– Endoforias (esoforias), cuando la desviación es hacia el lado nasal (adducción). Su abreviatura es Eso o SOP.
– Exoforias, cuando la desviación es hacia el lado temporal (abducción). Su abreviatura es Exo o XOP.
– Hiperforias, cuando la desviación es hacia arriba (elevación). Su abre-viatura es Hiper (añadiendo I o D si es el ojo izquierdo o derecho).
– Hipoforias, cuando la desviación es hacia abajo (descenso). Su abreviatura es Hipo (añadiendo I o D si es el ojo izquierdo o derecho).
TABLA 5.3
Clasificación de las forias.
Sus causas pueden ser variadas (Rabbetts, 1998: 169; Tunnacliffe, 1997: 529; Van Noorden, 1996), desde problemas acomodativos o refractivos a problemas anatómicos (posiciones anómalas de las inserciones oculares), neurológicos (disfunción de los rutas neurales oculo-motoras) o patológicos (conjunción de causas anatómicas y neurológicas). Por ejemplo, debido al nexo entre convergencia y acomodación, una infracompensación de una hipermetropía puede generar una endoforia, tanto en visión lejana como cercana.
5.4.2 Estrabismos
Las heterotropías, habitualmente más conocidas como estrabismos, son desviaciones manifiestas, estables, de los ejes visuales al fijar sobre un punto; es decir, cuando se observa directamente que uno de los dos ojos muestra una desviación clara respecto del otro. Por tanto, en principio, no se consigue la fijación bifoveal sobre ningún estímulo visual. Si realizamos la experiencia de cubrir con una cartulina uno de los dos ojos, ocurre lo siguiente:
– Si cubrimos el ojo estrábico (desviado) y fijamos sobre un objeto con el ojo normal, ninguno de los dos ojos se moverá. Como hemos visto arriba, este comportamiento sobre el ojo anómalo es completamente diferente del que realizaría un ojo fórico.
– En cambio, si el ojo normal se cubre y el estrábico se descubre, éste girará para fijar fovealmente pero, simultáneamente, por la ley de igual inervación de Hering, el ojo normal tapado se moverá en sentido versional ( fig. 5.11).
Fig. 5.11 Exotropía en el ojo izquierdo mostrando la adducción que debe realizar para conseguir la fijación, y que, a su vez, por igual inervación, provoca una rotación versional (abducción) en el ojo derecho normal tapado.
Al igual que las heteroforias, se pueden clasificar en ( tabla 5.4):
– Endotropías (esotropías), cuando la desviación es hacia el lado nasal (adducción). Su abreviatura es EsoT o SOT.
– Exotropías, cuando la desviación es hacia el lado temporal (abducción). Su abreviatura es ExoT o XOT.
– Hipertropías, cuando la desviación es hacia arriba (elevación). Su abre-viatura es HiperT (añadiendo I o D si es el ojo izquierdo o derecho).
– Hipotropías, cuando la desviación es hacia abajo (descenso). Su abre-viatura es HipoT (añadiendo I o D si es el ojo izquierdo o derecho).
TABLA 5.4
Clasificación de los estrabismos.
Una segunda clasificación de los estrabismos se elabora en función de si es concomitante o incomitante . En un estrabismo incomitante la desviación varía con la dirección de la mirada, y al cambiar la fijación de un ojo al otro alternando la tapa si fuera necesario. La desviación varía irregularmente con la dirección de la mirada porque el estrabismo es causado por una paresis (disfunción parcial) o parálisis (disfunción total) de la acción de uno o más músculos extraoculares. Un estrabismo concomitante es aquel donde los ojos se mueven de manera coordinada, el ángulo de desviación permanece aproximadamente constante para todas las direcciones de mirada. En general, aunque no se comentó arriba, podemos usar también este tipo de clasificación en las forias, pero en la práctica clínica, la mayoría de las forias son concomitantes.
Respecto a las causas del estrabismo, éstas pueden ser, al igual que las forias, de origen refractivo, anatómico, neurológico o patológico, pero con un grado mucho más severo (Rabbetts, 1998: 185; Tunnacliffe, 1997: 526; Von Noorden, 1996).
5.5 Introducción al tratamiento de las anomalías binoculares
El estado normal de visión binocular es la fijación bifoveal y la propiedad de estereopsis. Esto implica a su vez dos imágenes retinianas nítidas del objeto de fijación sobre áreas retinianas correspondientes, y agudezas visuales excelentes en cada ojo. Esto también implica que no deberían existir interferencias en las conexiones neurales entre los ojos y el cerebro, y que los sistemas de acomodación y músculos extraoculares deberían mantener las imágenes nítidas y superpuestas sobre un intervalo estándar de distancias y dentro del campo de fijación binocular. Por tanto, cualquier desviación del estado normal puede considerarse una anomalía binocular. Estas anomalías visuales pueden deberse a errores refractivos no compensados, anomalías en la sinergia convergencia-acomodación, defectos neuropatológicos, defectos anatómicos o asimetrías, etc.
Cualquiera que sea la causa de la anomalía binocular, el tratamiento que se debe seguir para reestablecer la visión binocular normal incluye varios pasos:
1. Compensación de cualquier error refractivo.
2. Prescripción de prismas.
3. Ortóptica o terapia visual.
4. Cirugía.
Los aspectos sobre la compensación del error refractivo (Rabbetts, 1998; Romero, et al., 1996; Tunnacliffe, 1997;Viqueira, Martínez-Verdú, de Fez, 2004) se recordarán en el capítulo siguiente puesto que están íntimamente relacionados con la sinergia convergencia-acomodación. Lo mismo ocurrirá con los aspectos centrados en la prescripción de prismas (Cotter, 1996; Fannin, Grosvenor, 1996), puesto que se analizarán dentro de dos capítulos.
La ortóptica o terapia visual se refiere al uso de procedimientos monoculares y binoculares de estimulación para mejorar la agudeza visual, minimizar la supresión binocular y desarrollar la coordinación oculomotora y sensorial de los ojos (Griffin, Gisham, 1995; Rutstein, Daum, 1998).
La cirugía se usa para alinear los ojos cuando las imágenes retinianas no se superponen y no pueden responder a ejercicios ortópticos para que se alineen (Cirugía oftalmológica). En algunos casos, la cirugía puede ser la única vía para conseguir una apariencia cosméticamente normal de los ojos.
Por tanto, parece evidente que el tema de las anomalías binoculares es enorme y muy difícil de tratar en una sola monografía. Consecuentemente, esta monografía no se centra en el estudio de los signos, síntomas, medida, diagnóstico, incidencia y tratamiento de las anomalías binoculares, sino en los aspectos óptico-geométricos, y a veces fisiológicos, que permiten comprender las repercusiones visuales de las anomalías binoculares, así como los fundamentos de diseño de los tests clínicos de la optometría binocular, tanto los que sirven para la medida y el diagnóstico como los utilizados para el tratamiento (lentes, prismas y ejercicios ortópticos).
Teniendo en cuenta esta declaración de intenciones, podemos ahora entonces establecer una tabla comparativa de los síntomas óptico-sensoriales de las anomalías binoculares (forias y estrabismos).
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