sus verdaderos beneficiarios.
Es un libro ágil e interesante para todo aquel que quiera incorporar una concepción moderna de la práctica de enfermería y para todo el equipo de salud que trabaja en beneficio de la infancia en el campo complejo de los cuidados intensivos.
De la mano de producciones como esta, la evolución de la mortalidad en la medicina crítica infantil hizo que en los últimos 40 años se redujeran las cifras de mortalidad que rondaban el 25% de los pacientes ingresados en las unidades de terapia intensiva pediátrica a valores muy por debajo del 3%, incluso realizando procedimientos impensados para aquellos tiempos.
Cuidar, es una palabra latina que etimológicamente significa pensar y en su significancia está representada la aplicación de la inteligencia a la consideración sistemática de algo o alguien. Cuidar, también representa el acto de altruismo al que hacíamos referencia al comienzo de estas líneas, imbricando una acción del intelecto con un acto de amor desinteresado que procura el bien del otro, incluso a costa del interés personal.
De progreso en la disciplina, de acompañamiento a los niños vulnerables, de aplicación segura de tecnologías y procesos de curación críticos, de cuidar bien, de eso va el trabajo que presenta hoy la Licenciada Lorena C. Gonzalez. Los que trabajamos cerca de ella lo agradecemos. Los niños graves y sus familias tienen más oportunidades hoy.
Julio J. Trentadue
Jefe Departamento de Pediatría.
Jefe de Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Hospital Universitario Fundación Favaloro.
introducción
Este pequeño escrito surge a partir de mi experiencia como enfermera en una unidad de cuidados intensivos pediátricos, en la cual llevo 14 años, y es un servicio que lo que tiene de pequeño lo tiene de grande, me permitió desarrollarme como enfermera en pediatría, y aceptó mis locuras lindas siempre en favor de nuestros pacientes.
¡Siento que nací para esto! Y por tanto continúo formándome y aprendiendo todos los días.
Mis principios fueron duros... colegas que, en vez de enseñarme y darme confianza, me designaban pacientes complejos, lo cual, por ser una enfermera recién recibida, era muy peligroso y colaboraba a infundirme más temor del que uno siente cuando inicia una actividad, más aún de estas características y, es importante saber que, el miedo es un enemigo del aprendizaje. Del mismo modo también hubo personas que me ayudaron y tuvieron paciencia.
Siempre tuve la mejor predisposición, pero mis principios fueron un poco inconscientes o estaba ciega de los riesgos posiblemente por mi baja autoestima.
Después de 2 años eso cambio y me propuse, cuando ingresaba personal nuevo al servicio, colaborar en su aprendizaje, ayudarlo, a pesar de que esto se sumaba a mi trabajo diario porque sentía era lo mejor para el paciente y para el recién ingresado; sentía que era fundamental ser conscientes de la importancia de cada acción que llevamos adelante tanto en la atención a los pacientes, cuanto en relación a las personas que estamos ayudando a formarse en la profesión.
A lo largo de estos años, vi mi evolución y el de la enfermería, hacemos tanto... no cualquiera podría hacerlo, ¡salvamos vidas!, y nadie se entera…. Podemos cometer eventos, pero son más los que prevenimos. Tenemos el trabajo más duro y más lindo, la controversia de convivir 24 hs con el paciente pediátrico y su familia, en los momentos más duros y difíciles, donde el futuro es incierto, hay muchas preguntas y pocas respuestas.
Y muchas veces la respuesta es “TIEMPO”.
Solo nuestros pacientes y su familia, pueden valorar nuestra profesión, siempre que hayan vivido la experiencia con una buena enfermera, porque una mala, resulta una pesadilla para esos días tan duros.
Por todo lo expuesto, el título de este escrito es FODA (Fortaleza, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), su intención es poder identificar en que evolucionamos, y en qué debemos trabajar aún para disfrutar de nuestra hermosa profesión, brindando la calidad de atención que nuestros pacientes se merecen.
Los invito, entonces, a leer estos reglones en los que, si son colegas seguramente podrán verse reflejados, y si no lo son podrán conocer una de las realidades, en este caso mía: Mi nombre es Lorena Cecilia González, soy Licenciada en enfermería, y disfruto mucho de la atención directa en la UCIP de mis pacientes.
Dedicado:
A todos los niños y angelitos que conocí, quienes dejaron huellas hermosas en mi vida, además de aprendizaje; a las familias que disfrutan de esas personitas y a los que ya no, pero que dieron toda su lucha y batalla hasta el final. ¡Siempre estaré agradecida por tanto cariño y porque hayan confiado en mis cuidados!
¡Miles de gracias!
Lorena Cecilia Gonzalez
Directora de la Especializacion en Enfermeria en la Atención del Paciente Crítico Pediátrico, Universidad Favaloro.
Licenciada en Enfermería.
Especialista en Enfermería Neonatal.
Profesora Universitaria.
La matriz FODAes una herramienta destinada a comprender la situación de un negocio, de una empresa o persona. Para este libro, y desde mi punto de vista, lo trasladé hacia la profesión de enfermería, y en particular a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP).
FODA, también conocido como DAFOo SWOT, por sus siglas en íngles, se divide en el análisis interno: Fortalezasy Debilidades, y el externo: Oportunidadesy Amenazas.
Cuando analizamos las fortalezas y debilidades lo realizamos junto a otras personas que son recepcionistas del cuidado. ¿Quién mejor que ellos para desarrollar este tema?, los protagonistas de su recepción: el paciente y su familia, son los mejores jueces en ese sentido; con respecto a las debilidades, somos los propios protagonistas en la ejecución del cuidado, en los cuales debemos seguir trabajando para mejorar, los encargados de pensarlas. Esta parte la realizó con colegas que se desempeñan hace años en la UCIP.
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