David Price - Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)

Здесь есть возможность читать онлайн «David Price - Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!): краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Para confeccionar este libro se reunió un grupo de amigos especialistas en alguna de las ramas de las artes escénicas (teatro, improvisación, monólogos, danza, etcétera) y que tienen un profundo interés por las ciencias. Actores, directores, escritores, bailarines, monologuistas, entre otros, escribieron sus propias
Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!). Desde el principio, la intención era romper con las condiciones de una publicación académica, y por eso la invitación fue a escribir una historia inédita, que los autores no hubieran podido contar en ningún otro medio, y también evitar la censura, porque, para fines educativos, las experiencias «fracasadas» fueron altamente valoradas. El resultado es una divertida y variopinta colección de historias que conversan unas con otras y se completan, que invitan a una exploración más honda de las relaciones entre las artes escénicas y las ciencias. Se enuncian preguntas como: ¿cuál es la «mejor» manera en la que las artes y las ciencias pueden ponerse en relación para construir juntos una nueva forma de conocimiento que las enriquezca a las dos? ¿Cómo evitar la instrumentalización de uno de los campos del conocimiento por el otro? ¿De qué hablamos cuando hablamos de teatro-ciencia? Este libro no contiene «la respuesta correcta», pero sí muchas inolvidables exploraciones.

Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!) — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Un juicio eléctrico

Bando: Por la presente, se invita a todos los ciudadanos de Bologna a asistir al juicio al carnicero local, signore Giuseppe Milaneso, acusado de hechos reñidos con la moral y las buenas costumbres, brujería y pactos con Satanás. La acusación es formulada por la liga de amas de casa “La Bolognesa”, comandada por la signora Petrona C. de Galvani.

Il signore juez: ¡Silencio, que comienza la sesión! Comparece ante este tribunal el carnicero Giuseppe Milaneso, acusado de brujería y todas esas cosas.

El carnicero: ¡Yo no fui, signore juez! ¡Yo no hice nada! Si usted mismo me compra carne todas las semanas.

Voces del pueblo: ¡A la hoguera! ¡Que lo quemen!

Il signore juez: Tiene la palabra la signora de Galvani.

La signora de Galvani: Mire, signore juez, yo creo que esto es un clásico caso de satanismo sin escrúpulos. Yo acuso a este hombre (señala al carnicero) de hechicería, yo misma lo vi cuando devolvía la vida a animales muertos, y quién sabe cuántas cosas más habrá hecho en su negocio.

Voces del pueblo: ¡Y yo que le compraba carne para el puchero!

Más voces del pueblo: ¡A la parrilla! ¡A las brasas!

El carnicero: Yo no sé de qué hablan, pero les juro que yo no tuve nada que ver.

Il signore juez: ¡Silencio! Continúe, signora.

La signora de Galvani: Bueno, resulta que yo estaba comprando el osobuco que le gusta a mi marido, como todos los viernes, porque a mi me sale tan bien, vio, lo hago mechado con perejil picadito, y a veces le pongo unas ciruelitas y...

Voces del pueblo: ¡O-so-bu-co! ¡O-so-bu-co! ¡Que traiga, que traiga!

Il signore juez: Por favor, signora, continúe con la acusación...

La signora de Galvani: Como le iba diciendo, fui a la carnicería el viernes pasado, pero resultó que este hijo de Satán (señala al carnicero, que está por decir que él no tiene nada que ver, pero es callado por los guardias) había vendido todo, y le quedaban solamente unas ranitas colgadas. Las ranas también me salen muy bien, vio, porque las hago a la provenzal, con ajo, perejil y pimienta negra, después se doran a fuego lento, de los dos lados...

Il signore juez: ¡Signora, acuse de una vez!

La signora de Galvani: Ya va, ya va, no me apure que me acuerdo y me dan escalofríos. El hecho es que como no había carne, le pedí que me diera una media docena de ranas para la cena. ¡Y el monstruo aquél agarró un palo, para bajarme a los animales que estaban colgados de unos ganchos, y en cuanto los tocó, se empezaron a mover como poseídos! ¡Movían las patas para todos lados, las pobres ranitas!

Voces del pueblo: ¡Que le busquen pezuñas y cola! ¡Que se fijen si tiene olor a azufre!

Más voces del pueblo: ¡O-so-bu-co! ¡O-so-bu-co!

Il signore juez: ¿Qué tenés para decir, Giuseppe? Esto suena bastante mal, ¿eh?

El carnicero: Mire, su signoría. Como se me había acabado la carne de vaca, lo mandé a mi pibe a cazar unas ranas, así las tenía bien fresquitas por si venía algún cliente de última hora. En cuanto me las trajo, las colgué de los ganchos de cobre que siempre uso en el negocio, y en cuanto las quise bajar con el palo, se empezaron a mover así, solitas, como dice la signora. Pero le juro que yo no tuve nada que ver. Deciles, Guiseppino, que es la pura verdad.

