A comienzos de la década de 1960, la Nueva Ola produjo en la Argentina una de las máquinas comerciales más potentes para producir ídolos y canciones juveniles: El Club del Clan .
Al ritmo de la música pop anglo-norteamericana, una hornada de grupos y solistas se aprestó a satisfacer la demanda de sonidos sin tradición. Creado a principios de los 60 y con un pico de popularidad en 1963, El Club del Clan fue la producción más destacada y rentable de esa tendencia. Se trataba de una fábrica de ídolos juveniles acreditados por el canto; solo Chico Novarro como autor y compositor y Raúl Lavié, Danny Martin y Horacio Molina como cantantes emprenderían carreras musicales más o menos interesantes, si bien el único verdadero fenómeno de ventas se llamó Ramón “Palito” Ortega. Nacido en Tucumán en una familia muy pobre, Palito ascendió imitando a los intérpretes de rock and roll, para pronto convertirse él mismo en autor –con el debido asesoramiento musical de Dino Ramos– y en un verdadero fenómeno social, tan repudiado por los intelectuales como querido por los jóvenes de las clases trabajadora y media-baja. (Pujol, 2015: 15)
En 1960, el empresario ecuatoriano Ricardo Mejía –gerente general de RCA desde 1959– realizó un estudio de mercado donde evidenció el bajo número de artistas juveniles de música popular para la época (Manzano, 2010: 40). Eran Luis Aguilé y Billy Cafaro, pertenecientes a compañías discográficas diferentes, quienes se enfrentaban a Elvis Presley. Mejía, el editor musical Ben Molar y el periodista Leo Vanés empezaron una selección de nuevas figuras de la canción, con las cuales pretendían que su empresa –sostenida por la venta de los discos de Los Chalchaleros, Juan D’Arienzo y Daniel Aguayo– saliera de la crisis. Ben Molar y su hermano Rafael realizaron versiones al castellano de famosos temas extranjeros para los chicos de El Clan; Molar versionó el tema “Pretend” (Lew Douglas, Cliff Parman, Frank Levere) bajo el título “Pretende”, que fue interpretado por Cafaro con la orquesta de Lucio Milena.
Mejía logró un contrato con Canal 13 de Buenos Aires para crear un programa con un nuevo prototipo de intérprete joven que no reproducía la música de sus padres. El sábado 10 de noviembre de 1962 se emitió por primera vez El Club del Clan bajo la dirección de María Inés Andrés en ese canal. Rocky Pontoni, Marty Cosens, Mariquita Gallegos, Johny Tedesco, Jolly Land, Nicky Jones, Lalo Fransen, Raúl Lavié, Edith Scandro, Perico Gómez, Galo Cárdenas, Cachita Galán, Chico Novarro, Palito Ortega, Violeta Rivas, Pino Valenti, Horacio Malina, Paco Amor, Dolores de Cicco, Carlos Alberto, Raúl Cobián “Tanguito”, Consuelo Vargas, Nena y Terry Morán, Los Red Cap’s, entre otros, fueron algunos de los artistas que formaron parte de El Club , quienes interpretaban géneros musicales variados (balada, bolero, cumbia, rock and roll, tango, twist).
Cada chico del clan poseía un look inspirado en una figura musical internacional reconocida: algunos con saco y corbata, otros con pulóveres o camisas de cuello abierto; algunos con nombres de inspiración anglosajona (Johnny, Nicky, Rocky, Jolly), otros con nombres latinos (Cachita, Perico o Chico). Pese a estas diferencias, todos los miembros llevaban un aire de ídolo importado; imitaban las poses y los ademanes de intérpretes extranjeros y seguían los clichés de la época, como conformar dúos de hermanas (Cora y Candy, Nena y Terry Morán) y grupos (Los Red Cap’s). El programa tuvo tanto éxito que las imágenes de los nuevaoleros eran comercializadas en pósters, revistas y fotografías autografiadas (Mazzaferro, 2011).
