Fig. 5.7 Experiencia de Müller (1826) sobre la vergencia acomodativa.
Aunque a simple vista parece que la experiencia de Müller implica una violación de la ley de igual inervación de Hering (el ojo alineado no se mueve), se ha comprobado mediante medidas electro-oculográficas que existe un inicio del movimiento, pero las vergencias fusionales compensan este movimiento inicial, impidiendo que se pierda la haplopía ( fig. 5.8).
Fig. 5.8 Variaciones en la respuesta vergencial de los dos ojos en la experiencia de Müller.
El hecho de que la acomodación pueda influir en la convergencia, y viceversa como se verá en el capítulo siguiente, es una de las piedras angulares de la Optometría. De hecho, el ángulo métrico [am] es equivalente a la dioptría [D] puesto que ambos parten del recíproco de la distancia al objeto. Sin embargo, la primera se queda asociada al valor angular de la vergencia (movimiento binocular), y, la segunda va asociada a la capacidad monocular de enfoque. Por lo tanto, como veremos en el capítulo siguiente, los conceptos de visión nítida-borrosa y visión haplópica-doble están íntimamente ligados entre sí.
Vergencia tónica
Es la que se tiene en ausencia de estímulos visuales, en total oscuridad (Schor, Ciuffreda, 1983). Su valor medio es aproximadamente de 3° (aproximadamente a 110 cm en la línea media), pero este valor puede aumentar si se mira hacia abajo o disminuir si se mira hacia arriba, a razón de un grado por cada 30 deg de descenso/elevación.
Vergencia proximal
Es la producida por inducción psicológica, por eso también se la conoce como vergencia psíquica. Se ha comprobado que cuando a un sujeto se le pide que imagine que un objeto se acerca, manteniendo los ojos cerrados, su vergencia aumenta. Esto parece más patente cuando se es consciente de que el objeto de interés está realmente cerca, a pesar de que se visualiza como una imagen en infinito a través de un microscopio. Otra comprobación de la existencia de la vergencia proximal es también la experiencia de Enright (1987), que comprobó que cuando se observa una pintura o fotografía con objetos en diferentes planos de perspectiva, existe un pequeño cambio de vergencia en función de la supuesta profundidad relativa de los objetos.
5.3 Músculos sinergistas y antagonistas contralaterales
Al igual que en el movimiento de un ojo definimos los músculos sinergistas y antonistas homolaterales, es posible aplicar el mismo concepto a los movimientos binoculares, ya que cuando se produce una versión, el movimiento de los ojos debe ser coordinado en ambos por la ley de Hering de igual inervación, existiendo de nuevo una serie de músculos que actúan cooperativamente en el movimiento binocular y otros que se deben relajar. Hablaremos pues de músculos sinergistas contralaterales de un ojo cuando nos refiramos a los músculos del ojo contrario que actúan simultáneamente para dar lugar a un movimiento binocular. Esto conduce a la revisión del concepto de posición diagnóstica de la mirada , ya introducido en el capítulo 2. Tal como se definieron, son movimientos versionales aquellos con los que se pone a prueba la acción exclusiva y máxima (campo de acción) de un músculo extraocular. Dado que existen 6 músculos extraoculares, existirán 6 posiciones diagnósticas de la mirada ( fig. 5.9). De esta manera, el optometrista y el oftalmólogo pueden aplicar un test sencillo para averiguar si alguno de los músculos extraoculares presenta alguna anomalía. Siguiendo la figura citada, los pares sinergistas contralaterales están representados por líneas paralelas con las flechas en el mismo sentido. Un detalle interesante de las posiciones diagnósticas es que el ejecutar una supraversión (infraversión), o solamente una elevación (descenso) mediante un solo ojo, no obliga a ninguno de los seis músculos extraoculares, preferentemente al recto superior (inferior) y al oblicuo inferior (superior), a trabajar al máximo. La tabla 5.2enumera las seis posiciones diagnósticas de la mirada con sus correspondientes pares sinergistas contralaterales, en la que se incluyen los pares sinergistas contralaterales para el movimiento ocular de lectura.
Fig. 5.9 Esquema de las 6 posiciones diagnósticas de la mirada con sus correspondientes pares sinergistas contralaterales.
TABLA 5.2
Pares sinergistas contralaterales de las posiciones diagnósticasde la mirada y del movimiento ocular de lectura.
Así, dado un músculo en particular, su par antagonista contralateral será el músculo antagonista homolateral de su par sinergista contralateral. Apoyándonos en el esquema de la fig. 5.9, sería al partir de dos flechas paralelas aquella del ojo contrario que fuera perpendicular a esa dirección. Por ejemplo: ¿cuál es el músculo antagonista contralateral del oblicuo inferior derecho (O.I.D.)? Su par sinergista contralateral es el recto superior izquierdo (R.S.I.) en la supralevo-versión. Por tanto, la flecha perpendicular, o sea, su músculo antagonista homolateral, y por ende, antagonista contralateral del O.I.D., es el recto inferior izquierdo (R.Inf.I.).
5.4 Anomalías de la convergencia binocular
Debido a la importancia de la convergencia, al ser el movimiento fundamental para la fusión, los principales problemas binoculares suelen ir asociados a anomalías en estos movimientos. No obstante, también existen anomalías ligadas a los otros tipos funcionales de movimientos oculares como los vestibulares, sacádicos, etc. (Leigh, Zee, 1991; Van Noorden, 1996). Generalmente, estas anomalías de la convergencia se traducen en desalineamientos sobre el punto de fijación de los ejes visuales. Podemos hablar básicamente de dos tipos de anomalías: heteroforias y heterotropías (estrabismos).
5.4.1
Forias
Las heteroforias son desviaciones no manifiestas de la convergencia. Sólo son visibles cuando ocluimos un ojo mediante una tapa o cartulina ( cover test ), es decir, cuando disociamos los ojos e interrumpimos la visión binocular. En condiciones normales, los ojos fijan sobre el punto de fijación, pero al ocluir un ojo, observamos como éste se desvía ( fig. 5.10). Si lo volvemos a destapar, se consigue de nuevo la fijación bifoveal. Si no existe tal desviación para ninguna distancia de fijación en ninguno de los dos ojos, se dice que el sujeto presenta ortoforia , que es el concepto análogo a la emetropía para visión nítida. No obstante, pueden darse casos en que el sujeto sea ortofórico en visión lejana y presente heteroforia en visión cercana.
Fig. 5.10 Exoforia en el ojo derecho mostrando la divergencia o abducción detrás de la tapadera ( cover ).
Según el tipo de desviación respecto la posición primaria ( tabla 5.3) se pueden clasificar en:
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