El hijo del carnicero: Sí, es verdad, yo fui a pescar unas ranas como siempre, al arroyito, y se las dejé a mi papá enseguida. Y después la signora esa (apuntando a la signora de Galvani, que está decidiendo si le corresponde el tercer desmayo del día, y es atendida por la plana mayor de “La Bolognesa”) se puso a gritar como loca, y vinieron los guardias a llevarse a papá.

Voces del pueblo: ¡Que lo quemen también!

Voces del pueblo: (Más pequeñas) ¡Que primero me dé las figuritas que me debe!

Il signore juez: Mmmhhh, el caso es difícil. O alguien está mintiendo, o se nos está escapando algo. Propongo llamar al juzgado al científico del pueblo, il dottore Galvani. Mientras tanto, signora, ¿cómo era eso de las ranas a la provenzal?

(Salen guardias a buscar a Galvani a su laboratorio, y lo traen al juzgado. En el camino le cuentan los pormenores del caso).

Il signore juez: Dottore Galvani, ¡qué bueno verlo! ¿Qué puede decirnos acerca de este caso de brujería?

Il dottore Galvani: ¡Minga de hechicería! Dejen ir a este buen hombre. Los movimientos convulsivos de la rana se deben a descargas eléctricas atmosféricas, que hacen que los músculos se contraigan. Dejen a Satán tranquilo por esta vez.

Voces del pueblo: ¡Viva el dottore!

El doctor Frankenstein: (Entre el público) Mmmmhhh, esto me da una grrran idea. ¡Ya no se burrrlarrán de mí en la Academia! Vámonos, Igorrr, tenemos mucho trabajo qué hacer. (Se va acompañado de su extraño ayudante).

Il dottore Volta: (Acercándose al tribunal, desde el público) Callen a ese charlatán de Galvani, por favor. A ver, a ver, ¿de qué era “el palo” con que se bajaban las ranas?

El carnicero: De hierro, claro. Pero yo no tuve nada que ver, ¿eh?

Il dottore Volta: Lo suponía, je. Lo que estaba sucediendo es muy sencillo: cada vez que se unen la rana, el cobre y el hierro se forma un circuito cerrado, y entonces la corriente eléctrica, generada en este circuito de metales heterogéneos, produce la contracción muscular que aterrorizó a la signora.

Il dottore Galvani: Cállenlo al pavo este (obvia alusión a las tareas académicas de Volta, quien por entonces se desempeñaba como profesor en la Universidad de Pavia). La electricidad está adentro de los animales, no en objetos inanimados como los metales. Les mostraré un experimento muy simple. Aquí mi ayudante, Juanito, ha traído desde el laboratorio un anca de rana al cual se le ha dejado el nervio colgando. (Juanito muestra los materiales). Aquí en esta fuente tengo el nervio pelado de otra anca de rana. Yo ya lo traje preparado desde el laboratorio, pero ustedes, señoras, lo pueden realizar muy fácilmente en sus casas. Fíjense lo que pasa cuando toco ambos nervios en dos sitios, o bien cuando toco al primer nervio con mi bisturí. (Juanito realiza el experimento y el anca de rana se contrae).

Voces del pueblo: ¡Viva il dottore!

Otras voces del pueblo: ¡Que lo quemen!

Il dottore Volta: Ya verán, volveré y seré voltímetros.

Il signore juez: Bueno, bueno, este tribunal dictamina que el carnicero es inocente. Y además dictamina que este signore juez se va a cenar a la casa de los Galvani, para seguir discutiendo sobre estos fascinantes experimentos a la provenzal.

(Fin del juicio. El juez y la señora Galvani se van charlando de recetas, Galvani y Volta se quedan discutiendo sobre el origen de la “electricidad animal”, el pueblo va a buscar alguien a quien quemar y el carnicero decide cambiar de ramo y poner una florería).

Adorable puente

Hemos pasado por toda una representación de este dúo tragicómico. En el primer acto, digno de comedia de enredos, presentamos a los protagonistas y quienes intentamos hacer de sinceros intermediarios.14

El acto segundo buceó por las representaciones de la ciencia sobre el escenario, aquellas que nos muestran historias, personajes y descubrimientos, y también las que pretenden adentrarse en el pensamiento científico, con sus lógicas y, por qué no, sus ilógicas. El acto tercero, imagen especular del anterior, se adueña de las bases científicas del hecho teatral, que requiere de un conocimiento profundo del funcionamiento del cuerpo, la generación de emociones y empatías, la creatividad cerebral al servicio de la escena.

El acto final sitúa la escena en una geografía y un tiempo particular: la escuela (tanto vale para el jardín de infantes o la universidad), en donde el teatro es un recurso infalible para desatar nudos y preguntas, curiosidades e intuiciones, los verdaderos ingredientes de una clase de ciencias.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)»

Обсуждение, отзывы о книге «Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!)» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x