La primera etapa del programa terminó a fin de 1963 cuando sus principales integrantes (Palito Ortega, Violeta Rivas, Johny Tedesco, Lalo Fransen, Nicky Jones y Chico Novarro) firmaron un contrato con Canal 9 para trabajar en el programa Sábados continuados , que fue estrenado en enero de 1964 y conducido por Antonio Carrizo. Para la segunda etapa, Mejía contrató a otros cantantes como Fernando de Soria, Simonette, Gino Renni, Anita Martínez, Taco Morales, Alfalfa, Pecas Mónaco, Cora y Candy Roca, Grillo Mejía y Rolo Moreno. Finalmente, Mejía se independizó de RCA Victor en 1964 al lanzar su propio sello discográfico, RM Presenta, sin mayor éxito.
La industria cinematográfica también contribuyó en la difusión de la música de El Club del Clan . El 12 de marzo de 1964 se estrenó la película El Club del Clan en el cine Monumental. El film, dirigido por Enrique Carreras, incluía los hits de los nuevaoleros: Palito Ortega, Johny Tedesco, Violeta Rivas, Jolly Land, Raúl Lavié, Chico Novarro, Lalo Fransen, Nicky Jones, Cachita Galán, Galo Cárdenas, Perico Gómez y Raúl Cobián “Tanguito”. Este LP visual, conformado por historias, canciones y bailes, contribuyó en el posicionamiento de la Nueva Ola en la Argentina.
El Club del Clan también fue criticado por producir música complaciente sin mayores innovaciones y aportes estéticos; en este sentido, aunque contribuyó en la castellanización del pop, las canciones seguían siendo copias de los temas de base. Y aunque hubo propuestas musicales propias en términos de composición, los chicos estaban demasiado atados al estilo norteamericano.
Pablo Alabarces (1993) plantea que el rock nacional de la década de 1960 se instaló en la Argentina en contraposición al fenómeno nuevaolero de El Club del Clan , que al estar manejado por el mercado del disco no ofreció propuestas originales.
A partir de 1965, un pequeño grupo de músicos y poetas entre quienes se contaba a Mauricio “Moris” Birabent, Félix “Litto” Nebbia, Miguel “Abuelo” Peralta, Javier Martínez, Alberto “Pipo” Lernoud, Alberto “Tanguito” Iglesias, Luis Alberto Spinetta y Claudio Gabis, entre otros, emprendieron una renovación en las formas de hacer música juvenil y convirtieron la música rock en la vía de expresión de una juventud inconformista poseedora de una retórica distante del característico lenguaje del discurso político. (Sánchez, 2014: 177)
El movimiento del rock nacional puso en tensión la idea de ídolo juvenil comercial y mediático promovida eficazmente por las empresas discográficas a través de programas de televisión como El Club del Clan o películas como Escala musical , un film dirigido por Leo Fleider bajo el guion de Emilio Villalba Welsh, estrenado el 21 de julio de 1966 que incluyó a artistas nuevaoleros como Raúl Lavié, Yaco Monti, Los Shakers, Los Gatos Salvajes, entre otros; de igual modo, el rock nacional cuestionó la creación de algunos grupos inspirados en la onda beatle –la generación beat–, que interpretaban en castellano, componían sus propias letras y melodías, y transmitían un mensaje de rebeldía. La invasión británica con agrupaciones como The Beatles fue mucho más influyente que la ola del rock and roll estadounidense en el surgimiento de la música beat. La canción melódica italiana también contribuyó en fomentar la balada romántica. Para Raúl Abramzon, 2la balada es la denominación que propiamente tomó la canción lenta y melódica en la década de 1970.
El fenómeno de imitación musical también ocurrió en los demás países de América Latina donde tuvo auge la Nueva Ola y se crearon versiones de El Club del Clan , como Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico, entre otros. Sobre el caso de Chile, Silvia Lamadrid Álvarez (2014: 82-83) plantea:
La primera reacción de los jóvenes chilenos fue imitativa, sin mayor reflexión contracultural, y se expresó en el movimiento musical conocido como la Nueva Ola y en algunos intentos de traducir el rocanrol al gusto de los jóvenes chilenos. La Nueva Ola fue masiva y exitosa, adaptándose a los requerimientos de la industria cultural que deseaba controlar los posibles excesos juveniles; pero, por un breve momento, dio lugar a una expansión de la escena musical juvenil.
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