69. Acaso el problema se deba a que en su escansión cuenta las sílabas fonológicas —las sílabas reales— y no las métricas, es decir, las que se pronuncian en realidad —por ejemplo no siempre tiene en cuenta las sinalefas, que hacen una sílaba de dos— licencia poética que no es opcional, pues de no realizarse queda trunco el patrón ó o o ó o–. Son las sílabas métricas, como es sabido, las que hay que escandir para definir la medida del verso: véase Gómez Redondo, Historia ..., op . cit ., p.31 y todo su «El ‘adónico’...», art. cit.
70. Aplico aquí la terminología de «dodecasílabo» y «endecasílabo» que utiliza Mondola siempre señalándola entre comillas pues, según advierte Gómez Redondo ( Historia ..., op cit ., p. 491), no resulta del todo apropiado referirse a un verso isorrítmico de esta manera.
71. El recurso de la sinafía es usual, por ejemplo, en el Laberinto de Mena. Véase Gómez Redondo, «El adónico...», art. cit., p. 65.
72. Por la misma ductilidad del esquema rítmico, el caso del segundo hemistiquio es ambiguo: podría plantearse que se sigue realizando una sinalefa y que lleva el acento en la primera sílaba métrica (óooóo), lo cual daría un esquema de 5 sílabas (y un esquema total de 6+5). Sin embargo, como señala Juan-Carlos Conde («Praxis ecdótica y teoría métrica: el caso del arte mayor castellano», La corónica , 30.2 [2002], pp. 249-77, cita en p. 262) excepto en casos de compensación, el segundo hemistiquio lleva el ictus «siempre en la segunda» sílaba, lo cual haría necesaria la dialefa.
73. Muy probablemente ese «más» haya sido una omisión del copista durante el proceso decopia.
74. Nótese que en su transcripción del texto poético moderniza la «f» –presente tanto en el manuscrito como en el texto del impreso de 1515– en «h» («estuve espantado de su_ hechotan vano», p. 42). Más allá de que se aparta de la norma usual de transcripción de un texto medieval-moderno, y que no aclara en ningún pasaje qué normas sigue, en el caso de un texto poético esta «elección» es muy problemática, pues la «h» propicia sinalefas donde no las hay. En efecto, si escandimos el verso así como lo transcribe Mondola vemos que presenta doce sílabas métricas y se atiene perfecto al patrón del arte mayor. Su inclusión dentro del grupo que él lo ubica no estaría justificado.
75. Historia ..., op . cit ., p. 499. Tomás Navarro ( Métrica ..., op . cit . p. 92-3) señala que se da en el Laberinto en el 29% de los versos (según su combinación D-A y D-B). Además, en la primera mitad (17 cantos) de la traducción de Villegas tenemos al menos 18 casos de vv. que en el ms. tenían 12 sílabas métricas y se les tacha una para que tengan 11 como en el impreso: III, 9f, 15e, 19d; IV, 2g; V, 2g, 3f, 10c; VIII, 9c; IX, 6b; X, 3b; XI, 6f, 17f; XIV, 15e; XV, 1g, 3b; XVI, 19c; XVII, 8c, 8f.
76. En la mayoría de los casos el verso del impreso y el del ms. tenían 12 sílabas métricas y luego de la tachadura pasa a tener 11. Solo en los primeros 5 cantos: II, 7e, 17a, 18g; III, 1b, 3f, 9c, 14e, 15g, 18g, 22b, 23a; IV, 1f, 2g, 3a, 15d, 19e; V, 2h, 6f, 16c.
77. Por ejemplo «sy Dios me adiestre» (Antón de Montoro, Cancionero , Marcella Ciceri, ed., Salamanca, Universidad de Salamanca, Salamanca, p. 317 y en Cancionero castellano de París [PN5] [BNP Esp. 227] (1430-1470), Fiona Maguire, ed., Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1995, fol. 94r). Véanse más ejemplos de este uso en el CORDE, por medio de la consulta «adiestra» y «adiestre» entre las fechas 1200 y 1500. (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos, CORDE, [en línea]. Corpus diacrónico del español , < http://www.rae.es> [14 de marzo de 2012]).
