Byron Mural - Demonios privados

Здесь есть возможность читать онлайн «Byron Mural - Demonios privados» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Demonios privados: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Demonios privados»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La Familia Tafur parece tenerlo todo: la mayor procesadora de mariscos de la zona y una hermosa mansión en la orilla de la playa, aparte de un estilo de vida lujoso y sin aparentes complicaciones. Pero dentro de los muros de dicha mansión se esconden muchos
secretos. Una serie de
asesinatos extraños, sin aparentemente ningún patrón en común, hace que los habitantes de la Casa Grande estén inmersos en un infierno. La vida de todos está en peligro, y ni la policía puede evitar su sangriento destino. Rodeada por el misterio, la familia Tafur se verá envuelta en el mayor escándalo que ha sacudido la zona en años.

Demonios privados — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Demonios privados», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Rania llevaba un hermoso vestido color gris, ajustado al cuerpo, en su muñeca una lujosa pulsera de plata con piedras preciosas, una discreta cartera que hacía verla como una princesa, en su cuello un hermoso collar de piedras blancas; era una mujer en exceso hermosa, mientras que doña Magali lucía un vestido negro con perlas blancas y una cartera plateada muy elegante; por su parte Aldo iba un poco informal, pero sin excederse, el viejo Farid había preferido ir con saco y sin corbata. Subieron al hermoso auto grande que utilizaban para salir toda la familia, y Aldo se encargó de conducirlo. Desde la ventana, Marlen vio cómo se alejaban de la mansión.

Se acercó a los empleados y exclamó entusiasmada:

―¡Perfecto! ¡Ya se fueron, ya saben qué hacer, tenemos tres horas para armar todo!

Los empleados escuchaban atentamente las instrucciones que les daba aquella muchacha que parecía haber olvidado el incidente de su patrona y el esposo de su querida niña Rania.

Era una casa hermosa, al otro lado de Costa Asunción, con jardines grandes y con una fuente justo frente a ella, dos leones custodiaban la entrada. Y fue justo allí donde Maité llevó a todos los integrantes de su familia. Un sirviente elegantemente vestido salió a recibirlos.

―¿La familia Tafur? ―preguntó haciendo una reverencia.

―Sí, la familia Tafur ―confirmó Maité.

El hombre, esbozando una sonrisa, los invitó:

―Por favor, adelante.

Bajaron a don Farid y lo colocaron en su silla de ruedas y procedieron a entrar a la mansión. En la entrada estaba esperándolos Gabriel, vestido de acuerdo a la ocasión.

―Bienvenidos todos ―saludó sonriendo―. Gracias por aceptar mi invitación.

Maité, que era una mujer muy expresiva, se acercó casi corriendo a él y lo abrazó fuertemente, le obsequió un beso en la boca y sonrió a su familia, parecía tan dichosa. Sidi Farid en cambio prefirió echar un vistazo a la lujosa mansión de su futuro yerno, sí, le gustó lo que veía, era lo que siempre había soñado para su amada hija, “el dinero siempre trae consigo la felicidad, aunque los pobres lo nieguen” pensó.

―Gracias por invitarnos ―dijo doña Magali.

―Muy hermosa casa ―comentó Sidi Farid, echando un segundo vistazo relámpago al lugar.

―No se queden allí parados, entren por favor.

Los llevó a una hermosa sala donde los invitó a sentarse, era una verdadera joya arquitectónica aquella inmensa mansión. Maité, por supuesto, se sentó orgullosa al lado de su novio; Gabriel intentó no sentirse incómodo ante la farsa que había montado con su novia, aunque temía hasta por su vida cuando el telón de aquel fraudulento teatro cayera.

―¿Y dónde están sus padres? ―preguntó doña Magali, quien estaba sentada cerca de su marido.

―Mis padres están de luna de miel, en realidad están celebrando 25 años de matrimonio y se fueron de viaje, por eso no están aquí ―respondió el joven farsante mirando a su novia.

Rania permanecía al lado de Aldo mientras este levemente miraba a doña Magali. Gabriel ordenó a uno de los empleados que estaban cerca:

―Tráeles algo de tomar, deben tener sed.

El empleado no dijo ni media palabra y se retiró del lugar para llevarles algo de tomar.

―¿Y para cuando es la boda? ―interrogó Sidi Farid, mientras su esposa lo miraba perpleja.

―En realidad, no tenemos una fecha definida, Sidi.

El empleado llegó con una botella de champaña y unas copas, se puso a repartirlas, pero cuando llegó a Sidi Farid, dijo este:

―Qué pena, no puedo tomar alcohol, pero si me traes una limonada te lo agradeceré.

