Esteban Bieda
Platón y la voluntad : Acción, razón y deseo en la obra platónica
1° ed. - Barcelona /Buenos Aires: Miño y Dávila editores, 2021
Archivo Digital (Descarga y online)
ISBN 978-84-18095-04-7
Edición: Primera. Agosto 2021
Lugar de edición: Barcelona / Buenos Aires
ISBN: 978-84-18095-04-7
Depósito legal: M-1-2021
Imagen de tapa: Copia romana en mármol de Tyche de Antioquía de Eutíquides (ca. 300 a. C.) conservada en el Vaticano. Fotografía del autor
Códigos IBIC: 2AHA (Griego antiguo [clásico]); JMAF (Teoría psicoanalítica [psicología freudiana])
Código Thema: NHC / Ancient history; QDHA / Ancient philosophy
Código Bisac: HIS002010 / HISTORY / Ancient / Greece; PHI000000 / PHILOSOPHY / History & Surveys / Ancient & Classical
Código WGS: 923 / Non-fiction book / Philosophy: antiquity until present day; 550 / Humanities, art, music / History
Armado y composición: Laura Bono
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Índice de contenido
Introducción general Introducción general Alguna vez, en mis risibles ensayos poético-filosóficos, había sostenido que la existencia del hombre se desarrolla ordenadamente merced al equilibrio de dos presiones: una que obra desde su adentro hacia su afuera, y resiste la presión del mundo externo, que sería la otra. L. Marechal, El banquete de Severo Arcángelo
I. La voluntad
II. Algunos antecedentes del problema de la voluntad
Reconocimientos
Capítulo 1. El sofista Gorgias y el conglomerado heredado
Introducción
I. Dioses, azar y necesidad
II. Violencia
III. La fuerza engañadora del lógos , poderoso psico-fármaco
IV. El éros: ¿pasión divina o divinidad pasional?
V. Conclusión: la ‘cosmética’ gorgiana para eximir a Helena.
Capítulo 2. Querer, saber y poder en el Protágoras. Alcances y límites del llamado “intelectualismo socrático”
Introducción
I. El dominio del saber: la analítica socrática de la prâxis
II. El placer y el bien son tipos de conocimiento
III. Querer, saber y poder: los límites del “Intelectualismo socrático”
Conclusión: monologismo psicológico-intelectual
Apéndice 1: El testimonio aristotélico
Capítulo 3. Boceto de una des-integración psíquica en el Gorgias
Introducción
I. El “Intelectualismo socrático” en el Gorgias
II. El tirano: la inmoralidad como caso límite del “Intelectualismo socrático”
III. Cuerpo y alma. Alma y almas: boceto de una des-integración psíquica
IV. Conclusión: orden del alma y transición a la ética platónica
Capítulo 4. La tripartición del alma en República
Introducción
I. Análisis político y análisis psíquico: la ciudad en el alma
II. Las partes del alma
III. La parte apetitiva
IV. La parte racional
V. La parte impulsiva
Conclusión: La irracionalidad interna del alma tiránica y la supervivencia del “Intelectualismo socrático”
Apéndice 2: La fundación de la justicia en el alma y la alianza entre impulsividad y racionalidad
Apéndice 3: La unidad cuantitativa y cualitativa del alma en República
Capítulo 5. La superación del intelectualismo socrático en Leyes
Introducción
I. Los primeros libros
II. El tratamiento de la akrasía en el libro IX
Conclusión general
Bibliografía general
Para Antonio.
Para Juan.
Alguna vez, en mis risibles ensayos poético-filosóficos, había sostenido que la existencia del hombre se desarrolla ordenadamente merced al equilibrio de dos presiones: una que obra desde su adentro hacia su afuera, y resiste la presión del mundo externo, que sería la otra.
L. Marechal, El banquete de Severo Arcángelo
Ha sido común entre los helenistas del siglo XX afirmar que la Grecia clásica no llegó a acuñar un concepto de “voluntad” capaz de satisfacer las condiciones filosóficas que recién la modernidad habría de establecer. Según Ross, “siempre se ha dicho que la psicología de Platón y Aristóteles no tiene un concepto nítido de voluntad”.1 Gauthier sentencia que “en la psicología de Aristóteles la voluntad no existe”.2 MacIntyre coincide en que “Aristóteles, como cualquier otro autor pre-cristiano, no tenía un concepto de voluntad; no hay espacio conceptual en su esquema para una noción tan extraña en la explicación del defecto y el error”.3 En general, quienes defienden posiciones como estas reconocen que los filósofos griegos dan explicaciones de la acción en función de las opiniones y deseos del agente, pero sin llegar a satisfacer los requisitos del concepto de “voluntad”. Poca duda cabe de que estas interpretaciones son correctas, porque ningún filósofo griego ha concebido el concepto de voluntad… tal como lo concibió la modernidad y, a partir de ella, los siglos posteriores. Para dar cuenta de este complejo problema es necesario, ante todo, recordar la clásica distinción entre “concepto” y el “término” que lo expresa.
a) El concepto
El anacronismo es algo mucho más sutil y complejo que preguntarse si Platón reflexionó sobre el Estado (concepto ausente como tal en la Grecia clásica) o si Aristóteles fue el primer biólogo fijista de la historia (hasta que el evolucionismo lamarckiano-darwiniano lo echara por tierra). Me refiero a que, si las tintas de la aversión al anacronismo se cargan en exceso, tampoco podríamos afirmar que para Aristóteles la luna delimitaba los ámbitos sublunar y supralunar, dado que con la palabra “luna” estaríamos refiriéndonos a un objeto diferente al que, con ese mismo término, se refería Aristóteles: nuestro satélite natural era, para su concepción geocéntrica del universo, un planeta puro y perfecto. Stricto sensu tampoco podríamos hablar del “geocentrismo” de Aristóteles o de la “psicología” de los filósofos griegos –a excepción, quizás, del De anima– y, sin embargo, ya en Platón encontramos diversos tratamientos más o menos sistemáticos de la psykhé. Es cierto que todo concepto filosófico, científico o artístico tiene una definición delimitada por su época, pero ello no implica (no debe implicar) que no se pueda reflexionar sobre dicho concepto desde nuestro presente, incluso cuando la palabra para referirse a él no haya existido como tal. Quizás el término “metafísica” sea el ejemplo más obvio de esto: ningún filósofo griego clásico denomina de ese modo su teoría y, sin embargo, nadie se atrevería a negar que Platón o Aristóteles han diseñado un andamiaje metafísico como causa y explicación de la realidad.
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