78. El sentido de « chiavar » en este verso no es el de «cerrar con llave» sino el de «clavar», como puntualizan en sus comentarios del pasaje Nicola Fosca —« la porta viene chiavata (non ‘chiusa a chiave’, ma ‘inchiodata’ : dal lat. clavus, ‘chiodo’» (Commento alla «Commedia» di Dante : «Inferno », Dartmouth Dante Project, Hanover, 2003-2006)— y Ana María Chiavacci Leonardi ( Commedia di Dante Alighieri : Inferno . Milano, Einaudi, 1997, p. 776). Ambos comentarios pueden ser consultados online en < http://dante.dartmouth.edu>.
79. En efecto, en el Corpus del nuevo diccionario histórico del español (CNDHE , http://web.frl.es/CNDHE/ ) el término «derrostrado» se registra solo dos veces en el siglo XVI (en 1539 —Fray Antonio Guevara— y 1564 —Francisco de la Reina—), mientras que la forma infinitiva «derrostrar» se registra una vez (1521, Fray Antonio Guevara). Para el significado de «derrostrar» véase s.v. «rostro» Joan Corominas y Pascual, José A., Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico , Madrid, Gredos, 1983, tomo V, p. 78.
80. Véase Vázquez-Ayora, op . cit ., p. 268-274.
81. «Primero que» utilizado en modo adverbial como «antes que» seguido de subjuntivo se registra en castellano en el s. XIII, según el Tentative Dictionary of Medieval Spanish (Kasten y Cody, ed., New York, The Hispanic Seminary of Medieval Studies, 2001, p. 568), en el Duelo de la Virgen , en la General Estoria y en los Castigos y documentos para buen vivir . No encontré registrado este uso ni en el Diccionario de Alonso, ni en el de Corominas. En CORDE ( op . cit .), se encuentra sólo una vez, en la General Estoria (1275): «le sacavan primero que ninguno otro miembro tomassen» (Pedro Sánchez Prieto-Borja, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá de Henares, 2002, p. 251).
82. Ottorino Pianigiani, Vocabolario etimologico della lingua italiana , Polaris, 1993 [1907], p. 1408. Este diccionario puede ser consultado online en: http://www.etimo.it/
83. Nicola Fosca, Commento alla « Commedia »..., op . cit ., Chiavacci Leonardi, Commedia ..., op . cit ., p. 626.
84. Resumo aquí los planteos de mi trabajo —y luego los de Mondola—: «la versión que nos trasmite el manuscrito es copia de una anterior, tanto al manuscrito como al impreso, que presenta lecciones en su mayoría similares a las del impreso y otras no tanto» [2013b, p. 285]; «El último caso, presenta una enmienda al margen [...] que corrige la variante siguiendo el impreso». (p. 280); «variante que esta segunda mano se encarga de cancelar[...]. Parecería, pues, que el corrector contara con un ejemplardel impreso y corrigiera a partir de él» (2012a, p. 41) «[...] las variantes más importantes se introducen justamente en los versos que genera el traductor, donde a veces se corrige incluso todo el verso[...]. Estos casos estarían demostrando la existencia de una instancia posterior de corrección, en el que el copista/traductor se percata de la divergencia y decide enmendar» (p. 283); «La ausencia en esta ‘fe de erratas’ de una corrección tan importante como la de la estructura de rima nos indicaría que sólo se ha percatado del error en una instancia posterior [a 1515], de la que estaría dando cuenta el manuscrito» (p. 285); «Todo indicaría, pues, que el texto de la Comedia que nos transmite el manuscrito se trata de una copia de un subarquetipo anteriory que, a su vez, correspondería a una versión corregida, tal vez una segunda fase dentro del proceso de traducción» (p. 287). Mondola (2017) plantea: «la teoríaque ahora voy a exponer es que la versión primigeniacontenida en el manuscrito estadounidense es copia de un testimonio (desafortunadamente perdido) anteriora 1515; sobre esta versión, probablemente después de la publicación del volumen de Fadrique Alemán, Villegas( y quizá también otra mano) interviene, tachando y enmendando fragmentos textuales o versos enteros. Nos encontraríamos, pues, ante la voluntad del arcediano de Burgos de volver a trabajar sobre su traducción a partir de una versión manuscrita, en la mayoría de los casos adecuándola al impreso, en otros casos proponiendo soluciones novedosas» (p. 34).
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