Rodrigo Ospina Ortiz - Mal que sí dura cien años

Здесь есть возможность читать онлайн «Rodrigo Ospina Ortiz - Mal que sí dura cien años» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mal que sí dura cien años: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mal que sí dura cien años»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este libro presenta la trayectoria profesional y burocrática del médico vallecaucano Jorge Bejarano Martínez (1888-1966), primer ministro de Higiene en 1947. Con el fin de sustentar el carácter histórico de Bejarano en la política y el papel que desempeñó en el proceso de higienización de Colombia durante la primera mitad del siglo XX, se profundiza en los rasgos políticos de este intelectual a partir del análisis de su pensamiento y de su participación en la vida pública durante más de treinta años.
Tras consultar múltiples archivos y prensa nacional y regional, se reconstruyó una vida marcada por el esfuerzo y, por qué no, la buena suerte. La participación de Bejarano en la política nacional se fue dando gracias a una situación anecdótica, a diversos nexos académicos y sociales y a la voluntad por ascender al interior del Partido Liberal. También ayudó la existencia de un ideario común entre la clase dirigente nacional de aquella época: la higienización del país. La coyuntura surgida en 2020 con la pandemia permitió rescatar la vigencia de las luchas y de varios de los viejos enemigos de Jorge Bejarano, quien combatió los factores que hacían del pueblo colombiano, según cientos de sus contemporáneos, una «raza degenerada».

Mal que sí dura cien años — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mal que sí dura cien años», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Sostuvo que a medida que la humanidad avanzaba, retrocedía la teoría de las razas. Concepto dañino, según él, porque había producido el odio entre ellas causando la división entre los hombres. De esa manera se había generado el concepto de clases superiores e inferiores o despreciables, y así también las castas aristocráticas o superiores; razas que nacían con el imperio del mando y razas que nacían débiles e inferiores. Bejarano enfatizó que gracias a la influencia del cruzamiento, practicado casi inconscientemente, las razas perdieron sus distinciones especiales.

Los cientificistas sostenían que las enfermedades más comunes de los colombianos de entonces eran muestras palpables de la degeneración racial. Bejarano no coincidía con ellos, afirmaba que eran enfermedades infecciosas y no productos de decadencia celular. Anotaba que el cáncer no había engendrado todavía productos degenerados; que la sífilis y la tuberculosis encontraban su profilaxis en la higiene y en la cultura física.

Ante la demostración cuantitativa que hacía Jiménez del crecimiento de la criminalidad en Colombia como síntoma de degeneración racial, Bejarano echó mano del positivismo jurídico. Citó a E. Ferri: “Cada criminal no es sino la resultante del concurso simultáneo de las condiciones del medio físico y social en que nace, vive y obra” 27. Al fatalismo, Bejarano oponía la iniciativa social. Protestaba por los silencios de Jiménez frente a la indiferencia social, a la miseria, al alcoholismo, a la ignorancia, etc. Señaló que no existía en Colombia el pretendido criminal nato, sino el ocasional, y sostenía que era la indiferencia la razón de la criminalidad. Apoyándose en el médico y criminalista francés Alexandre Lacassagne 28, manifestó que las sociedades no tenían sino los criminales que merecían, y hacía un gran llamado: “Legisladores, periodistas, médicos, madres de Colombia, jóvenes estudiantes, en vuestras manos está el porvenir moral de la República y la raza!” 29.

Los contenidos de la conferencia de Bejarano que compartía El Tiempo le sirvieron al diario republicano para sentar cátedra. Se despachó con todo lo que pensaba al respecto:

No creemos que nuestra raza degenere; no creemos que la estén destruyendo males de todo género y que estén casi cerradas las puertas para la salvación por el propio esfuerzo; pensamos que hemos progresado y mejorado, lenta, pero auténticamente; que nuestras actuales condiciones son intrínsecamente muy superiores a las de casi todas las repúblicas indo-latinas, a pesar de nuestra pobreza y nuestro atraso; nos parece evidente que el país es hoy mejor, en todos sentidos, de lo que lo ha sido en el último medio siglo, y que para ir al futuro que tantas amenazas encierra, debe animarnos una esperanza, una fe fundadas en hechos indiscutibles. 30

Siguiendo las directrices de Bejarano, sostenía El Tiempo que a los problemas de la higiene no se les había enfrentado como se debería, con campañas sanitarias, y que la instrucción pública existente no respondía a las necesidades de un mundo cada día más difícil para los débiles. Señalaba que la organización administrativa era deplorablemente inferior a las necesidades y conveniencias del país y de la época. De un solo tajo desechó las tesis tanto de Jiménez como de Escallón por ser “desconsoladoramente pesimistas”. Opinaba que, si la raza no podía salvarse, sino reemplazándola con otra, era casi inútil la lucha. Y he aquí el principal mensaje:

[…] los moldes en que ha venido desarrollándose la acción colombiana ya son estrechos y caducos; que es preciso orientarla por nuevos caminos hacia mejores fines y renovar métodos y sistemas […] no puede Colombia permanecer atada a conceptos, a rutinas, a criterios ya estériles en el pasado […]. En nuestro suelo no existe el problema indígena, como lo tienen Bolivia, Perú, Ecuador; no existe el militarismo caudillesco, como en Venezuela y Méjico; tenemos un pueblo uniforme, de una sola lengua y análogas costumbres, de espíritu eminentemente civil, y en el que crece la libertad como planta robusta y frondosa; tenemos la paz segura y debemos tener la fe y la esperanza, como alicientes para trabajar por lo muchísimo que nos falta, contra esas enormes deficiencias que nos mantienen en un puesto oscuro y humilde cuando con mejor dirección y mayor esfuerzo podríamos ocupar uno muy superior. 31

2. El Centro Universitario de Propaganda Cultural (CUPC)

En este ambiente de debate, el joven estudiante Jorge Eliécer Gaitán se inventó el Centro Universitario de Propaganda Cultural con el fin de darle a las conferencias un carácter ambulante, de llevar cultura, ciencia y política a la provincia cercana y remota, de establecer allí núcleos de propaganda científica y de preparar las condiciones favorables para la creación de una universidad popular:

Que vayan nuestros compañeros a todos los barrios de la ciudad a decir a las clases trabajadoras, en forma sencilla, de manera que fácilmente entiendan, muchas verdades científicas que ellos no deben ignorar. Que en vez de vacuos teorizantes, que ningún bien van a llevarles y sí muchos males, reciban esos obreros en su seno a los jóvenes que quieren compartir con ellos el jugoso fruto de la ciencia. Que en vez de consagrar su atención a los vanos provechos de los que Gustavo Le Bon definió llamándoles los deseadores, no del triunfo del socialismo, sino del triunfo de los socialistas, oigan ellos a los que van a decirles que el triunfo del hombre, solo puede esperarse de sus propios esfuerzos, que las leyes de la humanidad no se detendrán porque miles de hombres griten locas quimeras, y que reservando esas leyes el triunfo a los fuertes, se hagan ellos fuertes por la ciencia, por el trabajo y por la virtud. 32

Se trataba de un sistema de divulgación científica que pretendía también un intercambio de conocimientos entre los estudiantes: que los abogados adquirieran conocimientos en medicina y viceversa, que los ingenieros se empaparan de teorías sociales, y así sucesivamente. Y lo interesante era que los estudiantes no se salían de los marcos de la legalidad. El joven Gaitán se dirigía al ministro de instrucción pública, el futuro presidente Miguel Abadía Méndez, en busca de respaldo.

Así, las primeras conferencias programadas por el CUPC se realizaron en el foyer del Teatro Colón. El primero en intervenir el 19 de mayo fue Julio Manrique, un “eminente hombre de ciencia”. Habló durante una hora sobre el contagio de las enfermedades (fiebre tifoidea, difteria, tuberculosis, lepra) y las maneras de prevenirlas.

El 24 de mayo Jorge Eliécer Gaitán informó a El Tiempo que el Centro de Extensión Universitario había organizado una serie de conferencias para obreros sobre temas científicos que serían dictadas en las plazas de Nariño y Las Aguas. Las dos primeras versarían, la una sobre electricidad y la otra sobre vapor. El 2 de junio de 1920, por invitación del CEU, Max Grillo pronunció en El Colón una conferencia sobre “los comienzos de la literatura en Colombia”. Y en los inicios de junio empezó un ciclo de conferencias en la localidad de Facatativá. Intervino Julio Pardo Dávila acerca de temas relacionados con la agricultura: métodos antiguos, sistemas empleados en Europa y el sistema que debería aplicarse en Colombia. El 24 de junio arribaron en tren a Zipaquirá los conferencistas que iban a inaugurar las exposiciones. El primero en intervenir fue Julio Pardo Dávila, quien habló sobre la servidumbre del agua. Para finales del mismo mes estaban instalando la extensión universitaria en Girardot e Ibagué. En la primera, Joaquín Fajardo habló sobre sífilis, y en la segunda, Joaquín Caicedo lo hizo sobre las relaciones entre Colombia y Perú. La iniciativa gaitanista avanzaba con éxito. En Medellín ya estaba instalada la extensión universitaria y cada 15 días se dictaban conferencias.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mal que sí dura cien años»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mal que sí dura cien años» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Mal que sí dura cien años»

Обсуждение, отзывы о книге «Mal que sí dura cien años» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x