Joyce Oates - Cardiff junto al mar

Здесь есть возможность читать онлайн «Joyce Oates - Cardiff junto al mar» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cardiff junto al mar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cardiff junto al mar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Cómo contar la violencia, y en especial la de los hombres sobre las mujeres? ¿Cómo representar las mil caras de la dominación, y algunas posibles formas de la resistencia? La obra de Joyce Carol Oates pareciera estar continuamente respondiendo, repensando estas preguntas, ensayando formas siempre resonantes de narrar lo inenarrable, ese núcleo de absoluto salvajismo que acecha, segundo a segundo, todas nuestras relaciones. Cardiff junto al mar reúne cuatro novelas que regresan a personajes y conflictos clásicos del universo de Oates y superan con maestría, y con su estilo inconfundible, el desafío de insuflarles vida nueva: la joven que se choca de frente contra un trauma de la infancia sepultado en la memoria; la adolescente que busca cómo vengarse de sus acosadores; profesores que explotan la asimetría respecto de sus alumnas; maridos que asfixian a sus esposas, y esposas que conciben la más terrible de las represalias. Oates es implacable, imparable, tremenda; juega con nuestros nervios, nuestros estómagos, nuestra conciencia, y en la mejor tradición del suspense nunca da tregua.

Cardiff junto al mar — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cardiff junto al mar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En un salón repleto de muebles, alfombras y tapices, insisten en que Clare tome asiento en un sofá de terciopelo que emite un leve crujido bajo su peso. La habitación huele mucho a humedad, y a algo terroso y arenoso que Clare sospecha que es excremento de ratones, algo que ha olido antes en lugares no tan limpios.

—Sabemos que estás cansada, querida Clare, y que seguro solo quieres algo de privacidad en tu habitación, pero… ¡hay mucho de que hablar!

—¿Cómo sabes que la muchacha quiere privacidad ? Mírala, ¡está famélica! Lo que quiere es tomar el .

—…té al estilo inglés

—…salvo que solo tenemos galletas Pepperidge Farm, y no scones con manteca ni crema batida, ni todas esas mermeladas y jaleas que sirven en el Ritz, pero…

—¡Uy, el Ritz! Lo dice para que le preguntes: «¿Cuál Ritz?», y ella pueda contestarte: « El Ritz, en Piccadilly… Londres , ya sabes». —Elspeth no disimula su rencor. Cuando Morag protesta, Elspeth contraataca con el plato fuerte—. Y no hablo de Londres, Connecticut.

Nueva Londres, Connecticut…

—¡Basta ya ! ¡Siempre es lo mismo! Nuestro padre nos llevó una vez cuando éramos niñas a tomar el té con bocaditos en el Ritz, y mi hermana es incapaz de superarlo…

—… ella es la que no lo supera…

—…y ¿sabes qué, Clare? El té que nos sirvieron era un simple té negro, y ni siquiera en hebras, sino en simples saquitos de té .

Clare se ríe, aunque no está segura de si era un chiste y se esperaba que riera. Le parece atroz que la hermana más alta, más atractiva y de apariencia más juvenil se exprese con tanto desdén e intente rebajar a su hermana encorvada que habla con mucha franqueza; además, a Morag le falta algo, quizá una mano. Clare está segura de haber visto un muñón de piel lisa… Pero, cuando se anima a mirarla con más detenimiento, nota que Morag tiene dos manos más grandes de lo habitual, manos varoniles con las uñas rotas, como de obrero o jardinero.

—…¡mucho de que hablar, querida! Hemos esperado tanto . Desde que la semana pasada falleció nuestra querida hermana y nos informaron la sorpresa del testamento…

—…no que fuera una mala sorpresa, para nada…

—… no. No fue en absoluto una mala sorpresa. Sabíamos que…

—…nuestra querida Maude tenía muchos «intereses»…

—…donaciones…

—…la iglesia de St. Cuthbert…

—…parientes por toda Nueva Inglaterra…

—…una sorpresa, sin duda, pero no una mala sorpresa

—…la querida Maude nos legó esta casa…

—… a la familia , a nosotras y a su hijo, Gerard…

—…ah, sí: Gerard, tu tío soltero…

—…Maude se ocupó de nosotras… y de otros miembros de la familia…

—…nuestro querido sobrino Gerard, ya lo conocerás…

—… nosotras no nos casamos, a diferencia de Maude; era tan valiente…

—…lloró tanto por tu padre, tanto que no podía…

—…no soportaba

—…pensar siquiera en…

—…durante años, no soportó pensar en ti .