El sirviente miró a Gabriel, esperando alguna instrucción.

―¿Qué esperas? Tráele lo que pide.

La tarde se esfumó en la casa que Maité había alquilado para hacer pasar a Gabriel como un muchacho rico ante su familia. Cuando el reloj estaba por marcar las siete de la noche y después de entretenidas pláticas entre los allí reunidos, Gabriel se puso de pie y expuso con alegría:

―Bueno, señores, ahora sí viene la cena y una pequeña fiesta.

―¿En serio? Pues yo no veo donde vaya a haber fiesta ―señaló Sidi Farid, pues en la casa parecía tan tranquila y solo ellos estaban allí, no había invitados, y sin invitados no existe fiesta.

―La cena y la fiesta no serán aquí en mi casa, Sidi, la fiesta y la cena serán en su casa.

La familia Tafur se quedó sorprendida mirándose las caras unos a otros mientras Maité dibujaba una pícara sonrisa en su rostro.

―¿Qué? ¿De qué estás hablando muchacho? ―preguntó la Señora Tafur.

Maité, quien había fraguado el plan, se levantó y sonriendo explicó:

―Vamos a la casa, es una pequeña sorpresa que les tenemos preparada a todos.

Fue Sidi Farid el que entró a su mansión empujado por Maité, y detrás todos los demás incluyendo a Gabriel; el viejo árabe se quedó sorprendido al ver su casa adornada al estilo árabe, con bailarinas y con música de su tierra natal. Había alrededor de 100 invitados llegados del centro de la ciudad. La música árabe le hizo volver al viejo Cairo, su barrio lleno de especias y aromas. La bella infancia y la hermosa juventud parecían volver a su mente como una vieja proyección en la pared. Nadie jamás puede olvidar los momentos más hermosos que de niño se viven.

―Por Alá, jamás pensé que fueran a sorprenderme así ―exclamó soltando una carcajada.

Las bailarinas danzaban frente a él mientras doña Magali sonreía al verlo feliz. Maité cerró la puerta detrás de todos los que venían de la supuesta casa de Gabriel. Luego ella misma se puso en el centro de la sala y exclamó:

―¡Alto a la música! ―Los músicos marroquíes se callaron y las bailarinas dejaron de danzar―. Esta fiesta árabe tiene su significado y es que a esta fiesta ha venido alguien muy especial ―dijo sonriendo―, por favor pido un aplauso porque hoy regresa a su casa ¡Omar!

Cuando dijo esto, apareció Omar en la escalera que daba de las habitaciones a la sala, traía consigo un traje árabe, mientras a sus padres se les llenaban los ojos de lágrimas.

―¡Qué pasa! ¡Esto es una fiesta! ¡Música! ¡Música! ―dijo él bajando lentamente las escaleras. Doña Magali corrió a los brazos de su hijo. Lo abrazó y lo besó mil veces.

―Mi amor, ¡qué sorpresa!

―Volví, mamá. Qué bella te ves ―exclamó abrazándola, sabiendo que no existe lugar más seguro que los brazos de una madre, que no existe lugar donde reine la paz más limpia que el regazo de la mujer que nos dio la vida.

―Salam, padre ―saludó caminando lentamente hacia su orgulloso papá.

―Salam, Omar, que Alá multiplique días como este, días de felicidad por tu regreso ―diciendo esto puso su mano sobre su cabeza y luego le dio un abrazo fraternal.

Omar miró a Maité y le guiñó el ojo, la sorpresa había salido tal cual la habían planeado.

Luego su mirada se detuvo en Rania y caminó lentamente a donde estaba ella. La sonrisa del hijo menor de los Tafur se había esfumado, el corazón de Rania empezó a acelerarse, su peor pesadilla se hacía realidad, su hermano estaba en casa, quizá listo para su venganza…

―Que… ¿no le darás un abrazo a tu hermano? ―preguntó mientras una sonrisa aparecía como un relámpago en el rostro del muchacho.

A pesar de su sonrisa, no logró calmar los nervios ni la ansiedad de su hermana, los dos se abrazaron fuertemente. Omar quería dejarle claro a Rania que las viejas rencillas habían terminado.

―Qué bueno que ya volviste.

Fueron las palabras frías de Rania, cosa que extrañó a Omar, pero no era el momento para preguntar qué sucedía.

―Todo va a cambiar en esta casa con mi llegada Rania, ya lo verás.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Demonios privados»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Demonios privados» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Demonios privados»

Обсуждение, отзывы о книге «Demonios privados» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x