Almaz Braev - Libro socialista. Élite. Parte 2. Para la nueva izquierda

Todos los fascistas son identificados por xenofobia. Todos los que odian a los representantes de otras etnias son fascistas. Todos los que son internacionalistas también son enemigos de los fascistas. Todos los comunistas son, por tanto, enemigos jurados de los fascistas. Es una visión algo simplista. Estereotipo soviético o Comunista. Todos los fascistas son conservadores. Si hay algunos tipos de conservadores que abogan por mantener las viejas órdenes, entonces los fascistas creen en el estado y en su líder. Este jefe pondrá orden después de la democracia. En consecuencia, los Demócratas, los liberales también son enemigos de los fascistas. Aunque los liberales y los Demócratas son exactamente las mismas personas condicionalmente sin raíces. Esta misma facción de marginados. Pero tienen una ventaja de varias generaciones. Sus antepasados hicieron una carrera exitosa o se beneficiaron del negocio familiar. Puede llamar a los liberales burguesía por el hábito viejo, o puede ser la clase media que está firmemente de pie. Cada liberal tiene una gran tienda u otro negocio. Si es intelectual, entonces el liberal tiene algún tipo de privilegio o mérito. Está dispuesto a tolerar la opinión de otra persona. De hecho, no va a tolerar nada, es la hipócrita común. Los fascistas incluyen a todos los pequeños comerciantes, en cualquier caso, los comerciantes en quiebra y los intelectuales caídos a la pobreza apoyan cualquier irritación. Los verdaderos fascistas ponen el escudo de armas del estado en la bandera. Creen que solo los ladrones están sentados en el aparato estatal y que el estado está amenazado por multitudes de comunistas. Los comunistas están listos para tomar toda la propiedad y transferir las ganancias a diferentes vagos gritones y diferentes. En los políticos diccionarios marxistas, el fascismo se presenta como una expresión de reacción burguesa. (Para Revcon, el fascista es el hermano mayor de una familia patriarcal. Porque se ve la continuidad entre generaciones). Todos los habitantes de la calle se vuelven agresivos cuando, debido a la crisis, la derrota en la guerra, la ruina y la frustración, se pierde la calma habitual. Por supuesto, eso no es la capa más acomodada de ciudadanos. Pero esto es solo una capa de ciudadanos, comienzan a apoyar a cualquier coronel que prometa restablecer el orden. Aquí cualquier agitador populista puede elevar su crédito de confianza si promete frenar la crisis y castigar a los culpables. Aquí, incluso un dictador con el rango de coronel no es necesario, un cabo es suficiente. Su discurso incendiario es importante.

Todos los estratos aristocráticos militares que de generación en generación consideraron su deber servir al monarca, luego el gobierno y la nación por lo general, nominar a su candidato. Al final, fue la clase militar la que dio golpes de estado en América Latina todo el tiempo. Cuando, después de los gobiernos de izquierda, todo el tiempo llegó una crisis sistémica: la inflación creció, la producción cayó, la población estaba esperando las próximas dádivas. En tales condiciones, todos los liberales reformadores se volvieron locos durante todo el siglo 20, lanzaron una bala en la frente, fueron linchados por una multitud o derrocados por los golpistas. Todos los izquierdistas y progresistas en América Latina no han gobernado por mucho tiempo, un máximo de tres años. Solo en Uruguay y Argentina, gracias a un alto grado de migración positiva, es decir, el gobierno dio la bienvenida a la migración, logró hacer algo en un ambiente tranquilo. En el primer tercio del siglo 20 eso fue. Hasta 1930, las reformas continuaron, hasta que la crisis se desató en todo el mundo. Pero esto fue suficiente para que otra Junta o un general o un grupo de generales crearan un régimen reaccionario durante las próximas décadas. La América Latina católica siempre mostró una inclinación por el conservadurismo y, al mismo tiempo, por el radicalismo de izquierda. (Hermanos, hermanos en todas partes. En las familias tradicionales, nacieron suficientes hermanos y hermanas para mantener las tradiciones familiares por costumbre).

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