Cinematografía.Conjunto de reglas sobre el manejo audiovisual instauradas desde hace mucho, vitales para poder crear sus propias impresiones y pautas de trabajo. Es necesario que cuentes con conocimientos, por lo menos tangenciales, acerca de cada área de la producción, que te permita dar las indicaciones apropiadas. Por lo tanto, debes entender de:
Cámara: el encuadre, la composición, el eje, los colores, las diferentes calidades resultantes de un equipo a otro.
Edición: lo que ofrece, las transiciones, efectos, lo que se debe trabajar desde el rodaje o lo que se debe evitar, el comportamiento de un equipo de edición, su agilidad y compatibilidad con los objetivos buscados.
Iluminación: tipos de luces, coloración, reacción de la cámara, sombras, tramado, profundidad, soluciones prácticas.
Sonido: medidas y control, orientación, apoyo sonoro de la imagen, sonorización, efecto espacial en el sonido.
Escenografía: aplicación del color y la iluminación, la atmósfera, confección de un ambiente acorde a los requerimientos de la trama.
Actuación: qué se le puede demandar a un actor y qué tipo de indicaciones se deben dar, qué información relevante ha de darse sobre los personajes y cómo construirlos.
Estética.Debes entender la composición sensorial que hará posible una creación visualmente efectiva y atractiva en interés de la historia.
Lingüística.Una gramática visual adecuada generará una nueva perspectiva sobre la historia, creando un mejor vínculo con el espectador y enriqueciendo la narrativa.
La unión de estos conocimientos permitirá enfrentarte a una situación de combate que te pondrá a prueba.
Como realizador audiovisual, será la combinación de factores la que te lleve a tomar un camino u otro, a conseguir tal o cual recurso necesario. Según lo veo, hay dos tipos de realizadores: los Batman y los Spiderman.
Los Batman tienen los recursos a la mano para poder conseguirse el batimóvil, la baticueva, las supercomputadoras, el mayordomo eficiente y el aprecio del jefe de policía. Pero recordemos que Batman vive en una ciudad de fantasía (Ciudad Gótica).
Los Spiderman necesitan dos o más trabajos diurnos para poder sobrellevar las cuentas, viven en pequeños departamentos y les cuesta que la prensa hable bien de ellos. Pero recordemos, Spiderman vive en una ciudad real (Nueva York).
Aún con sus grandes diferencias, los dos tienen muchas similitudes: ambos sufrieron algo que les cambió la vida, ambos se encontraron con una criatura tenebrosa que los marcó, ambos son científicos –digamos– y ambos tienen sus seguidores y detractores. Sobre todo, ambos luchan en medios relativamente adversos con lo que tienen a la mano. De qué manera consiga cada uno los recursos necesarios no tiene tanta importancia como el logro de sus objetivos. Y hay otro detalle crucial que hará eco en ambos: la soledad.
La soledad del realizador, vista como fenómeno, ocurrirá cuando notes en determinado momento que estás solo… y de hecho lo estarás; ultimando detalles, marcando planes o repasando lo que se deberá trabajar. Será entonces cuando –al mirar a tu alrededor y sentir ese agresivo espacio vacío que te circunda– deberás armarte de valor, superar el cansancio y seguir adelante para conseguir la meta.
Al final de todo, el manejar grupos humanos no repercute en este estatus, ya que el dominio total de la idea y el control de la decisión final solo los tienes tú, y así, en solitario, deberás tomar los cursos de acción, liderando a tu equipo al influir a favor de un objetivo.
Para esto fusionarás tus habilidades sociales y conocimientos técnicos, requisitos que te van a permitir una mayor destreza, que resultarán en cualidades básicas como realizador.
Sociales.Bases de tu interacción personal y que te posicionarán como líder.
Orden: establece una coordinación y una consideración especial del tiempo requerido para cada situación.
Calma: mantente sereno para resolver las constantes inclemencias que van a aparecer.
Constancia: sé fiel a tus ideas, a la trama central del guion y a quienes cooperen en la producción.
Selección: al tratar con un ambiente altamente cambiante, debes acelerar el trabajo, descartando de inmediato cualquier elemento que te retrase.
Firmeza: tienes que resolver las situaciones difíciles rápidamente, sin dudar demasiado, demostrando que estás prevenido. Igualmente, debes ser el primero en dar soluciones necesarias ante los problemas que surjan.
Aquí una acotación. Cuando sientas que estás ante una solución difícil; recuerda “las soluciones siempre van a ser simples… lo difícil es ejecutarlas”.
Relaciones públicas: eres el representante de tu obra y esta, además, dependerá de la expectativa que se genere y por eso es importante entender la tendencia del público y su opinión en alguna escala acerca del proyecto y la trama.
Morales. Te van a permitir una valoración del trabajo que vas a realizar.
Valentía: al ser un rebelde te vas a enfrentar a un ambiente formado por empresas, gobiernos, prensa y públicos, que en su mayoría “tratarán” de mermar tu trabajo. No te puedes desalentar y tienes que seguir.
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