La noción de ritmo vincula sucesión y duración al evocar intensidades, prolongaciones, acortamientos, repeticiones, pausas y velocidades, es decir, al marcar la pauta con la cual se perciben la secuencia de los acontecimientos y el tiempo histórico:
Así, para hablar de ritmo no basta la repetición monótona de un movimiento. De hecho, tienen que aparecer tiempos fuertes y débiles: repeticiones y discontinuidades, suspensiones y cambios. El ritmo supone, así, un tiempo diferenciado en cadencias y velocidades, en repeticiones y novedades. (Valencia 2007, 106)
Otros instrumentos teóricos menos centrales serán desarrollados en el transcurso del texto, por lo que acá solamente se hará una breve mención de ellos y de su relación con cada capítulo. El primer capítulo del trabajo contiene un contexto general del periodo histórico estudiado en clave de diversiones. Allí, a partir de la descripción de las formas de divertimento en Bogotá se van incorporando elementos de la fisonomía de la ciudad y de la vida política y económica del país. Por otro lado, la dinámica lúdica de Bogotá se conecta con algunos aspectos relacionados con las diversiones en otras ciudades capitales de América Latina y de Europa. La intención de este capítulo es proporcionar una visión amplia del problema que se tratará en los capítulos subsiguientes.
En el segundo capítulo se analizan las representaciones sobre distintas clases de diversión desde tres puntos de observación diferentes: la mirada de la élite bogotana sobre las diversiones de origen colonial practicadas en la capital de la República, la de esta misma élite sobre las diversiones europeas y la mirada de los extranjeros que llegan a la ciudad sobre las diversiones coloniales y aquellas de origen europeo. En este capítulo es importante la noción de ociosidad como categoría histórica más que como concepto, y en este sentido como significado relacionado con una disposición negativa frente al trabajo.
Acá se entiende por élite aquel grupo social minoritario que mantiene una posición predominante con relación a los demás grupos sociales, la cual le permite orientar las tendencias de la vida de una sociedad específica en cuanto a los aspectos económicos, políticos y culturales. En el periodo de estudio, este grupo social en la ciudad de Bogotá estuvo conformado por grandes comerciantes, rentistas, ricos propietarios, hacendados, altos funcionarios del gobierno, empresarios e intelectuales. Sin embargo, fue entre estos últimos tres sectores donde comenzaron a gestarse las representaciones y los procesos de difusión que conducirían a la adopción de los nuevos entretenimientos entre el conjunto de la élite.
En el tercer capítulo se aborda lo que podría entenderse como el proceso de adopción de diversiones por parte de la élite bogotana. Aunque es un capítulo construido en torno a las prácticas, las representaciones identificadas en el primer capítulo alimentan el análisis mediante su articulación a la narrativa histórica. Una aclaración es importante en este punto: debido a la pluralidad semántica con que los diferentes sujetos se refieren a las prácticas de diversión, la denominación de dichas prácticas a medida que se avanza en el periodo estudiado se modificará de acuerdo con la tenue tendencia observada en la forma que tienen los sujetos de nombrarlas. De esta forma, las denominaciones de diversión y recreo se usarán para referirse a las prácticas coloniales y europeas, mientras que espectáculos públicos , entretenimientos , actividades de solaz y esparcimiento tendrán el sentido de las actividades adoptadas por la élite bogotana.
El cuarto capítulo trata sobre los cambios espaciotemporales relacionados con los espectáculos públicos y las actividades de esparcimiento de finales del siglo XIX en Bogotá. A partir de la transformación de las plazas coloniales en parques y jardines se analiza la formación de una esfera temporal diferenciada del tiempo festivo religioso y patrio. Acá tendrá un lugar central la idea de espacio de representación de Henri Lefevbre (2013). La noción de burguesía o de estilo de vida burgués que se utiliza en este capítulo y el siguiente no solamente tiene el sentido del gusto adquirido, sino también de la adquisición de una incipiente disposición calculadora, tanto de la economía como del tiempo, orientada al progreso como problema fundamental del individuo.
El último capítulo trata sobre la relación entre una concepción racionalizadora del tiempo en beneficio del perfeccionamiento humano y los significados de las nuevas diversiones de la élite bogotana. Se trata de observar cómo el tiempo vinculado a estas diversiones fue significado bajo la idea de utilidad, en oposición a la de ociosidad, con la cual había sido definido el tiempo de las diversiones de origen colonial. En este capítulo la noción de aceleración en Reinhart Koselleck (2003) y Hartmut Rosa (2011) constituye el eje subyacente de la narración.
Antes de terminar esta introducción se ha querido ofrecer al lector un panorama de las investigaciones colombianas que se han hecho sobre la historia de la vida cotidiana, la fiesta, el ocio y los espacios de diversión. El propósito de este balance consiste en mostrar el punto de partida analítico en relación con las nociones que sirven de apoyo y los vacíos que dejan entrever el camino que tomará la argumentación general. Pero el aparte también puede ser de especial interés para quien desee contrastar las tesis propuestas en este trabajo con las que otros autores han establecido, o incluso para aquellos lectores que tengan curiosidad por uno de los temas que se incluyen en este balance y quieran profundizar en ellos con la lectura directa de los textos. En todo caso, si el deseo de quien se encuentra leyendo estas páginas es adentrarse directamente en el ambiente lúdico bogotano del siglo XIX, puede saltarse las pocas páginas que siguen con la esperanza de que al finalizar la lectura de este texto encuentre motivos suficientes para regresar a esta segunda parte de la introducción.
OCIO, FIESTA Y ESPACIOS DE DIVERSIÓN: BALANCE HISTORIOGRÁFICO
Indagar sobre las diversiones decimonónicas de la élite bogotana implica acercarse a un campo poco definido, construido a partir de un conjunto de investigaciones cuya característica principal es una mezcla de dispersión y escasez. Entonces, la primera noción en la que puede apoyarse intuitivamente el investigador para abordar el tema es la de vida cotidiana , con la cual busca obtener un cuadro más o menos detallado de la cuestión y una aproximación que permita orientar el derrotero y definir más claramente las pesquisas por realizar.
En los trabajos sobre la vida cotidiana de Colombia en el siglo XIX las diversiones han ocupado un lugar compartido con aspectos como la vivienda, la familia y el matrimonio, las formas de higiene, el abastecimiento de víveres en los mercados, los gustos de la población, las festividades, el vestido y la comida. De esta forma, las diversiones estarían inscritas en aquello que podría llamarse quehacer diario o vida diaria de la gente, aquello “que se resiste al cambio, expresado en las formas de mayor arraigo, en las costumbres, en los hábitos, que son parte de la forma de ser de una sociedad, de su forma de pensar, de actuar, de su imaginario” (Castro 1996a, 10).
Dentro de estos trabajos se puede mencionar el de Catalina Reyes y Lina González (1996) sobre la vida doméstica en las ciudades republicanas, en el que diversiones como los juegos de azar, las corridas de toros, las riñas de gallos, los paseos en los alrededores de la ciudad o en sus parques, las tertulias, los bailes y las visitas son descritas como formas de interrupción del monótono y tranquilo ritmo de la vida diaria en las ciudades republicanas, ritmo conformado por los hábitos diarios del baño, las comidas, la siesta, los oficios religiosos y las labores domésticas (Reyes y González 1996, 227-230).
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