El término "discurso secreto" ha probado ser totalmente inapropiado. Mientras que los asistentes en el discurso fueron todos soviético, los delegados de Europa oriental fueron autorizados a oírlo en la noche siguiente, lo leyó despacio para permitirles tomar notas. El 5 de marzo, las copias estaban siendo enviados a lo largo de la Unión Soviética, marcadas como "no dirigidas a la prensa" en lugar de "alto secreto". Una traducción oficial apareció en el plazo de un mes en Polonia; los polacos imprimieron 12.000 copias extra, una de las cuales llegó pronto a Occidente. El hijo de Jrushchov, Sergéi, más tarde escribió: "Claramente, mi padre trató de asegurar que llegara a la mayor cantidad de oídos posible. Pronto fue leído en reuniones del Komsomol; eso significaba otros dieciocho millones de oyentes. Si se incluyen a sus familiares, amigos y conocidos, se podría decir que todo el país se familiarizó con el discurso ... La primavera apenas había comenzado cuando el discurso empezó a circular alrededor del mundo."
La minoría anti-Jrushchov en el Presidium se incrementó por los que se oponían a sus propuestas de descentralizar la autoridad sobre la industria, ya que golpeó en el núcleo de la base de poder de Malenkov. Durante la primera mitad de 1957, Malenkov, Molotov y Kaganóvich trabajaron silenciosamente para aumentar el apoyo para despedir a Jrushchov. En una reunión del Presidium el 18 de junio en la que dos partidarios de Jrushchov estaban ausentes, los conspiradores se inclinaron a que Bulganin, quien se había sumado al esquema, asumiera la presidencia y propusiera otros movimientos que efectivamente depusieran a Jrushchov y colacaran a ellos mismos en el control. Jrushchov se opuso alegando que no todos los miembros del Presidium habían sido notificados, una objeción que habría sido rechazada rápidamente si Jrushchov no tuviera el control firme sobre las fuerzas
armadas, a través del Ministro de Defensa, el mariscal Zhúkov, y los departamentos de seguridad. Se llevaron a cabo largas reuniones del Presidium, continuando durante varios días. Cuando la noticia de la lucha por el poder se filtró, los miembros del Comité Central, que era controlado por Jrushchov, acudieron a Moscú, muchos volaron hacia allí a bordo de aviones militares y pidiendo ser admitidos en la reunión. Si bien no fueron admitidos, hubo pronto la suficiente cantidad de miembros del Comité Central en Moscú para convocar a un Congreso del Partido de emergencia, que efectivamente obligó a que la dirigencia permitiera una reunión del Comité Central. En esa reunión, los tres principales conspiradores fueron apodados como el Grupo Anti-Partido, que fueron acusados de faccionalismo y complicidad con los crímenes de Stalin. Los tres fueron expulsados del Comité Central y del Presidium, como también lo fue el ex Ministro de Relaciones Exteriores y además protegido de Jrushchov, Dmitri Shepílov, quien se había unido a último momento al complot. Molotov fue enviado como embajador a Mongolia; los demás fueron enviados a la cabeza de las instalaciones industriales e institutos lejos de Moscú.
El mariscal Zhúkov fue recompensado por su apoyo con todos los miembros del Presidium, pero Jrushchov temía por su popularidad y poder. En octubre, el Ministro de Defensa fue enviado a una gira por los Balcanes, mientras que Jrushchov arregló un encuentro del Presidium para destituirlo. Zhúkov se enteró de lo que estaba sucediendo y apresuró su regreso a Moscú, sólo para ser notificado formalmente de su despido. En una reunión del Comité Central algunas semanas más tarde, no se dijo una palabra en defensa de Zhúkov. Jrushchov completó la consolidación del poder mediante la organización del despido de Bulganin como premier en favor de sí mismo (Bulganin fue nombrado para encabezar el Gosbank) y a través del establecimiento de un Consejo de Defensa de la URSS, dirigido por él mismo, se convirtió eficazmente en el comandante en jefe. A pesar de que Jrushchov era ahora preeminente, no gozaba del poder absoluto de Stalin.
