Argentina y sus baladistas
La balada romántica cantada en castellano adquirió gran auge en la década de 1970 no solo en la Argentina sino, además, en otros países de América Latina y Europa; por ello decenas de intérpretes, autores y compositores figuraron con éxito en el cancionero popular. Mientras las monografías e investigaciones acerca del rock argentino abundan (Fernández, 1987; Alabarces, 1993; Toscano y Warley, 2005; Alonso, Friedheim y Maretto, 2005; De Angelis, 2016; Dente, Gaguine y Recis, 2016, entre otros), pocos son los trabajos encargados de indagar sistemáticamente la balada romántica de la Argentina; algunos artistas de este país no solo interpretaron baladas sino que transitaron por otros géneros musicales modernos, como beat, bossa beat, canción, folk, folk rock, pop, rock, shake, surf, entre otros; sin embargo, es en el campo de la balada donde se encuentran sus más grandes contribuciones. Entre ellos mencionamos a Aixa Barreto, Amanda Miguel, Estela Raval, Julia Graciela, Julietta, Luciana, Marcia Bell, María Esther Lovero, María Martha Serra Lima, Patricia Dean, Silvana Di Lorenzo, Silvina, Tormenta, Valeria Lynch, Violeta Rivas, Alberto Cortez, Aldo Monges, Amadeo, Ángel, Arturo Puig, Bebu Silvetti, Beto Fernán, Beto Orlando, Billy Cafaro, Bravo Molina, Cacho Castaña, Carlos Javier Beltrán, Chicote López, Cris Manzano, Chico Novarro, Daniel Magal, Daniel Riolobos, Danny Cabuche, Diego Verdaguer, Dino Ramos, Donald, Elio Roca, El Greco, Facundo Cabral, Fernando de Madariaga, Mario Álvarez Quiroga, Heleno, Jairo, Jerónimo, Jorge Char, Juan Eduardo, Juan Marcelo, Juan Ramón, King Clave, Lalo Fransen, Laureano Brizuela, Leo Dan, Leonardo Favio, León Gieco, Luis Aguilé, Luis Ángel, Marcelo Dupré, Marcelo San Juan, Marco, Mario Milito, Miguel Ángel Robles, Miguelito Miguel, Palito Ortega, Paul Gerard, Piero, Pedro Villar, Polo Márquez, Rabito, Raúl Abramzon, Raúl Padovani, Roberto Livi, Roberto Yanes, Rocky Pontoni, Rubén Mattos, Sabú, Salako, Sandro, Sergio Denis, Silvestre, Víctor Heredia, Yaco Monti, entre otros.
Entre las agrupaciones figuraron Abracadabra, Bárbara y Dick, Candela, Damián y Nosotros, Fedra y Maximiliano, Flash, Grupo Family, Juan y Juan, Los Bríos, Los Linces, Los Moros, Los Náufragos, Los Prados, Los Tíos Queridos, Magia Blanca, Mantra, Manzanilla, Pimpinela, Pintura Fresca, Pomada, Rómulo y Remo, Trocha Angosta, Trío San Javier, entre otras.
El trabajo presentado en este libro forma parte de una investigación que tiene como objetivo construir la memoria histórica de la balada romántica desarrollada en los países de habla hispana durante las décadas de 1960, 1970 y 1980; de tal modo, a través de estudios documentales y entrevistas a intérpretes, autores y compositores que figuraron con éxito en el campo, este estudio pretende aportar en la indagación de la manera como se desarrolló el género en algunos de esos países. Las entrevistas incluidas en este libro pertenecen a artistas argentinos, por lo que las demás serán editadas en futuras publicaciones.
Como se ha planteado antes, el estado del arte no ha evidenciado la existencia de múltiples investigaciones que indaguen en el campo de la balada romántica en castellano de aquellas décadas; sin embargo, este proceso de exploración continúa. Los estudios de Daniel Party Tolchinsky (2003, 2013, 2014, 2016) constituyen un punto de referencia relevante; a continuación se mencionan otros trabajos que de alguna manera aportan al estudio de este género.
