A los pequeños dandeliones
Dika Kara
Перевод книги «Детям одуванчиков» (автор Дика Кара) с русского на испанский язык
Translator Tatiana Koneva
© Dika Kara, 2021
© Tatiana Koneva, translation, 2021
ISBN 978-5-0055-6421-4
Created with Ridero smart publishing system
Se acercaba la noche.
El calor del día había sido sustituido por una noche más fresca. Todos los seres vivientes finalmente respiraron con alivio.
Las plantas y los animales se preparaban para dormir. Los omnipresentes mosquitos salían a dar su paseo vespertino.
Mientras tanto, el viejo dandelion 1 1 un diente de león
decidió tener una charla con sus nietos, pequeños dandelioncitos, antes de dormir.
– Los viejos dientes de león decían que uno de los mayores valores de la vida es el derecho a elegir el propio camino y la acertada dirección del viento. Te digo que todo esto es condicional. El valor principal es la hojita paterna que crece a tu lado.
Los dandelioncitos se miraron sorprendidos.
– Abuelo, ¿por qué la hoja de un padre tiene tanto valor? – preguntó un dandelioncito.
– No importa. Lo entenderéis cuando llegue el momento, – refunfuñó el abuelo. «Sí, es demasiado pronto, son todavía niños», pensó el abuelo dandelion, y dijo en voz alta:
– ¡Venga, a la cama! Ya es tarde.
El dandelioncito no podía quitarse de la cabeza las palabras del abuelo y tampoco podía dormir:
– Abuelo, dime, dime de qué estabas hablando. ¿Qué significa todo esto? ¡Venga, porfa, comparte tu sabiduría!
– Sabiduría… o necedad… -respondió el abuelo misteriosamente, sin abrir los ojos.
– ¿Me lo vas a decir? – El nieto no se rendía.
– Bueno, escúchame, – el dandelion bostezó y sin prisa comenzó la historia.
En la pintoresca ladera de una montaña vivían unos dientes de león. Estas benévolas criaturas fueron mimadas por el aire limpio y el incesante cuidado maternal del Sol.
En abril, en cuanto se derritieron las primeras nieves, los pequeños dandeliones todos a la vez se abrieron paso hacia la luz y ahora vivían a sus anchas. Eran admirados por los animales, los pájaros y todos los que pasaban por allí. Intentaban alcanzar el sol, regalando al mundo sus radiantes sonrisas, y cada día de todo su corazón se alegraban.
Cada mañana, con los primeros rayos de sol, uno a uno los pequeños dandeliones se despertaban con una dulce languidez, estirándose y poniéndose sus brillantes sombreros amarillos. Al atardecer, mientras se dormían, deseaban a todos los que crecían, se arrastraban, corrían, caminaban y volaban, una noche cálida y serena y dulces sueños.
Y así pasaban un día tras otro.
Tras el frescor de abril llegó el calor de mayo. Los pequeños dandeliones se convirtieron en adultos: hablaban como adultos, formaban familias y ya pensaban en tener hijos. Apenas el calor de junio se hizo notar, dando a los dandeliones la alegría de su nueva condición de padres, llegó julio, trayendo consigo su calor a la ladera de la montaña.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
un diente de león