—Pero estaba al tanto de tu existencia…

—¡Sí! Todas lo estábamos, salvo que…

—…los años pasaron volando…

—…volando…

En medio del parloteo agotador, traen una rimbombante bandeja de plata manchada que apoyan con gran ceremonia en la mesa ratona frente a Clare. Tintineo de tazas, de cucharas. Frágil porcelana Wedgwood, cascada pero hermosa, y cucharas de plata de diseño elaborado, ligeramente deslustradas. Quien ha llevado la bandeja no queda a la vista de Clare; su rostro (¿de hombre? ¿o mujer?) queda opacado por el vapor que sale de la tetera.

—…te sirvo. Toma, Clare…

—…tu taza, Clare…

—… tu taza, que seleccionamos con detenimiento…

—…pimpollos de rosa, los favoritos de la querida Maude…

—…¡y la cuchara! De hecho, es una cuchara de bebé…

—… tu cuchara…

Clare se frota los ojos, agotada por el largo viaje en auto, y ve que la tía que revuelve el té es Elspeth, a menos que sea Morag… Y, ¿quién es la otra persona en el salón? Clare mira con nerviosismo a su alrededor, pero sus ojos cansados no detectan ninguna otra presencia.

Después viene un interludio de cháchara implacable. Son como aves de picos afilados que la picotean y picotean y picotean. Clare piensa que es evidente que sus tías abuelas no quieren hacerle daño; tienen las mejores intenciones; quizá se sienten solas y añoran la compañía; están emocionadas de conocerla, tan emocionadas como Clare.

Clare, que ha sido siempre quisquillosa con la comida y que vive por debajo de su peso ideal, tiene más ganas de las que había imaginado de tomar ese té tibio diluido con crema de olor rancio. Y las galletas de jengibre tampoco son frescas, pero crujen entre sus dedos y le hacen agua la boca, son tan deliciosas…

—…(Está demasiado flaca, ¿verdad?)…

—…(¡Haremos algo al respecto!)…

Qué curioso, las tías abuelas hablan de Clare como si no estuviera presente.

Los párpados se le cierran con pesadez. De pronto siente un agotamiento profundo. Con los ojos radiantes detrás de las gafas bifocales, las tías abuelas la observan de cerca.

—…¿hora de dormir, querida? Tu habitación está lista…

—…la ventilamos y pusimos sábanas nuevas solo para ti

—…(¡Oh! Quítale la taza, antes de que se caiga)…

—…(¡Quítasela , que estás más cerca!)…

No son ni siquiera las nueve de la noche. Es demasiado temprano para irse a la cama, pero Clare siente como si fuera tardísimo. Medianoche.

Está tan cansada que apenas si puede mantener los ojos abiertos. Qué grosería cabecear así frente a sus tías abuelas… Apenas si logra levantarse del sofá de terciopelo. Apenas si puede articular una disculpa.

(¿Qué le está pasando? Me envenenaron , piensa Clare, pero el pensamiento atraviesa su conciencia y se va como un hilo que entra y sale por el ojo de una aguja).

Hay un instante, una encrucijada temporal —como el momento antes de que Clare contestara el teléfono en Bryn Mawr, cuando no alzar el auricular era una posibilidad— en la que Clare podría escapar de las tías abuelas, podría encontrar la salida del salón, atravesar el pasillo lúgubre dando tumbos y salir a la galería, donde la habría recibido una bocanada de aire fresco que le habría permitido llegar a su auto estacionado en la calle. Pero no lo hace, porque ni siquiera le viene a la mente esa posibilidad. Está muy adormilada. El adormecimiento y la pasividad del adormecimiento la reconfortan como si fuera una niña. Y las tías abuelas son tan amables.

No está segura de qué es lo que ocurre, pero obedece: ¡arriba! La habitación lleva días esperándola (¿años?).

Con torpeza, Clare alza la valija para subirla por las escaleras. Pero aunque antes no le había parecido pesada, ahora le pesa una inmensidad. (Solo trajo consigo algo de ropa, varios libros, otro par de zapatos, productos de higiene personal en un estuche de plástico… nada muy pesado). La petisa y encorvada Morag se ríe con ternura… a menos que sea una risa burlona.

—Permíteme . —Con un mero muñón, aprieta la valija contra el muslo y la sube triunfalmente por las escaleras.

Clare se frota los ojos y la mira fijo. ¿A Morag le falta parte del brazo? No logra distinguirlo bien.

—…adentro, querida Clare. Por aquí…

—… te espera .

Elspeth, la tía abuela de cabello fuego pálido, se escurre por delante para guiar a Clare hacia la habitación de huéspedes. Clare tiene la impresión de que la glamorosa tía abuela levanta una antorcha, pero por supuesto no hay ninguna antorcha.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cardiff junto al mar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cardiff junto al mar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cardiff junto al mar»

Обсуждение, отзывы о книге «Cardiff junto al mar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x