Afrontamos un decenio decisivo. Tras el enorme impacto económico y social de la pandemia, llega la recuperación de la actividad turística, de la movilidad, pero también el momento de la preparación para el cambio climático que ya evidencia sus primeros efectos. Los territorios y las sociedades en todo el mundo deben comenzar a adaptar su economía a la nueva realidad climática. En España, también. Y el turismo es, junto con la agricultura, la actividad económica más expuesta al cambio climático. Y las proyecciones climáticas no dejan lugar a duda. Es el momento de actuar si no queremos sufrir pérdidas económicas elevadas y de vidas humanas por efecto del calentamiento climático y de los extremos atmosféricos asociados. No es un aviso amenazante; es, sencillamente, una oportunidad para comenzar a hacer las cosas de otro modo, para repensar nuestra relación con el medio natural, con el territorio. El Joint Research Center, en su informe Peseta IV (2021), señala impactos importantes para el turismo en los países europeos del Mediterráneo. Y los últimos informes del IPCC y del Panel de Expertos de Cambio Climático y Medio Ambiente del Mediterráneo (MedECC) anuncian que el proceso de calentamiento está adquiriendo rasgos propios y manifestaciones más aceleradas de lo previsto inicialmente en nuestro ámbito. No hay tiempo que perder.
Nuevas reinvenciones del turismo en el mundo y en España. La pandemia ha obligado a resolver lo inmediato. En materia turística, muchos destinos han tenido que reformularse para sobrevivir. Nadie podía imaginarse que la transmisión de un virus podría tener un impacto tan radical sobre la economía en general y sobre la actividad turística en concreto. Pero seguramente hemos asistido a un primer estadio de transformación de destinos y actividades que vendrá acompañado de cambios –necesarios– más profundos en las próximas décadas, con la adaptación al cambio climático como telón de fondo de las actuaciones. El cumplimiento de compromisos y acuerdos internacionales a medio y largo plazo (París, ODS, Unión Europea) obliga al turismo español a trabajar sin descanso a partir de ahora. Una nueva oportunidad para una actividad económica con un protagonismo fundamental en el territorio y en la sociedad española. Nuevos retos para la investigación y la docencia geográfica del turismo. Una temática con rango de disciplina científica en nuestro país cuyos resultados, como muestra la presente monografía, prestigian a la geografía española.
JORGE OLCINA CANTOS
Universidad de Alicante
Presidente de la AGE (2017-2021)
Introducción
La historia del turismo muestra una evolución en la que, en diversas ocasiones, se ha hablado de un nuevo turista y de un nuevo turismo. Y, también, de una nueva fase o etapa del turismo, reflejo del carácter cambiante de este fenómeno. El título de la presente obra recoge en interrogante la duda sobre el fin de una época del turismo. Se plantea como premisa, como hipótesis que fundamentar. No se trata de una alusión al cambio de ciclo o de fase, ni tampoco al fin del turismo, a su desaparición, sino al supuesto fin de una época, a la emergencia de un nuevo modelo turístico. El significado «época» en el título y en el discurso de esta obra alude a una dimensión temporal amplia, con rasgos estructurales, de diversas dimensiones. Un cambio que supone una ruptura con la realidad anterior. Un significado que va más allá de un «ciclo» que se asocia a evolución «económica» (el turismo como actividad de producción-consumo). Los indicios de la situación anterior a la COVID-19 y las consecuencias de la pandemia aparecida en 2020, que se suma como factor de transformación, apuntan a una nueva realidad que va más allá de un simple cambio de ciclo: se trata de una afectación estructural, que desborda los vaivenes coyunturales; de alcance multidimensional, tanto en los factores inductores como en sus manifestaciones (dimensión economía, pero también, sanitaria, social, política). Además, la causa de este factor de cambio, la COVID-19, no es una razón estrictamente económica (se trata de una epidemia) que permitiría hablar de ciclo o de cambio de comportamiento dentro de un todo o de un mismo modelo. En todo caso, como premisa y planteamiento hipotético, la formulación en interrogante constituye el reto que se debe verificar con la aportación de las decenas de páginas de esta obra.
La reflexión y la aportación al debate sobre el turismo y sobre el supuesto inicio de una nueva época se focalizan sobre un ámbito territorial concreto, España, como destino turístico. La indagación de los procesos generales, globales, constituye una tarea obligada entendiendo el marco general como factor explicativo de las dinámicas presentes y futuras del turismo en España, que han de ayudar a confirmar si el país transitará, en un futuro próximo, hacia una nueva época turística, a qué ritmo y en qué se manifestará el nuevo modelo. Además de los factores generales –de escala global–, las dinámicas y los procesos que caracterizan y caracterizarán a España como destino turístico se explicarán por factores específicos propios del país, a distintas escalas.
Identificar los factores, y en concreto los factores-clave, es fundamental para poder conocer y comprender el desarrollo del turismo en España y reflexionar sobre su futuro posible. La consulta de la amplia bibliografía existente y el seguimiento de los medios de comunicación permiten deducir diversas circunstancias recurrentes que inciden, ya sea a escala global, ya a escala regional-nacional, en el fenómeno turístico y en el desarrollo y la vitalidad de los destinos. Entre los problemas (circunstancias) globales y los problemas (circunstancias) que afectan al presente y al futuro del fenómeno turístico de España como destino turístico cabe señalar: el cambio climático; la transición energética; las desigualdades sociales; el nuevo contexto geopolítico; el nuevo paradigma social y modo de vida; la movilidad espacial de la población; el cambio demográfico; los cambios en el modelo económico y empresarial y del mercado de trabajo; la consolidación del paradigma de la sostenibilidad; la transición digital (innovación y cambio tecnológico); las nuevas políticas turísticas; las exigencias de la gobernanza de los destinos; los límites del crecimiento del turismo y su gestión; los cambios en el conocimiento del turismo y también de las percepciones sociales; entre otros.
Los factores señalados actúan de manera interrelacionada y su consideración por separado obedece a la exigencia derivada de la necesidad de su análisis, en cada caso. Por otra parte, el desigual papel de cada factor respecto a su incidencia en la dinámica de España como destino turístico y las propias limitaciones de esta obra conducen a seleccionar los factores que se consideran claves en este contexto, y que son los cuatro que se han elegido en esta ocasión: a ) la movilidad espacial de la población, b ) la revolución tecnológica y la transformación digital, c ) los límites del turismo y su desarrollo sostenible y d ) la política y la planificación turística y la gobernanza.
Los desafíos de España como destino turístico en un nuevo escenario comprenden tanto la consideración de las claves que explican el presente e incidirán en el futuro próximo, como los retos que se persigan por parte de los distintos actores para conducir al país a un destino turístico sostenible en la nueva realidad. En el ámbito de la acción de los actores, los objetivos se convierten en retos. Y en el marco de la presente obra se asume, tras el análisis de la realidad turística actual y ante el horizonte de una nueva época, el compromiso de incorporar como aportación propositiva la identificación y explicación de dichos retos. El despliegue de estos es necesario para transitar hacia el nuevo escenario, y ello es responsabilidad de los actores públicos y privados.
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