—Diles, y yo les digo que estabas muy ocupado moneando para cuidar a tu hermanito. Apestas bien cabrón a tíner, güey.
El camillero se acerca.
—¿Qué le pasó a tu hermano?
El tipo grandote dice que solo tiene insolación.
Mariana me toma otra vez de la mano.
—Vamos a otro escenario, ese morro nos chingó el concierto.
—Me siento mal, me duele la cabeza.
—No te malviajes, no pasa nada. Toma agua.
Ella sí se ve un poco malviajada.
—Se me acabó la cordura hablando con ese tipo. Vamos a bailar.
Caminamos hacia el escenario principal, donde hay un chingo de gente. No sé cómo nos metemos hasta adelante. Siento que me falta el aire. Tomo mucha agua.
Ocurren varias cosas muy rápido. Una caravana de locos, que intenta colarse a la zona VIP para la rola final, nos empuja a mí y a Mariana hasta separarnos. La busco con la mirada mientras, por inercia, sigo bailando; dejo de buscarla y bailo con otra chica. Poco después el concierto termina y todo es un caos. La chica se va. Me quedo junto al escenario, esperando a Mariana. Pero ella no vuelve.
Me da un malviaje. No, el malviaje. Respiro muy rápido y todo da vueltas. Tomo agua varias veces para que se me baje, y entonces debo ir a los asquerosos rentoilet, hacer fila por horas o siglos o algo así y entrar y hacer equilibrio quién sabe cómo. Estoy bien preocupada, no sé cómo salir de aquí, se me sube el trip por el miedo, me pongo súper ansiosa y me dan ganas de llorar.
Tranquila, ya la encontrarás, me repito cuando salgo del encierro del baño portátil.
¿Cien mil? ¿Doscientas mil personas? ¿Dónde estará Mariana? ¿Me estará buscando?
Le marco al celular: no hay recepción. Voy al área de comida y compro una Coca. Pienso detenidamente. Sí, estoy hasta la madre, pero hay música, ¿no? Y mientras haya música debería haber esperanza.
Encuentro una bandita tocando, casi sin público, en un foro con gradas a los lados. Me quedo ahí sentada. Ya veré qué hacer. De pronto todo se relaja. El mundo, la música se hace más lenta. Yo miro embelesada.
«¿Quieres una?». Alguien interrumpe para ofrecerme una pastilla con un pececito marcado en bajorrelieve. Digo sí casi sin pensar. Es la adrenalina de estar sola, en una zona de la ciudad que no conozco, apenas resguardada por un pinche festival que termina a medianoche.
El desconocido me lleva a otra tocada y comienza a besarme. Siento un fuego adentro que se desborda, necesito sentir cada parte de su cuerpo. La gente se aleja de nosotros; él se da cuenta y me conduce a una zona solitaria. Me dejo llevar. Somos solo aquí, solo ahora, incendiándonos el cuerpo. Las manos me hormiguean, ansiosas por tocar. Siento el pasto bajo de mí, y lo empiezo a acariciar. Sí, al pasto. Después mis manos vuelven a su cauce natural, al hombre que tengo encima. Le acarician la cabeza, la espalda, y finalmente llegan a la meta dentro de su pantalón.
El concierto termina y el tipo insiste en llevarme a no sé dónde. Le digo que ya estuvo suave y me pierdo entre la gente. Además, esa madre ya se me bajó. Todos caminan hacia la salida. Yo avanzo por instinto, en sentido contrario, hacia el escenario donde perdí a Mariana. Me desplazo como puedo entre el torrente de miles de personas.
Ella me espera, sentada en el borde del escenario. Magia.
—No mames, pensé que no te iba a encontrar nunca.
Me abraza. Le está saliendo sangre de la nariz, que se limpia con la sudadera a cada rato.
—¿Estás bien?
—Sí, es que... me pelee con un güey. Me quería meter mano. No mames, puro tachoso mal pedo aquí.
—Ajá.
Echamos el monchis en una taquería 24 horas.
—Eran tachas, güey. ¿Cómo le aceptaste pastas a un desconocido?
Me alzo de hombros.
—Estás bien pendeja.
—Ni tanto. Estuvo bien. Fue divertido.
Mariana niega con la cabeza y al mismo tiempo sonríe cómplice. Siento rezagos de la fiesta; su mirada brilla y alumbra la noche.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.