A comienzos de la década de 1990, Carlos Mora Varón publicó 500 baladas inolvidables , donde compiló algunas canciones románticas de los años 60, 70 y 80; las letras de este cancionero presentan al lector un panorama general de la producción musical de aquella época. Jesús Alejandro Arriola Mejía (2000) publicó en su Guía de la balada pop en español de los años 60 y 70 un listado de intérpretes, autores y compositores de baladas por países americanos, europeos y algunos asiáticos; esta guía es tal vez uno de los primeros trabajos detallados que da a conocer breves referencias sobre los artistas y algunos de sus discos tanto sencillos como LP.
Joe Nárval (2002) forma parte del grupo de autores que, siendo exponentes del campo, se dedicaron también a construir la memoria histórica del movimiento romántico. Con La huella de los años sesenta , Nárval realizó un recorrido por la historia de la canción romántica desde su propio testimonio. Por su parte, Edison Marulanda Peña (2008) aborda la balada romántica en el marco de la reflexión sobre la educación sentimental; para el autor, la balada de la segunda mitad del siglo XX cumplió con la tarea de educar sentimentalmente a hombres y mujeres gracias a su penetración masiva en radio y televisión. En 2011 Fabián Sanabria editó Tiempos para planchar , donde presentó un conjunto de capítulos que exploran el contenido y la forma de algunas baladas románticas representativas de aquellas décadas desde variados enfoques y orientaciones metodológicas.
Edgar Hozzman (2011) con Historia musical de Colombia de los 60 al Bicentenario … Nos pagaron por divertirnos. La Radio y la música de ayer también contribuyó en construir la radiografía de la música romántica moderna. En 2014 apareció el libro Balada. Toda su historia , en el que Reinaldo Vélez Moreno presentó un panorama general de la historia de este género y dio a conocer algunos intérpretes, autores y compositores. En 2016 Martha Tupinambá de Ulhôa y Simone Luci Pereira publicaron el libro Canção romântica, intimidade, mediação e identidade na América Latina , que presenta varios capítulos sobre la balada romántica en Brasil, Chile y México. En este mismo año, Santiago Román Calderón difundió su tesis La Nueva Ola Medellín. Apropiación y difusión de un género musical, 1967-1971 , en la que identifica los aspectos musicales más importantes del fenómeno cultural y musical de la Nueva Ola en Colombia. A través de entrevistas a artistas de diversos géneros musicales, Mauricio Jürgensen (2017) presentó una radiografía general de la música popular chilena; en Dulce patria: historias de la música chilena Jürgensen dedicó algunos apartados a la balada romántica de Chile (Fernando Ubiergo, “Pollo” Fuentes, Germaín de la Fuente, Alberto Plaza, Myriam Hernández).
La industria editorial también ha puesto en circulación algunos libros dedicados a un solo artista o grupo. Sobre el cantautor mexicano Juan Gabriel se han escrito varios textos, entre ellos Querido Alberto. La biografía autorizada de Juan Gabriel (Magallanes, 1995). En Nino Bravo. Y la voz se hizo mito , Guillermo J. Ortigueira (2007) ofreció a los lectores su mirada sobre la obra musical de este hacedor de éxitos, como “Te quiero, te quiero”, “Noelia”, “Mi gran amor”, “Cartas amarillas”, “Un beso y una flor” y “Libre”. Por su parte, Hugo Biondi (2008) en Sin remordimientos. El cine según Leonardo Favio exploró la faceta cinematográfica de este cantautor argentino ampliamente conocido en Latinoamérica.
Mariano del Mazo (2009) en Sandro. El fuego eterno dio a conocer aspectos relevantes de la carrera musical y discográfica de Roberto Sánchez; sobre este cantautor argentino también se han escrito otros textos (Lestelle, 2010; Garaventa, 2013; Alonso, 2016). Pablo Gacitúa López (2013) rindió tributo a la agrupación chilena Los Ángeles Negros en Cómo quisiera decirte. La historia de Los Ángeles Negros . Mario Andrés Arturo Rosero (2010), en Los Moros. Su vida, su música y su pasión , exploró la trayectoria musical de ese importante grupo argentino, al aportar una mirada poliédrica de su historia.
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