Nos dirigimos a un incendio por la noche en el country de Las Palmas. Tardamos como veintiocho minutos en llegar o más por el camino 038 que en ese entonces era de tierra muy descuidada, todo lleno de pozos, imposible transitar. Una vez arribado al sitio ingresamos al barrio cerrado, en una de sus chacras una vivienda ardía descontrolada, era de película el fuego salía por las ventanas y puertas, el jefe del servicio dio las órdenes y uno de los chicos se encargó de cortar la electricidad, mientras un compañero y yo nos preparábamos para ingresar y atacar las llamas que se propagaba por casi toda la casa, que por cierto era muy amplia, de una familia numerosa. Era terrible la confianza que tenía, no había miedo ni excusas, línea en mano detrás del pitonero y amigo Zapata Pablo. Adentro había fuego por todos lados, nada de equipo autónomo ni estructural, no porque no quisiéramos usarlo si no porque no teníamos nada de eso. Si mal no recuerdo teníamos una campera azul de una empresa siderúrgica muy conocida de la ciudad de campana que nos regalaron. Entramos, hacía mucho calor, el humo nos atosigaba, llegamos debajo de un marco de una puerta que solo protegía al punta de lanza, quedando yo detrás de él y desprotegido, de repente a nuestra izquierda se levanta una lengua de fuego que nos calentó la cara, nos hizo retroceder para trabajar en ella, cuando le voy a decir a mi compañero de ir otra vez para adelante siento un golpe en la cabeza y raspón en un ojo, reacción reflejo me toqué y me faltaba el casco, salí reemplazado, solo me quedo el arnés y barbijo del casco, me ardía el ojo izquierdo, resultado de un pedazo de tirante que se desprendió de la mampostería del techo el cual me dio de lleno en la cabeza sacándome el casco, que en su revire me golpeo el ojo. El incendio fue controlado y luego extinguido después de un par de horas, al regresar en el cuartel me aconsejaron que vaya al médico, así que al otro día fui al oculista solo fue un rasponcito, esto hizo que nos compraran los cascos nuevos y cuatro estructurales completos para uso compartido por todo el personal, o sea que lo usaba cualquiera según ocasión. Lo increíble de esta historia es que después de 20 años volvimos a esta misma casa por un principio de incendio ocasionado por la misma falla en el termotanque, esta vez con la suerte que fue de día y estaban despiertos sus ocupantes transitorios, se dieron cuenta y nos llamaron, ese día nos encontramos de nuevo con aquella familia, obvio que esta vez ya eran todos mucho más grandes aquellas niñas y niños que solo tenían palabras de agradecimiento para con nosotros.
Las edificaciones empezaban a tomar forma dentro del galpón, se construyeron dos ambientes, uno lo usábamos de habitación con tres camas y el otro de cocina, al estar dentro del galpón, no tenían techo por un tiempo, ya que luego se le colocó de maderas. A su lado estaba la guardia de madera que a posteriori se hizo de ladrillos, todo muy humilde y sencillo.

Esta foto refleja la humildad y lo precario que era todo en los comienzos.
Con mucho trabajo y esfuerzo se logró terminar, le hicimos tres ventanas al galpón una por ambiente construido, los que al final servirían de guardia, jefatura y consejo directivo, se abrió el portón de atrás para hacer los asados lugar que más adelante se hizo otra edificación. El tiempo pasaba, cada vez se progresaba más, compramos el móvil 2, para trasportar personal, una Renault 12 break que le decían la Pitufina, nunca entendí ese sobrenombre. Conseguimos a modo de préstamo el móvil 3, una Ramblers motor tornado destinado para rescates, este vehículo tenía capacidad para cuatro personas, en su parte posterior cargaba con las herramientas y el equipo de corte hidráulico y cuatro barretas de puro acero con distintas medidas. Cabe destacar que antes de tener la tijera hidráulica, los rescates de personas atrapadas los hacíamos con estas herramientas (barretas) luego llegaron los equipos más modernos. Las tijeras hidráulicas son herramientas que se utilizan para liberar víctimas en lugares reducidos o accidentes viales, entre ellas están las cizallas, rams, separadores, pistones y expansores, se las conoce como tijeras o mandíbulas de la vida. Posee unas cuchillas que se abren y cierran accionadas por un mecanismo manual y permiten cortar los perfiles que unen el techo con el resto del vehículo, también paragolpes, asientos y larguero. Esta herramienta tiene la ventaja de combinar dos funciones; corte y separación, además de ser más ligera que un separador convencional. Puede ser útil en maniobras que no requieran grandes movimientos, ya que en mi opinión está bastante limitada por la poca apertura que tienen sus palas. También hay que decir que su poder de corte no es comparable con el de una cizalla. Expansor; muy útil para generar espacio cuando el herido se encuentra atrapado por el volante o torpedo. Uno de los principales peligros en el uso de esta herramienta, es el repentino deslizamiento que puede ocurrir debido a la pérdida de agarre sobre el punto de apoyo. El mando de acción debe quedar siempre en un sitio accesible, pero al mismo tiempo que no interfiera a la hora de extraer al herido. Existen diferentes modelos de cilindros, algunos de ellos se extienden en línea hasta alcanzar la anchura deseada y es entonces cuando los accionamos con el mando hidráulico, ahorrando tiempo en la maniobra.
Luego compramos el móvil 4, que creo salió un par de veces o nunca a un servicio, fue una compra junto con el móvil 5, una especie de combo 2×1, recuerdo que unos meses antes a la compra nos juntaron a todos, en una reunión para decirnos que había un dinero para hacer la adquisición de un nuevo móvil, nos preguntaron qué es lo que nos gustaría tener, entre todos decidimos por un 350 unidad liviana y rápida para primera respuesta a una emergencia, al tiempo aparecieron con el 4 y el 5 nada que ver con lo que habíamos hablado, unos de los primeros puntos de inflexión, este tipo de incoherencias hicieron que muchos se molestaran dado que sentían que se les tomaba el pelo, en lo personal me pareció una pérdida de tiempo sentarse a debatir que comprar, si después hicieron lo que quisieron en un acto de incoherencia total y una falta de respeto hacia los demás, pero no fue la única vez que sucedió algo así, luego llegaron las explicaciones y la nueva promesa de un móvil de rescate, tal fue así que llegó el tan deseado móvil 6 un Ford 350 carrozado, con una bomba en su parte trasera, con líneas devanaderas y cajoneras.
Para este tiempo se seguía haciendo la rifa que sorteaba un 0 km como primer premio y electrodomésticos para los premios restantes, era un éxito esta rifa, y la gente que mandaba la empresa para venderla excelentes personas, que llegaron a compartir buenos momentos con todos nosotros.
En el año 1996 unos corredores pedestres salieron desde Luján hacia Lima corriendo y acompañando a la Virgen Santa Bárbara patrona de los bomberos, en esa ocasión participó mi padre ORLANDO CARDOZO y su equipo de atletismo del club, con chicos de todas las edades que los esperaron en la entrada del pueblo, también estaba Sergio Carrizo (padre) que perteneció al destacamento y que soñaba con seguir siendo bombero, pero las cosas no siempre resultan bien y decidió retirarse no así sin antes decirles en la cara lo que pensaba a los dirigentes. Cuando llega la imagen al cuartel acompañado de una gran multitud, se le hizo entrega de la virgen Santa Bárbara a los bomberos.
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