UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
DIFUSIÓN CULTURAL Y EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
RECTORA
Tania Hogla Rodríguez Mora
COORDINADORA DE DIFUSIÓN CULTURAL Y EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
Marissa Reyes Godínez
RESPONSABLE DE PUBLICACIONES
José Ángel Leyva
COLECCIÓN: LA CIUDAD
Música eclesiástica en el altépetl novohispano. Siglos XVII a XIX
Primera edición 2021
D.R. © Raúl Heliodoro Torres Medina
D.R. © Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Dr. García Diego, 168,
Colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc,
C.P. 06720, Ciudad de México
ISBN (impreso): 978-607-8692-48-4
ISBN (ePub): 978-607-8692-42-2
publicaciones.uacm.edu.mx
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El cantor alza la voz y canta claro. Levanta y baja la voz, e compone cualquier canto de su ingenio. El buen cantor es de buena, clara y sana voz, de claro ingenio y de buena memoria, y canta en tenor, y cantando baja y sube y ablanda o templa la voz, entona a los otros, ocupase en componer y en enseñar la música, y antes de que cante en público primero ensaya. El mal cantor tiene voz hueca o áspera o ronca; es indocto y bronco; más por otra parte es presuntuoso y jactancioso; es desvergonzado y envidioso, molesto y enojoso a los demás, por cantar mal, y muy olvidadizo, y avariento en no querer comunicar a los otros lo que sabe del canto, y soberbio y muy loco.
FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN,
Historia general de las cosas de la Nueva España , vol. III, p. 116.
INTRODUCCIÓN
ESCENARIOS, CONFORMACIÓN Y ESTRUCTURA
Del altépetl prehispánico al altépetl novohispano
El componente humano en los conventos y parroquias
Organización de las capillas y los ternos
VIDA MUSICAL DENTRO Y FUERA DEL ESPACIO CULTUAL
La música y el rito
Significación de los músicos a través de terceros
Actividad y repertorio musical indígena
Músicos y capillas no aprobadas
Espacios musicales al exterior de los templos
Música profana y músicos indígenas
FUENTES DE INGRESO
Sobras de tributos y caja de comunidad
Remuneraciones arancelarias
Misas
Entierros
Retribución de las cofradías
Cultivo de tierras como forma de pago y sustento
TRABAJOS Y PAGOS FORZOSOS
Cargas tributarias
Repartimientos y servicios personales
Servicios especiales: la Bula de la Santa Cruzada
CONFLICTOS INTERNOS Y EXTERNOS
Tensiones entre los músicos
Autoridades locales indígenas
Curas y frailes
Otros pobladores
LA DIGNIDAD DE UN OFICIO
El exceso de cantores: un mal necesario
La estructura de la diferencia: los privilegios
CONCLUSIONES
Apéndice 1
Apéndice 2
Apéndice 3
Apéndice 4
Apéndice 5
Fuentes documentales
Fuentes escritas
Bibliografía
Agradecimientos
Notas al pie
La trasformación del altépetl prehispánico, llamado posteriormente por los españoles pueblo de indios , supuso profundos cambios estructurales; sin embargo, muchos de sus componentes económicos, políticos, sociales y culturales permanecieron vigentes, aunque barnizados con la visión del mundo de los conquistadores. 1La música fue una de esas expresiones culturales que traspasó los confines de la conquista armada y terminó siendo utilizada como parte de la conquista espiritual de los naturales.
La Iglesia utilizó la música como parte integrante del culto católico, pero, además, sirvió para dar una paulatina continuidad al «proceso de occidentalización», que pretendía cristianizar e introducir el nuevo orden hispánico dentro de la comunidad indígena. 2La implantación de las sonoridades traídas de Europa convirtió a los músicos indios en un vehículo transmisor de ese proceso que modificó la forma de vida dentro del altépetl.
El gusto y la facilidad de los indios para aprender a cantar y tañer instrumentos, aunado a la necesidad que tenían los religiosos de acrecentar la concurrencia a la eucaristía dominical, dio pie para que se conformaran capillas musicales que acompañarían los servicios religiosos. 3En consecuencia, se puede observar que los músicos se fueron haciendo indispensables para el cabal cumplimiento de las misas, entierros, procesiones, profesiones de monjas y otras festividades de carácter civil. 4
Recién iniciada la vida novohispana, la educación musical de los indígenas se forjó bajo el cobijo de los frailes. Dada la habilidad de estos naturales, fueron ellos mismos quienes enseñaron a las subsecuentes generaciones de músicos.
Igualmente permanece hasta el presente la práctica de que se enseñe canto llano y música a los indios, y haya cantores en las iglesias; pues además de atraerles mucho esto a los divinos oficios, no hay proporción ni rentas para mantener sacristanes y organistas con sueldo competente, como en España y otras partes. 5
A pesar de su importancia dentro de la estructura del trabajo indígena, es casi nula la bibliografía dedicada a los cantores y ministriles (instrumentistas). Se ha puesto mayor énfasis en la investigación sobre los músicos de las grandes catedrales. 6Es evidente que la cultura musical novohispana no fue sólo creación de las capillas de los magnos templos; también participaban y coexistían «músicos menores» que ejercieron su actividad a lo largo del virreinato. Se puede afirmar que el panorama sonoro de la Nueva España no se construyó exclusivamente con las aportaciones de Franco, Fernández, López y Capillas, Vallados, Salazar, Zumaya, Jerusalem, Martínez de la Costa, Juanas o Arenzana, sino también por los «músicos sin rostro» que no aparecen en los libros de historia de la música: Gaspar de los Reyes, Matías de la Cruz, Lázaro de Santiago, Joseph de los Ángeles, Francisco Xavier Amaro, Lucas Mateo y muchos otros, cuyos nombres quedaron guardados en la memoria de sus comunidades y en los legajos de algún archivo. También ellos crearon música que se amalgamó al engranaje de la evolución sonora del mundo virreinal.
Sin embargo, se tiene escasa información sobre cómo transcurrió la vida de los músicos indígenas una vez que acabó el fervor evangelizador de los primeros misioneros. En realidad, se ha escrito muy poco acerca de la participación de estos cantores e instrumentistas en el mundo musical novohispano. No obstante, entre las añejas investigaciones musicológicas que presentan algunos datos sobre el tema, cabe resaltar el texto de Gabriel Saldívar, Historia de la música en México . Dicha obra expone una visión global de la música durante el periodo colonial, su importancia radica en que presenta información elemental sobre el quehacer de los músicos indígenas. Adicionalmente, quien ha realizado hallazgos significativos con respecto a la música que se ejecutaba en las parroquias y conventos de los altepeme 7indígenas es Aurelio Tello. Sus estudios han abierto una veta de investigación novedosa para la musicología. 8
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