La liberalización y las artes
Después de asumir el poder, Jrushchov permitió una modesta cantidad de libertad en las artes. La obra de Vladímir Dudintsev No sólo de pan vive el hombre, que trata sobre un ingeniero idealista opuesto por rígidos burócratas, pudo ser publicada en 1956, aunque Jrushchov llamó la novela de "falsa en su base". Sin embargo, en 1958, Jrushchov ordenó un ataque feroz a Borís Pasternak tras su novela Doctor Zhivago que fue publicada en el extranjero (se le negó permiso de publicar en la Unión Soviética). Pravda describió la novela como un "trabajo comercial de baja calidad reaccionario", y el autor fue expulsado de la Unión de Escritores. Para empeorar las cosas (desde la perspectiva de Jrushchov), Pasternak fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, que, bajo una gran presión, declinó. Una vez que lo hizo, Jrushchov ordenó la suspensión de los ataques a Pasternak. En sus memorias,
Jrushchov dijo que declaró que agonizó por la novela, estuvo a punto de permitir su publicación, y después lamentó no haberlo hecho. Tras su caída del poder, Jrushchov obtuvo una copia de la novela y la leyó (antes había leído sólo fragmentos) y señaló, "No deberíamos haberla prohibido. Tendría que haberla leído. No hay nada antisoviético en ella."
Jrushchov creía que la URSS podría igualar el nivel de vida de Occidente y
no tuvo miedo de permitir a los ciudadanos soviéticos ver los logros occidentales. Stalin había permitido que pocos turistas entraran a la Unión Soviética y que pocos soviéticos viajaran al exterior. En cambio, Jrushchov permitió que los soviéticos viajaran (más de 700.000 ciudadanos soviéticos viajaron al extranjero en 1957) y permitió que los extranjeros visitaran la Unión Soviética, donde los turistas se convirtieron en temas de inmensa curiosidad. En 1957, Jrushchov autorizó que el VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes se celebrara en Moscú durante ese verano. Instruyó a los funcionarios del Komsomol a "recibir a los invitados extranjeros de brazos abiertos". El resultante "carnaval socialista" involucró a más de tres millones de moscovitas, que se unieron a 30.000 visitantes jóvenes extranjeros en eventos que oscilaban entre grupos de discusión en toda la ciudad y eventos en el propio Kremlin. Según el historiador Vladislav Zubok, el festival "destrozó los clichés propagandísticos" acerca de los occidentales al permitir que los moscovitas los vieran por sí mismos.
En 1962, Jrushchov fue impresionado por la obra Un día en la vida de
Iván Denísovich de Aleksandr Solzhenitsyn y persuadió al Presidium para permitir la publicación. Este renovado deshielo finalizó el 01 de diciembre de
1962, cuando Jrushchov fue llevado a la Galería Manezh para ver una exposición que incluía una serie de obras vanguardistas. Al verlas, Jrushchov explotó con ira, describiendo la obra como "mierda de perro", y proclamando que "un burro podría hacer mejor arte con su cola". Una semana más tarde, Pravda publicó un llamado a la pureza artística. Pero cuando los escritores y cineastas defendieron a los pintores, Jrushchov expresó su enojo con ellos. Sin embargo, a pesar de la furia del primer ministro, ninguno de los artistas fueron detenidos o exiliados. La exposición de la Galería Manezh permaneció abierta durante algún tiempo después de la visita de Jrushchov y experimentó un aumento considerable en la asistencia tras el artículo publicado en Pravda.
Reforma política
Durante el gobierno de Jrushchov se reemplazó el concepto de que la URSS era una dictadura del proletariado por el nuevo término de «Estado de todo el pueblo».
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